BlueSolar instalará en Puertollano su primera fábrica de filtros
La ayuda otorgada por el Instituto Nacional para la Diversificación y Ahorro de la Energía supone el 45% de la inversión final para la construcción de dicha fábrica
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Sevilla/BlueSolar da un paso decisivo en su apuesta por la innovación con la puesta en marcha de la primera fábrica en España dedicada a la producción de filtros dicroicos para sistemas solares híbridos fotovoltaicos-térmicos. La instalación se ubicará en Puertollano, dentro del Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC), y estará operativa a partir de 2026.
El proyecto ha sido seleccionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para recibir una ayuda de 750.050 euros, enmarcada en el programa destinado a fortalecer la cadena de valor industrial vinculada a la transición energética. Esta iniciativa forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos europeos Next Generation EU.
La inversión total prevista asciende a 1,73 millones de euros, de los cuales la ayuda pública cubre el 45%. Desde Puertollano se fabricarán los primeros paneles con esta tecnología para aplicaciones comerciales de media escala, abriendo un nuevo horizonte en el aprovechamiento de la energía solar.
Una tecnología pionera, con sello español y proyección internacional
Los nuevos paneles híbridos han sido desarrollados por BlueSolar en colaboración con Ghenova Ingeniería y otros centros de referencia como el CSIC, la Plataforma Solar de Almería, Tekniker, la Universidad de Sevilla, el Centro Nacional del Hidrógeno, el propio ISFOC y el prestigioso instituto alemán Fraunhofer. La iniciativa ha contado con financiación complementaria del CDTI y de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA).
Para José Julio Caparrós, director general de BlueSolar, esta ayuda supone “un paso clave hacia la industrialización de los nuevos paneles híbridos fotovoltaicos-termosolares”. Según ha explicado, se trata de una tecnología disruptiva que permitirá almacenar energía a gran escala y suministrarla de forma continua, superando una de las principales limitaciones de las energías renovables actuales.
“La posibilidad de garantizar un suministro energético ininterrumpido es fundamental para el desarrollo de nuevas aplicaciones que requieren alta demanda en carga base, como el Hidrógeno Verde o los Data Centers dedicados a Inteligencia Artificial”, ha destacado Caparrós.
Un antes y un después
BlueSolar propone un nuevo modelo de planta solar a gran escala que integra en un solo sistema la generación fotovoltaica y termosolar, gracias a unos innovadores paneles híbridos capaces de producir electricidad de forma ininterrumpida.
La clave de esta tecnología patentada está en unos filtros ópticos selectivos que sustituyen a los tradicionales espejos de concentración. Estos filtros permiten que los paneles sigan generando electricidad al tiempo que reflejan y redirigen el calor no aprovechado hacia sistemas de almacenamiento térmico o producción de vapor.
Además, su diseño la hace compatible con la producción de hidrógeno verde y con aplicaciones industriales que requieren un suministro energético continuo y fiable, como centros de datos, plantas desaladoras, minería o industrias que operan 24/7.
La empresa aspira a convertirse en la primera tecnología solar del mundo capaz de ofrecer un suministro constante a precio de mercado, sin necesidad de subsidios ni tarifas especiales, y con ello contribuir a la estabilidad de precios y a la independencia energética de los combustibles fósiles.
En este sentido el director de BlueSolar ha explicado que "la integración de plantas fotovoltaicas con plantas de almacenamiento térmico con tecnología BlueSolar da lugar a un concepto de planta muchísimo más eficiente, modular, fiable, escalable y de menor complejidad tecnológica que las actuales plantas termosolares”. Además, ha insistido en que “la clave está en el alto rendimiento de la tecnología, que permite generar electricidad y a su vez almacenar de la red o de otras plantas renovables con una eficiencia global del sistema por encima del 90% referida a un sistema fotovoltaico, lo que supone una disrupción para el almacenamiento térmico, a mucho menor coste que baterías eléctricas, generación hidráulica de bombeo, o las actuales plantas termosolares”.
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