Caffè Imperiale relanza su expansión en Andalucía al cumplir diez años

El torrefactor fundado por José Antonio Rodríguez Abril crece tras invertir en la compañía el ‘family office’ Los Gaduares

Caffè Imperiale afrontó su primera gran expansión con una nueva fábrica en Utrera, con una inversión de cuatro millones de euros

Caffè Imperiale cumple diez años en plena expansión tras invertir el 'family office' Los Gaduares

Sevilla/La aventura iniciada por José Antonio Rodríguez Abril de crear sin tradición familiar una empresa torrefactora de café desde cero en Sevilla, Caffè Imperiale, cumple este año 2025 un decenio. Y lo hace relanzando su expansión en Andalucía con el apoyo financiero que ha supuesto la entrada en su capital, hace dos años, del family office andaluz Los Gaduares, perteneciente a los hermanos Masaveu Mora-Figueroa.

La de Caffè Imperiale es una historia de éxito, pese a que el cierre total de la hostelería durante la pandemia supuso un reto difícil de superar.

En 2015, José Rodríguez Abril (Oviedo, 1979), empresario con experiencia en hostelería e inmobiliaria, decidió emprender en un torrefactor de café, un sector en el que las empresas suelen tener una larga tradición familiar que pasa de generación en generación. Sin embargo, ése no era su caso. Partió de cero y, gracias a su trayectoria como restaurador, apostó por crear un modelo de negocio innovador que se basa en tres pilares: café de calidad comprado en origen, tueste artesanal –por separado para cada origen– con visión industrial y un servicio integral al hostelero, en el que la formación de los baristas es esencial.

“Desde hace diez años, nos hemos diferenciado tanto por cómo producimos nuestro café como por el servicio que prestamos a nuestros clientes, que mayoritariamente son hosteleros”, relata el fundador de la compañía.

Uno de los torefactores tuesta café con origen Brasil en la fábrica de Caffè Imperiale.
Uno de los torefactores tuesta café con origen Brasil en la fábrica de Caffè Imperiale. / José Luis Montero

En el primer lustro de vida de Caffè Imperiale el crecimiento fue exponencial, lo que llevó al empresario a invertir cuatro millones de euros en una fábrica nueva en Utrera que sustituyó al torrefactor en el que había creado el negocio.

En 2019, antes de la llegada de la pandemia, la empresa ya facturaba en 2,7 millones de euros, gracias a las ventas propias y las de los distribuidores participados, con un Ebitda de 700.000. En 2020 el negocio de la marca cayó, tras cuatro meses cerrados por el Covid, a 1,9 millones de euros, gracias a que el año se había iniciado bien antes del confinamiento. El Ebitda del ejercicio fue de 300.000 euros.

Aunque 2021 volvió a ser un año de crecimiento, Rodríguez Abril ya se planteaba entonces que para seguir creciendo necesitaba cambiar su estructura accionarial, para asegurar fondos que permitieran mantener el crecimiento de un negocio que es intensivo en capital.

“Cada cliente captado supone una inversión importante, que puede llegar hasta los 5.000 euros, al incluir las máquinas y la formación del hostelero y su personal”, recuerda el empresario, que decidió por ello asociarse con inversores que permitieran recuperar la senda de crecimiento que se frenó con la pandemia.

Capatación de capital

La captación de capital se concretó con la venta del 50% de la compañía a Los Gaduares, que apreció la diferenciación del modelo de negocio como uno de los valores de la compañía para invertir.

Con el apoyo financiero de este family office andaluz, la empresa está relanzando su crecimiento, a pesar del contexto inflacionista que el negocio del café está viviendo como consecuencia de la elevación de los precios de la materia prima en los países de origen.

Rodríguez Abril destaca que el precio del café está en niveles históricamente altos, motivado por distintos factores como la caída de la producción en esos países por, entre otras causas climáticas, y el aumento de la demanda.

El crecimiento se basará en invertir en inmovilizado –máquinas de café y molinos– para aumentar sus clientes en negocios de hostelería en las provincias de Málaga, Cádiz, Huelva, en zonas de costa con alta incidencia turística, y en Sevilla, donde surte a los principales grupos hosteleros hispalenses.

Un empleado de Caffé Imperiale coloca paquetes de café recién envasado.
Un empleado de Caffé Imperiale coloca paquetes de café recién envasado. / José Luis Montero

Este crecimiento ya se ha visto en 2024. En 2023, la cifra de negocio fue de 3.250.000 en ventas de la sociedad, que junto con las de distribuidores participados rozó los 4,5 millones. El Ebitda de 2023 rozó el millón de euros. De esa cota se ha pasado en el último ejercicio, aún por cerrar, a unas ventas de la sociedad de unos cuatro millones de euros, con una previsión de seis millones en 2025. El Ebitda está aún pendiente del cierre del ejercicio. Sumando la venta a través de distribuidores participados por la compañía, la cifra de negocio de 2024 roza los 6,5 millones.

Caffè Imperiale también ultima un acuerdo con Red Operativa de Distribución Integral (Rodin) para que esta compañía distribuya su marca en exclusiva, lo que puede hacer que el crecimiento sea exponencial a partir de ahora, destaca Rodríguez Abril, ya que quiere profundizar en su estrategia de ser referencia del café gourmet en el canal horeca, su principal negocio, aunque también fabrican su marca para el también andaluz Grupo MAS, que vende al consumidor final doméstico café molido en paquetes de 200 gramos.

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