Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
MADRID/La caída de los grandes valores impidió que la bolsa española se aprovechara de la recuperación de Wall Street tras el desplome del lunes y concluyó la sesión con una caída del 0,36 por ciento. Así, en la octava sesión consecutiva de pérdidas, el principal índice de la bolsa española, el Ibex 35, bajó 30,50 puntos, el 0,36 por ciento, hasta 8.428,90 puntos, nuevo mínimo anual y nivel desconocido desde abril de 2009. Las pérdidas acumuladas en este ejercicio ascienden al 14,51 por ciento. La bolsa de Nueva York cerró con sólidos avances una sesión marcada por la volatilidad y el Dow Jones de Industriales acabó con un ascenso del 3,98 por ciento con el que recuperó los 11.000 puntos que perdió la víspera, cuando anotó su mayor caída desde 2008.
En Europa, con el euro a 1,421 dólares, sólo bajó Fráncfort, el 0,1 por ciento, mientras que Londres avanzó el 1,89 por ciento; París, el 1,63 por ciento, Milán, el 0,52 por ciento, y el índice Euro Stoxx 50, el 0,32 por ciento. A pesar de la caída del 5,5 por ciento de Wall Street el lunes, la mayor desde diciembre de 2008, el mercado nacional comenzaba la jornada con una subida del 2,5 por ciento que le acercaba al nivel de 8.700 puntos.
El parqué madrileño seguía aprovechando la mejoría de la deuda en la apertura después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, comentara que la compra de bonos españoles e italianos era una medida "no convencional", al tiempo que insistía en la conveniencia de reducir el déficit. Así, la rentabilidad de la deuda española bajaba del 5 por ciento en la apertura y se situaba en el 4,9 por ciento, nivel desconocido desde hace nueve meses, mientras que la prima de riesgo descendía hasta 265 puntos. El euro rozaba los 1,43 dólares.
Con las malas previsiones de beneficios de la eléctrica alemana RWE y con la caída superior al 7 por ciento del mercado alemán, la bolsa española cambiaba de tendencia y hora y media después de la apertura descendía al mínimo de la sesión, 8.100 puntos, con una caída del 4 por ciento. Esta situación incidía en los precios de otros activos: el precio del oro alcanzaba un nuevo máximo histórico en 1.780 dólares; el euro se cambiaba a 1,085 francos suizos y el petróleo Brent descendía hasta rozar 100 dólares por barril, en lo que incidía también la menor previsión de consumo de crudo por la OPEP.
En el Reino Unido se conocía la caída del 0,4 por ciento de la producción industrial en junio y empeoramiento del déficit comercial, mientras que mejoraban las exportaciones alemanas el 3,1 por ciento en junio. Tras esa caída, la bolsa fue recuperando posiciones y registraba pequeñas ganancias poco después de las 13:00 horas.
La caída del 0,3 por ciento de la productividad estadounidense en el segundo trimestre y la contención de los costes laborales, que subieron el 2,2 por ciento, no fueron bien recibidas por los mercados. La bolsa española bajaba hasta 8.300 puntos. Los bandazos de Wall Street en la apertura acercaron a 8.250 puntos a la bolsa nacional, aunque su posterior recuperación, con ganancias superiores al 2 por ciento que situaban al mercado neoyorquino sobre los 11.000 puntos, mientras el petróleo Brent avanzaba hasta 106 dólares, limaba las pérdidas finales.
De los grandes valores del mercado español sólo subió Repsol, el 0,89 por ciento: Bajaron Telefónica, el 1,36 por ciento; BBVA, el 1 por ciento; Iberdrola, el 0,45 por ciento, y Banco Santander, el 0,33 por ciento. La mayor caída del Ibex correspondió a Ferrovial, el 4,73 por ciento, seguido de ACS, que bajó el 2,43 por ciento, mientras que Red Eléctrica cayó el 2,18 por ciento, e IAG, el 1,85 por ciento.
Abengoa lideró las ganancias de Ibex con un alza del 6,2 por ciento, en tanto que Acerinox ganó el 3,48 por ciento; Técnicas Reunidas, el 2,81 por ciento, y Banco Sabadell, el 2,17 por ciento. En el mercado continuo destacó el descenso del 27,27 por ciento de Nyesa por los planes de capitalización que aplicará, mientras que Deoleo presidió las ganancias con una subida del 6,45 por ciento.
Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años españolas bajaba ocho centésimas y se situaba en el 5,07 por ciento, mientras que la prima de riesgo bajaba de 289 a 270 puntos. El efectivo negociado fue de 4.790 millones, de los que algo más de 859 fueron intermediados por inversores institucionales.
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