José Carlos Díez duda de la capacidad de los políticos para vencer a la pandemia

Málaga/España, junto al resto del mundo, se enfrenta a una crisis sanitaria sin precedentes en las últimas décadas que, además, ha cogido a la mayoría de los gobiernos con el pie cambiado porque han subestimado la capacidad de contagio del virus que empezó a actuar en China o porque no han sabido o podido atajar sus efectos. El economista José Carlos Díez ha lamentado este miércoles durante la celebración del Foro Joly –organizado por el Grupo Joly y Caixabank– la gestión política que se ha realizado en España e incluso dudó de la capacidad de muchos gobernantes ante esta situación.

“Hay países que han controlado el virus y España no lo ha hecho. Hay que hacer una reflexión honesta sobre qué estamos haciendo mal”, comentó este economista, quien añadió que “el trauma es tan brutal que es lógico pensar que llegará una vacuna que nos va a salvar y si llega será fantástico, pero si no llega hay que tener también un plan de contingencia previsto”.

“La pandemia acabará porque si no supiéramos acabar con los virus no seríamos la especie dominante”, subrayó Díez, quien considera que “fue un error gravísimo abrir las fronteras sin ningún control previo de PCR”.

Díez criticó que “no tenemos la clase política de la Transición, ha bajado la calidad y hay que hacer atractiva la política para que los mejores puedan entrar ahí porque las personas que están tienen poca experiencia de gestión”. Este experto puso como ejemplo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “que pasó de ser community manager del PP a presidir la comunidad autónoma y eso es algo que no debería pasar”. También dudó de la experiencia de gestión del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, o del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, aunque afirmó que “un par de años y una pandemia es un máster para él”.

Díez ve además en estos momentos poca capacidad de cambio. “No hay alternativa al PSOE porque el PP no tira”, dijo este economista que aboga, visto lo visto, por “acostumbrarse al virus, trazar los brotes y hacer confinamientos de forma selectiva”, pero con cabeza y conocimiento. “Somos un país maravilloso, nadie tiene ni zorra idea y todo el mundo opina de lo que pasa en Carabanchel”, bromeó.