La prima de riesgo española se relaja tras superar los 375 puntos

Los rumores de compra de deuda de países europeos por parte del Banco Central Europeo (BCE) y los mensajes tranquilizadores sobre un acuerdo para el rescate de Grecia actuaron de bálsamo en la bolsa y la deuda española, que lograron superar el pánico registrado por la mañana.

La prima de riesgo de los bonos españoles a 10 años, que llegó a alcanzar los 375,7 puntos básicos, se relajó al cierre de la sesión hasta los 314 puntos, que no obstante es su segunda cota más alta desde la creación del euro después de los 335 puntos básicos marcados el lunes. El estrechamiento de la prima de riesgo se produjo porque el rendimiento de los títulos españoles a 10 años cayó hasta el 5,854 por ciento, después de haber alcanzado el máximo diario en el 6,233 por ciento.

Por su parte, el principal selectivo de la bolsa española, el IBEX 35, logró recortar las pérdidas máximas del 4,08 por ciento registradas por la mañana y cerrar con una meritoria caída del 0,69 por ciento, que le mantiene por encima de los 9.600 puntos. El IBEX 35 enlazó no obstante siete sesiones consecutivas de pérdidas, en las que ha bajado el 8,66 por ciento, lo que hace que desde que comenzó 2011 retroceda un 2,59 por ciento.

En el cambio de tendencia del selectivo español jugó un papel crucial la banca, que terminó con subidas (del 0,22 por ciento en el caso del Santander y del 0,72 por ciento para el BBVA) tras llegar a anotarse pérdidas superiores al 4 por ciento en el caso de las dos grandes entidades financieras.

La calma empezó a retornar a los mercados después de que se desataran los rumores de que el BCE había comprado deuda de algunos países periféricos y de que Italia, que aprobará esta semana su plan de ajuste fiscal, consiguiera cerrar su subasta de deuda a un año cumpliendo sus metas de colocación. Aunque se mantiene la preocupación por la posibilidad de que el rescate de Grecia se aplace por las divergencias sobre la parte que tienen que asumir los acreedores, los mensajes tranquilizadores enviados desde Bruselas también contribuyeron a apaciguar los ánimos.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, aseguró por ejemplo que el 99 por ciento del acuerdo está ya hecho, mientras que el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, inició los contactos para convocar una cumbre para el próximo viernes con el objetivo de consensuar definitivamente las fórmulas de rescate a Grecia y abordar el contagio a Italia y España. Esa reunión, que coincidiría con la publicación de los test de solvencia de la banca europea, está de momento en el aire por las reticencias de países como Alemania y Holanda.

Van Rompuy estuvo reunido con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien apeló a la responsabilidad de los países "más poderosos" de la zona del euro para calmar los ataques contra la deuda de los países periféricos, provocados por las incertidumbres sobre la respuesta de Europa a la situación griega. Zapatero también pidió "una respuesta europea firme, articulada, clara y rápida" para "devolver la confianza" a los mercados y cortar el "grave episodio" que afecta a la deuda de países como Italia y España. Entre las voces tranquilizadoras también destacó la de la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, que aseguró que las aguas volverán a su cauce tras reunirse con Zapatero.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, se unió al Gobierno para destacar la solvencia de España, aunque apostilló que el país necesita "un cambio total" basado en "un nuevo mandato reformista" para comenzar a recuperar la economía y generar confianza dentro y fuera de las fronteras.