Javier Herrador, director de Navantia Seanergies: "La industria española va a jugar un papel importante en la eólica marina"
El responsable del negocio de energías verdes destaca la carga de trabajo entre 2027 y 2032 prevista en el astillero de Puerto Real con la eólica flotante
Navantia cifra en 3.000 empleos y 130 millones de euros anuales de aportación al PIB la construcción en eólica marina
Cádiz/Navantia cumple 10 años en el negocio de las estructuras para parques de energía eólica offshore, con unas cifras interesantes: el sostenimiento de 3.000 empleos anuales y una aportación al Producto Interior Bruto (PIB) español de 130 millones de euros al año. En estos años ha mostrado su experiencia y potencial con la construcción de cimentaciones, especialmente en Fene, y subestaciones eléctricas, en este caso más enfocadas en Puerto Real. Ahora, cuando empieza a desarrollarse la tecnología para la eólica marina flotante, la que por sus aguas profundas puede instalarse en España, la empresa pública, a través de Navantia Seanergies, dedicada a las energías verdes, defiende que están preparados, también la cadena de valor española, con grandes empresas desarrolladoras y empresas suministradoras, para este nuevo reto.
–Cómo de preparada está Navantia para el desafío de la eólica marina flotante?
–Creemos que estamos muy preparados gracias a la experiencia acumulada de la eólica fija, ya de 10 años con proyectos tangibles de cimentaciones y de subestaciones, y dentro de muy poquito ofreciendo servicios. Son 10 años en los que hemos escalado poco a poco nuestro posicionamiento. Diría que hemos ido concentrando y haciéndonos fuertes en base a cuatro aspectos, las cuatro C. Por un lado, conocimiento, que ya traíamos adquirido del mundo offshore, en este caso del oil and gas. La segunda C es capacidad. Tenemos unas instalaciones formidables con unos medios productivos extraordinarios, con una salida al mar estupenda y con una ubicación muy buena. La tercera C es la colaboración. A Navantia siempre nos ponen el título de tractora, desde siempre colaboramos con la industria auxiliar. Y en Navantia Seanergies, la rama de energías verdes de Navantia, hemos conseguido formar un tejido industrial con una gran experiencia. Y la cuarta C, que es algo fundamental, es el cumplimiento. Somos una empresa que siempre cumple sus compromisos de entrega, algo que nuestros clientes valoran. Estas cualidades nos han permitido tener un posicionamiento muy alto en la eólica fija y ahora es la que vamos a utilizar de cara a la eólica flotante, que todavía se encuentra en un estado incipiente. Solo hay instalado a nivel mundial un 0,3% de eólica flotante. Eso va a escalar mucho a partir de los próximos años en áreas como España.
–Hablaba del espacio que hace falta. ¿Cómo afecta eso a Fene y a Puerto Real, los dos centros de producción de eólica offshore?
–En la eólica marina flotante se requiere mucho espacio para atender todo el proceso. Nosotros tenemos la gran ventaja de tener unas instalaciones muy capaces, con una extensión de unos 2 millones y medio de metros cuadrados, y eso nos permite tener una alta capacidad de fabricación de las plataformas flotantes. Pero el negocio en su globalidad requiere de más cosas: de grandes instalaciones portuarias para hacer los ensamblajes finales y para montar la cadena logística del transporte y la instalación de las plataformas y los aerogeneradores. Evidentemente se tiene que seguir invirtiendo para dotar esos espacios ubicados en zonas portuarias cercanas a los parques eólicos. Ahí nosotros estamos colaborando con las autoridades, con Puertos del Estado, facilitándoles el conocimiento adquirido en estos diez años de eólica offshore.
–En Puerto Real la plantilla ha mostrado malestar al considerar que no se estaba aprovechando el potencial de construcción civil por la eólica marina.
–Los trabajadores se preocupan por la carga de trabajo de sus centros. Esto es algo normal y es algo que desde luego la empresa lo entiende y lo comprende. Precisamente eso es lo que nos llevó hace diez años a entrar en el negocio de la eólica marina, porque era un mercado que nos iba a aportar grandes oportunidades, con una capacidad de crecimiento prácticamente sin igual. Va a estar creciendo de manera continua y sostenida en torno a un 14-15% al año. Nosotros teníamos una experiencia ya que arrastrábamos del negocio offshore y unas sinergias con la construcción naval que podíamos poner en valor para tener ese posicionamiento en el mercado. Dicho esto, evidentemente esto no es en vez de. Esto es algo complementario a.
–De eólica marina, ¿qué previsiones de negocio hay?
–En Puerto Real todavía estamos ejecutando dos jackets de subestación muy complejas, para Ocean Winds y para Aibel, con la que repetimos. Y luego tenemos un acuerdo de reserva de capacidad con Ocean Winds, que nos va a permitir tener una carga de trabajo muy alta de 2027 a 2032. Esto es clave porque nos permite prepararnos, nos permite invertir y, sobre todo, nos permite trasladar esos compromisos de actividad a la cadena de suministro, a las empresas colaboradoras, para que también se vayan preparando. Aparte, estamos llevando una actividad comercial muy intensa, en Puerto Real en el marco de las subestaciones, y somos muy optimistas, todavía no puedo desvelar nada, con que en los próximos meses podremos dar muy buenas noticias.
"Los trabajadores se preocupan por la carga de trabajo y es normal. Precisamente eso nos llevó a entrar en la eólica offshore"
–¿En eólica marina flotante hay previsión de algo cercano?
–De lo que tenemos ya asegurado lo más cercano, está el acuerdo de reserva de capacidad que está focalizado en las plataformas flotantes, si bien también incluye otra serie de productos como pueden ser las subestaciones. Además, estamos preparándonos para el planeamiento eólico nacional, en el que esperemos tener la capacidad suficiente para poder atender esa gran oportunidad que vamos a tener.
–¿Ha evolucionado en estos años la cimentación y las subestaciones que se construyen?
–Por supuesto, la eólica marina está en estado de evolución. Hemos visto una evolución natural. Una parte importante de la evolución viene motivada por acciones nuestras, porque permitimos que los clientes puedan volcar requisitos en las etapas iniciales de los proyectos, que tienen en cuenta la fabricabilidad del producto, esencial en un producto seriado como las cimentaciones, porque supone un ahorro de los costes de un parque eólico. En las subestaciones están sucediendo cosas parecidas, pero quizá los mayores cambios tienen más que ver con el modelo de contrato: cuando nosotros arrancamos nos enfrentábamos a la construcción, la ingeniería venía del cliente. Pero se han dado cuenta que lo que más aporta valor es que la empresa que va a construir, si tiene capacidad de diseño, se encargue de dar el alcance completo, de ingeniería, compras y construcción, el EPC. Navantia, Navantia Seanergies, ha ido adaptándose.
–También entiendo que con ideas y proyectos experimentales, ¿no? Como el Ecofoss.
–Claro. Una de las cosas importantes en este viaje es nuestra mayor apuesta por los desarrollos en I+D y en innovación. En ese sentido, pusimos de largo hace pocos meses el COEX Green Energies, el centro de excelencia de Navantia Seanergies. Estos son centros que concentran conocimiento, que podemos desarrollar dentro de la casa o como este de Energías Verdes de manera muy colaborativa. Y ahí ya estamos desarrollando proyectos innovadores, como puede ser la subestación eólica en tecnología flotante. Ahora mismo no hay, es una tecnología que no existe, pero la eólica marina flotante es la eólica del futuro y tenemos que ir preparándonos. Nos hemos buscado unos compañeros de primerísimo nivel, como Redeia, o Sener y alguna otra con las que estamos desarrollando ese concepto de subestación flotante. Y además vamos a integrar algo también muy novedoso, que es tecnología de hidrógeno dentro de la subestación, para que sea cero emisiones.
–¿Cuál es la actividad de Navantia Seanergies con el hidrógeno?
–La eólica marina es de la que más hablamos porque es la que sustenta nuestra cuenta de resultados. Pero en hidrógeno tenemos una experiencia también acumulada muy importante. Por ejemplo, el submarino S-80 para el Ministerio de Defensa español lleva una propulsión basada en tecnología del hidrógeno que ha sido integrada por nuestro propio equipo, y eso nos ha permitido concentrar un conocimiento y una experiencia que es la que queremos trasladar al marco del hidrógeno. Eso, con otra capacidad industrial, en este caso, que es la fábrica de turbinas,en Ferrol, una fábrica centrada em los grandes mecanizados y montajes, con una capacidad muy adecuada para meterse en el marco del hidrógeno. ¿Y en qué líneas? De manera más inmediata, en el montaje de electrolizadores, que son el equipo clave en la generación del hidrógeno renovable. Hemos llegado a acuerdos con tecnólogos que ya tienen una tecnología aprobada para convertirnos en los socios industriales nacionales par montar esos electrolizadores para las futuras plantas de hidrógeno a nivel nacional.
Pero no queremos quedarnos ahí. Ya estamos empezando a arrancar en el desarrollo de tecnología, de los electrolizadores de siguiente generación, mucho más eficientes, que es fundamental para abaratar el coste del hidrógeno. Otra de las cosas que pretendemos es que sean lo más independientes en cuanto a materiales críticos que ahora mismo no están en nuestro entorno europeo. Puede ser también un factor importante para la autonomía estratégica. Por supuesto, un poquito más adelante, para la descarbonización del sector marítimo.
"España está en tiempos adecuados con la eólica flotante, aún sin desarrollar, y tiene en la fija empresas relevantes"
–¿Cree que España, la industria española, puede aprovechar las posibilidades mundiales que puede atraer la eólica marina flotante? ¿Está preparada?
–Sin duda. Tenemos que tener en cuenta que España no tiene todavía la eólica marina flotante a escala comercial instalada. Algunas personas ven que vamos en el vagón de cola. Ni personalmente, ni dentro de Navantia Seanergies lo vemos así. Creemos que estamos en los tiempos adecuados, porque la eólica marina flotante no se ha desarrollado. Sí es una realidad que en la eólica marina fija hay empresas muy relevantes en distintos eslabones de la cadena de valor. Empresas, que son desarrolladoras, como Iberdrola o Ocean Winds, ejemplos claros de empresas españolas que ya se encuentran en el top 5 de los desarrolladores a nivel mundial de lo que es la eólica marina. Por supuesto, Navantia Seanergies, pero también empresas como pueden ser Siemens Energy, la antigua Gamesa; o Windar Renovables, nuestro socio en la mayoría de los proyectos de cimentaciones; que ya contamos con mucha experiencia acumulada en el sector eólico marino. Por lo tanto, ya concentramos una experiencia y con nosotros un montón de empresas colaboradoras en la eólica marina. De ahí el salto a la eólica marina flotante o en el ámbito internacional a la combinación de flotante o fija va un trecho corto.
Con esas capacidades que vemos y esa evolución que va a tener el mercado con las expectativas de crecimiento de un 14%, creemos que la industria española va a jugar un papel importantísimo y que es una oportunidad muy buena. Además hay que tener en cuenta otra circunstancia: la energía renovable se considera estratégica para Europa y eso va a permitir regular, como ya sucede con normativas como el CBAN, que mide las tasas de carbono en frontera. Cuando tú traes un producto desde fuera de la Unión Europea, lo compara con las emisiones que se habrían producido con ese mismo producto fabricándolo en Europa. Y luego también con el NZIA, que es el Net Zero Industrial. Son dos mecanismos regulatorios dentro del marco europeo que se están desarrollando y que van a permitir potenciar la industria europea. Creo que es un factor de competitividad que nos va a ayudar mucho a Europa en general a crecer dentro de este marco de la energía.
Es decir, capacidad que ya tenemos, experiencia que ya tenemos, mercado creciente que hay con países muy pujantes como son Alemania, Dinamarca, Francia, lo será España; y luego un marco regulatorio adecuado en un entorno en el que se considera la energía como un tema estratégico son los ingredientes perfectos para que las empresas y la industria que apueste por este mercado tengan un futuro muy prometedor.
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