Luz verde para que Atalaya Mining explote la subestación de su nueva planta fotovoltaica
Las instalaciones, que la empresa está poniendo en marcha en colaboración con Endesa, una de las mayores para autoconsumo construida en España y la primera que dé servicio a una mina
Atalaya Mining acaba de recibir el visto bueno administrativo para la explotación parcial de la subestación eléctrica de la nueva planta fotovoltaica que dará servicio a la mina de Riotinto y que la compañía minera está desarrollando junto a Endesa.
La planta solar, compuesta por 75.000 paneles, es una de las mayores para autoconsumo construida en España y la primera que dé servicio a una mina. La fotovoltaica ha supuesto una inversión de 30 millones de euros para generar el 22% de la energía necesaria para el funcionamiento de la operación, permitiendo una reducción anual de más de 40.000 toneladas de emisiones indirectas de CO2, el equivalentes al consumo de 173.000 barriles de petróleo o comparable a la absorción de carbono de 240.000 árboles, una cifra “importante”, expone la empresa en un comunicado, para los objetivos climáticos de la mina, en la que el consumo eléctrico supone más del 60% de su huella de carbono.
El permiso, que ha sido entregado por la delegada territorial de la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía en Huelva, Lucía Núñez, en un encuentro en el que ha sido recibida por el director general de Atalaya Mining, Enrique Delgado, ha contado también con la participación de la responsable territorial B2B de Endesa, Cristina Guirado.
La histórica mina de Riotinto será la primera de España que contará con su propia instalación de autoconsumo solar fotovoltaico, que además es una de las mayores instalaciones de autoconsumo industrial del país, con una superficie de captación solar de 234.810 m2 que estará emplazada en 60 hectáreas de suelos mineros históricos. En total se instalarán 75.765 paneles fotovoltaicos, de 650 y 655 Wp de potencia e inversores de última tecnología, montados en una estructura metálica de acero, diseñada siguiendo las características del terreno para aprovechar de la forma más eficiente el recurso solar. Una de las grandes ventajas es que esta instalación fotovoltaica quedará en servicio incluso después del fin de la vida de explotación minera, generando empleo e ingresos para el territorio de manera indefinida.
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