El presidente chipriota rechaza haber ayudado a familiares a sacar dinero del país antes del 'corralito'
Anastasiadis sale al paso de las informaciones que aseguran que una empresa de su consuegro habría realizado una trasferencia de unos 21 millones a dos entidades de Londres tres días antes del primer acuerdo con el Eurogrupo.
El presidente de Chipre, el conservador Nikos Anastasiadis, rechazó este lunes haber dado información privilegiada a su entorno familiar para posibilitar que sacaran dinero del país y aseguró que ha encomendado a la comisión investigadora creada a estos efectos que analice también este caso. "Quisiera dejar clara una cosa sobre todo esto: ni sabía ni tampoco hubiera sido posible dar informaciones privilegiadas justo en el momento en el que estaba luchando en la madrugada del sábado (15 de marzo) por evitar lo que nos han impuesto", aseveró hoy el mandatario chipriota.
Anastasiadis salió así al paso del rotativo chipriota Jaravyí, afín al partido comunista AKEL, que asegura que una compañía chipriota, cuyo propietario es el consuegro del presidente, habría realizado una trasferencia de unos 21 millones de euros desde el Banco Popular (Laiki) a dos entidades financieras en Londres, tan solo tres días antes del primer acuerdo con el Eurogrupo. "Creo que esto ha sido ya respondido" dijo Anastasiadis al referirse al desmentido que la misma empresa publicó ayer.
El presidente subrayó que, pese a todo, ha dado instrucciones para que la comisión encargada de depurar responsabilidades políticas y bancarias en torno a la crisis investigue también "cualquier cosa que se refiera a mi personalmente o a familiares". Anastasiadis hizo estas declaraciones a la salida de una iglesia donde se celebró una misa con motivo del Día de la Independencia de los británicos (1960). Está previsto que la citada comisión comience a trabajar el martes. Entre los asuntos que más atención mediática atraen figura la presunta salida del país de millones de euros en los días previos al primer acuerdo con el Eurogrupo, en el que se preveía la imposición de una tasa a todos los depósitos bancarios, iniciativa que fracasó en el Parlamento.
Pero el escándalo mayúsculo lo constituye el reparto de prebendas entre políticos, empresarios y sindicalistas por parte de los tres principales bancos del país, el Banco de Chipre, el Popular y el Banco Heleno. Desde que la prensa chipriota y griega publicara esté escándalo a comienzos de la semana, no ha pasado ningún día sin nuevas revelaciones sobre personas y empresas a las que les fueron condonados parcial o totalmente créditos, en algunos casos millonarios, o que los obtuvieron sin tener que ofrecer garantías.
Por otro lado, Anastasiadis anunció que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar, antes de 15 días, el programa urgente de reactivación económica que el presidente anunció este fin de semana. El mandatario chipriota, en su primera entrevista tras el acuerdo con el Eurogrupo para el rescate financiero de Chipre, señaló ayer que su objetivo es aplicar una docena de medidas en un plazo de tres a seis meses. Con estas medidas, el Gobierno de Anastasiadis pretende desarrollar y favorecer la inversión extranjera, con incentivos fiscales, y además plantea aprobar la apertura de casinos, algo a lo que la poderosa Iglesia se resistía hasta ahora.
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