La economía desmiente en 2020 el exagerado pesimismo por la desaceleración
Foro Joly | Emilio Ontiveros y Juan José Toribio, economistas
SEVILLA/Los tambores de una recesión no resuenan cuando se escuchan las reflexiones de Emilio Ontiveros y Juan José Toribio, que creen que pese al momento de desaceleración que vive Europa y España, no hay razones para exagerar en el pesimismo y que probablemente el momento más bajo se ha vivido en 2019, si bien en el caso español el recorrido pueda ser algo más largo. Así, lo pusieron de manifiestos ambos profesores en su cita anual con el Foro Joly, que como en cada ocasión patrocina Atlantic Copper, cuyo consejero delegado, Javier Targhetta tuvo un activo papel en el debate de esta edición.
Bajo el título Europa y España ante la inestabilidad global, Toribio y Ontiveros dieron un repaso, guiados por Targhetta, por la situación y las perspectivas económicas, y en algún momento políticas, para 2020. Ontiveros abrió el fuego dejando claro que aunque el mundo está creciendo menos, un 3,5% de promedio, las economías emergentes también están recortando su crecimiento, en el entorno del 5,5%, América Latina apenas crece por encima del 1,5% y la Eurozona es la que está más estancada de las economías desarrolladas, España no tiene que temer un grave empeoramiento de su economía pese a seguir en desaceleración. "España aborda una desaceleración, pero no hablaría de crisis" dijo Ontiveros, que argumentó que la economía española vive sin desequilibrio en la cuenta corriente de la balanza de pagos, con un endeudamiento privado que se ha reducido muchísimo y un sistema bancario que tiene pulsaciones sanas. Si acaso, alertó de que hay que estar atentos a vulnerabilidades que no vengan del sector bancario, sino de otros sectores que están asumiendo riesgos generado por el apetito que provoca el dinero barato.
Toribio está "totalmente de acuerdo" en ese diagnóstico de su alter ego, lo que él mismo recordó que no suele ser la tónica habitual. El profesor emérito de Economía del IESE Business School, quien por cierto recomendó la lectura del nuevo libro de Ontiveros, Excesos, aseguró que nunca ha habido un divorcio tan claro entre el sentimiento de la gente en la calle y la realidad de las cifras. Por eso no duda en calificar de exagerado el pesimismo. Desde 2018, recordó se ha extendido un temor a despeñarse, a recaer en una gran crisis. Los defensores de esto acumulaban argumentos: un mundo muy endeudado en el que se han roto los patrones de una economía abierta por las políticas de Trump, con un estancamiento secular y con unas políticas monetarias y presupuestarias agotadas. "Si fuera verdad no nos acercamos a una recesión sino a una catástrofe", explicó Toribio, quien remachó: "Pero es que no es verdad".
Juan José Toribio admitió que el crecimiento económico es el más bajo desde la crisis, pero enfatizó que éste es el punto más bajo. "Por lo que parece que hemos vivido la ya lo peor de esta situación", dijo. Para este año, espera una desaceleración de la economía americana, una cierta aceleración de la economía europea, China también se desacelerará levemente y empezará a notarse la recuperación en América Latina. Con ese diagnóstico recomendó no hacer "demasiado caso a los profetas de la catástrofe".
Sobre España en concreto, sí admitió que la desaceleración tiene más recorrido porque aún no hemos tocado fondo. Sin embargo, enfatizó que aunque el crecimiento sea más bajo, ahora lo es más equilibrado. "No tenemos inflación, lo que parece no impresionar a los jóvenes, el crecimiento está basado en la formación de capital y tenemos superávit de balanza de pago. "Nuestro crecimiento es bajo pero bastante sano", resumió Juan José Toribio, quien recomendó por ello, "levantar el ánimo".
Ambos economistas defendieron el papel que el Banco Central Europeo ha jugado en la recuperación, por su intervención, aunque tardíamente, desde 2012.
Toribio admitió que la política monetaria del BCE es una de las razones por las que no hubo una catástrofe, pero también señaló que el crecimiento no se puede sostener sólo así. Por ello abogó por implementar políticas de oferta para incentivar el crecimiento económico.
Ontiveros tampoco ve más recorrido a la política monetaria, pero al contrario que Toribio, cree necesario implementar políticas de demanda, medidas fiscales en la línea insinuada por laCE, dando un papel incentivador el Banco Europeo de Inversiones para dinamizar la consecución de dos transiciones, la ecológica y la digital. Discrepó Toribio, que cree que ambas transiciones deben abordarse desde el capital privado esencialmente.
Sin temor al Gobierno, al estar condicionado a Bruselas
Durante el coloquio que los profesores Emilio Ontiveros mantuvieron con el director general de Publicaciones y Contenido de Grupo Joly y director de Diario de Sevilla, José Antonio Carrizosa, al que en esta edición se sumó también el patrocinador, Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, los participantes respondieron al interrogante de qué expectativas les genera el nuevo Gobierno de España, que por primera vez en democracia es de coalición, en este caso de PSOE y Unidas Podemos. Ninguno de ellos teme al Ejecutivo, básicamente porque depende de lo que le permite Bruselas.
Toribio considera que no debe haber una postura opuesta desde el empresariado al Gobierno, que recordó que es el legítimo. Y que sólo el hecho de tenerlo ha sido bien recibido en los mercados.
En esa línea también opinó Ontiveros, quien señaló que es así porque España tiene una patente que es pertenecer al euro y cumplir con los requisitos de estabilidad presupuestaria que marca Bruselas. Destacó como valor que es el único país de la UE sin fuerzas parlamentarias contrarias al euro.
Sobre la ejecución en sí de las políticas del Gobierno ambos coincidieron en que por sus obras se le conocerá.
Targhetta opinó que el programa económico acutal dePodemos puede clasificarse como socialdemócrata, salvo alguna medida de cara a la galería.
La subida del gasto público es inviable para Toribio, porque aumentará en tres puntos del PIB, dado que las medidas recaudatorias apenas aportarán un 0,5% más. También considera peligroso derogar la reforma laboral de 2012, porque sería “volver al franquismo laboral”. Ontiveros apuntó que la propia nueva ministra, Yolanda Díaz, ha admitido que es imposible derogarla de cuajo. Y se declaró parcialmente de acuerdo con el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en sus críticas al alza del SMI, que para Toribio es uno de los errores más graves del Ejecutivo.
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