La economía española "suaviza" su contracción en el primer trimestre
El Banco España indica que el PIB cayó un 0,5% entre enero y marzo, tres décimas menos que en los tres meses anteriores.
Madrid/La economía española cayó un 0,5% en el primer trimestre y descendió un 2% en tasa interanual, según el boletín económico del Banco de España, que estima una caída del 4,5% del empleo en el mismo periodo, dos décimas menos que en el trimestre anterior. La autoridad monetaria destaca que España prolongó la "pauta de contracción" de la actividad en el primer trimestre, si bien a un ritmo "más suavizado" que en el tramo final del año pasado, en el que el PIB se contrajo un 0,8% en tasa trimestral. No obstante, advierte de que esta mejoría podría "haberse atenuado" en la última parte del trimestre, a tenor del "perfil decreciente" de algunos indicadores.
El Banco de España estima que la demanda nacional descendió un 0,8%, también menor que en el trimestre precedente, al revertirse el impacto de los factores de naturaleza transitoria que habían influido negativamente sobre el gasto interno en los meses finales de 2012, como la elevación de la imposición indirecta y la supresión de la paga extraordinaria de los empleados públicos. Sin embargo, el instituto emisor indica que la reducida capacidad de ahorro de las familias, la caída de su riqueza, la persistencia de un panorama laboral "incierto" y un elevado endeudamiento deja poco margen para la recuperación del consumo a corto plazo. En cuanto a la inversión residencial, también destaca que la demanda sigue mostrando "gran debilidad". Así, el consumo privado descendió un 0,3%, frente a la caída del 2% del trimestre anterior, mientras que la formación bruta de capital se contrajo un 1,8%, también muy por debajo del descenso del 3,9% del trimestre precedente.
Por su parte, la contribución de la demanda exterior neta fue tres décimas positiva, pero de magnitud inferior a la del trimestre anterior (+1,2%), lastrada por la menor debilidad de las importaciones en relación con lo mostrado a finales del año pasado, en un contexto en el que las ventas al exterior, aunque se recuperaron, siguieron condicionadas por la recesión del área del euro. En concreto, la exportaciones se mantuvieron estables, con un crecimiento cero, frente al descenso del 0,9% del trimestre anterior, mientras que las importaciones se redujeron un 0,7%, muy por debajo de la caída del 4,8% registrada entre octubre y diciembre de 2012.
En el mercado de trabajo, el empleo moderó levemente su ritmo de descenso, estimándose una caída del 4,5% en términos de Contabilidad Nacional. A su vez, resalta que el ritmo de aumento del paro registrado prolongó en los primeros meses de 2013 la senda de desaceleración que había iniciado en la segunda mitad del año pasado, aunque indica que ello puede obedecer a "una cierta intensificación del efecto desánimo" tras un periodo tan prolongado de destrucción de empleo. El Banco de España tampoco aprecia cambios significativos en la utilización de las distintas modalidades de contracción, aunque sí un "cierto repunte" en el peso de los contratos indefinidos, así como un nuevo impulso a los contratos de tiempo parcial.
En cuanto a la remuneración por asalariado, dice que siguió la trayectoria de moderación de los costes laborales en el último año, con una tasa interanual levemente positiva, y añade que este comportamiento, unido al incremento de la productividad, habría posibilitado reducciones adicionales de los costes laborales en el primer trimestre, en una cuantía superior al 1% interanual.
Por el lado de la oferta, apunta que la información disponible al comienzo de 2013 refleja también una moderación de la contracción de la actividad de los principales sectores productivos. En la industria, afirma que la cierta mejoría estaría vinculada al repunte de las exportaciones, mientras que la construcción mantuvo, un trimestre más, la tónica contractiva de los últimos años.
En cuanto al proceso de estabilidad presupuestaria, el Banco de España afirma que el esfuerzo fiscal realizado en 2012 ha sido "de gran intensidad", dado que el déficit estructural se ha reducido en casi 3 puntos porcentuales, aunque advierte de que es "imprescindible" que continúe para situar las finanzas públicas en una posición más saneada y poder romper la trayectoria alcista de la ratio de deuda pública sobre el PIB, que alcanzó el 84,2% el pasado año.
En concreto, recuerda que el déficit cerró el pasado año en el 7% del PIB y en el 10,6% contabilizando las ayudas a la banca, seis décimas más que la primera cifra que ofreció el Gobierno, debido, según el Banco de España, a la "modificación de la práctica habitual" seguida por las autoridades estadísticas españolas con respecto al momento de contabilizar las devoluciones de impuestos. Hasta la fecha, añade, ésta tenía lugar en el momento en que se reconocía el derecho a percibirlas, pero esta práctica se ha sustituido por su contabilización en el ejercicio en el que se solicitan. Ello ha supuesto que, en 2012, se registraran devoluciones que inicialmente se habían imputado a los primeros meses de 2013, con la consiguiente minoración de los ingresos brutos del pasado ejercicio por un importe aproximado de tres décimas del PIB. Las otras cuatro décimas de desviación se deben al mayor tamaño estimado de las ayudas a la banca. Sobre el proceso de ejecución presupuestaria en los primeros meses de este año, apunta que la información aún es muy escasa, pero señala que la debilidad de la recaudación en imposición indirecta y en cotizaciones sociales pone de manifiesto la "dificultad" que comporta la reducción del déficit público en una situación "cíclica adversa".
En el panorama económico internacional, la institución presidida por Luis María Linde apunta que los mercados financieros europeos mantuvieron durante la mayor parte del trimestre el "clima de mejoría gradual" que se había impuesto en la segunda mitad de 2012. No obstante, afirma que este clima se vio "alterado" por la aparición en las últimas semanas de "nuevos episodios de incertidumbre" vinculados a las dificultades para la formación de Gobierno en Italia y, sobre todo, por las complicaciones que surgieron para alcanzar un acuerdo de asistencia financiera con Chipre.
Por último, el Banco de España afirma que la magnitud de los retos pendientes a los que se enfrenta la economía española para iniciar una recuperación sostenible, en un contexto de debilidad de la demanda interna y un difícil entorno exterior, aconseja acelerar las reformas estructurales para asegurar que la "incipiente" moderación salarial se traslade en toda su extensión a los precios y ello permita intensificar las ganancias de competitividad frente al exterior.
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