José María Bellido: "Quiero gobernar en solitario, eso nos va a permitir mejorar la gestión"
Entrevista al alcalde y candidato del PP a la reelección en Córdoba
El candidato a la reelección por el PP asegura que su "vocación" es ser alcalde de la ciudad y piensa a cuatro años, "el horizonte que marca la ley"
Compromete un aumento de la plantilla municipal y un crecimiento de la ciudad "con zonas verdes y equipamientos"
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Bellido renueva su "compromiso" con Córdoba y apela a continuar el camino "juntos"
José María Bellido llega sonriente a la entrevista, primera cita de una repleta agenda de campaña. Asegura estar satisfecho con las sensaciones que está recogiendo en la calle y en los múltiples actos que el PP ha realizado hasta ahora. Es casi un balance de campaña, porque, aunque estamos en el ecuador, en Córdoba este viernes se pueden dar prácticamente por acabada la actividad electoral al uso: llega el sprint final de la Feria, la búsqueda del voto entre farolillos.
Finaliza un mandato muy complicado. ¿Cuál es su valoración?
Efectivamente ha sido un mandato complicado por la situación inesperada que hemos vivido con la pandemia. Empezamos como un tiro y de golpe llegó el covid, que fue terrible para todo el mundo. Perdimos a seres queridos, desapareció una actividad tan importante como el turismo, había personas a las que día a día les costaba salir adelante. Pero salimos de eso, juntos, y luego vino todo lo contrario, una noticia fantástica como es la concesión de la Base Logística del Ejército de Tierra, que nos hizo recuperar el sentimiento de orgullo, de que cuando queremos algo lo podemos lograr. Yo creo que el saldo es positivo, la Córdoba de hoy está mejor que la Córdoba del 2019. Tiene un futuro por delante, con proyectos logísticos, con proyectos verdes, con menos paro y sobre todo, hemos recuperado ese orgullo de ciudad, de ver que cuando nos unimos logramos cosas.
Y sobre el funcionamiento del Gobierno de coalición, ¿ha quedado satisfecho?
Quedo satisfecho porque hemos sacado la ciudad adelante que no es poco decir. Córdoba ha funcionado. Superamos un momento tan difícil como el covid, hemos logrado un gran proyecto para la ciudad, hemos construido zonas verdes, tenemos un balance en cultura que es muy positivo y sobre todo ha sido un gobierno muy leal. Entre nosotros hemos sido leales y hemos dado estabilidad a la ciudad. En estos cuatro años Córdoba no ha tenido vaivenes, no hemos tenido sobresaltos que impidieran que la ciudad siguiera creciendo.
Tras incorporar a la lista del PP a Isabel Albás, ¿prevé contar con el resto de los concejales de Ciudadanos en la estructura municipal?
Empiezo por Isabel. Ha sido una buena primera teniente de alcalde, ha dado estabilidad al Gobierno, ha sido leal y ha hecho un proyecto que creo que va a quedar por muchos años en la ciudad, el del espectáculo nocturno del Alcázar. Y su incorporación también es un gesto para decir a todos aquellos que votaron a Ciudadanos que tienen su casa en el Partido Popular y que queremos unir esas opciones de centro derecha bajo la sigla del PP. En cuanto a los otros tres concejales, estoy muy agradecido por la labor que han hecho en este tiempo. Somos un gobierno, lo tengo claro y el día de mañana, ya veremos. Los cordobeses tienen que votar, tienen que decidir quién quiere que sea su alcalde o alcaldesa. Y cuando yo tenga esos resultados, ya pensaré en el resto del equipo. Pero antes me parece una falta de respeto hacia los votantes. No lo descarto, son personas que creo que han trabajado bien, pero tampoco lo confirmo.
Durante la campaña he estado llamando al voto para conseguir una mayoría suficiente, ¿suficiente para gobernar en solitario o suficiente para poder pactar?
Una mayoría suficiente para gobernar en solitario. A pesar de que estoy satisfecho con el gobierno de coalición, también tiene su servidumbre. Supone ceder en programa, ceder en espacios de gobierno, ceder en responsabilidades que muchas veces a uno le gustaría tener más directamente. Y yo lo que les digo a los cordobeses es que, si Córdoba está mejor, me den su confianza y lo hagan de una forma mayoritaria, con una mayoría suficiente para gobernar solo, porque eso va a hacer que el cambio continúe y nos va a permitir mejorar la gestión de ese cambio. Por eso, a los votantes que votaron en el pasado al PP, a los que votaron cambio, a los votantes desencantados del Partido Socialista les pido que conformemos una mayoría centrada, una mayoría moderada y que sigamos construyendo esa Córdoba entre todos.
Eso es tanto como pedir una mayoría absoluta. Vox asegura que en este nuevo periodo electoral para apoyar a los gobiernos reclamará formar parte de ellos.
En las elecciones locales, salvo que el día que se constituya el Pleno haya un candidato que tenga una mayoría absoluta de los votos, quien gana las elecciones es alcalde o alcaldesa de forma automática. Tendría que ser al revés, que Vox votara a otro candidato para evitar que si el PP llegase a la Alcaldía si gana las elecciones. Y confío en que Vox no apoyará en ningún caso al candidato del PSOE a la Alcaldía.
Sería alcalde, pero tendría un escenario complicado de gobierno sin un socio que lo apoye.
En estos cuatro años hay algo que también creo que hemos demostrado, que es capacidad de diálogo. Hemos aprobado unos presupuestos con la abstención del Partido Socialista, el plan de choque contra el covid con el apoyo de todos salvo Vox, los remanentes de inversión año tras año con mayorías variables. Pero evidentemente yo lo que quiero es una mayoría todavía más amplia para seguir dialogando, siempre es bueno, pero hacerlo con más convicción y con más fortaleza en nuestras posiciones.
La Base Logística casi ha finalizado el trámite urbanístico. ¿Qué más va a hacer el Ayuntamiento para aprovechar las posibilidades de ese desarrollo, más allá de la zona militar?
Hasta ahora creo que hemos hecho las cosas rápido y bien. En poco más de dos años el proyecto ya está financiado, hemos dado los 25 millones de euros que estaban comprometidos con el ministro de Defensa, hemos aprobado la innovación del plan urbanístico y nos quedan dos trámites que ya son de menor calado, la reparcelación y la cesión de la parcela a Defensa. Córdoba ya ha cumplido sus compromisos administrativos y me parece muy importante. Defensa también está cumpliendo y ha licitado ya el contrato de la urbanización de su parcela. ¿Qué es interesante para Córdoba? Nosotros desarrollamos 1 millón de metros cuadrados anexos, una pequeña parte pública de la Junta Andalucía pero la inmensa mayoría de propietarios privados, de un suelo logístico, no un polígono al uso. Son parcelas que se pueden agregar hasta tener un tamaño más grande y con viarios de gran tamaño. Lo primero es difundir ese proyecto y estoy convencido de que va a haber empresas, y muy pronto, que van a empezar a anunciar que vienen a Córdoba a trabajar con Defensa y a traer parte de su producción a nuestra ciudad. ¿Qué más tenemos que hacer? Seguir desarrollando suelo. Para el siguiente mandato queremos desarrollar otros 3 millones y medio de metros cuadrados de suelo logístico, 350 campos de fútbol puestos a disposición de las empresas para que vengan aquí a trabajar, a hacer industria, industria logística, tecnológica, de defensa. ¿Dónde? En la segunda fase de ese Plan de La Rinconada y lo que llamamos El Álamo II. Y luego, preparando a las empresas para que puedan contratar y a los trabajadores locales para que puedan optar a los empleos de esa Base Logística y de todas estas industrias que queremos que se instalen en los suelos.
Ese desarrollo logístico llega tarde en una ciudad con la ubicación geográfica de Córdoba. ¿Por qué no se ha aprovechado hasta ahora?
Porque la apuesta de la Junta de Andalucía, del Partido Socialista, históricamente en el desarrollo logístico de Andalucía fue Antequera. Es así de simple. Y no quiero entrar en rivalidad, que yo me alegro de que a Antequera le vaya bien. Lo que voy a hacer es que a Córdoba también le vaya bien en el futuro. En eso ha sido clave el papel de la base logística, necesitábamos que hubiera un proyecto tractor que permitiera desarrollar ese potencial que estaba ahí. Pero que hasta ahora la apuesta ha sido en Antequera, donde la Junta Andalucía volcó el Puerto Seco, la inversión en logística, porque había una persona que todos conocemos muy importante en el Partido Socialista que era Antequera. Pero ahora es el momento también de Córdoba. Vamos a desarrollar nuestro suelo y necesitamos que ahora vengan otras infraestructuras, en las que además somos socios de Antequera. Necesitamos que venga el Ramal Central del Corredor Ferroviario, la autopista ferroviaria de Algeciras a Zaragoza.
Otro Gobierno socialista ha traído la Base Logística.
Bueno, yo he hablado de la Junta Andalucía. Es cierto que un Gobierno socialista ha traído la Base Logística a Córdoba, pero lo hemos ganado los cordobeses. Esto al final ha sido una especie de concurso donde tuvimos que ir a presentar un proyecto y el proyecto de Córdoba era sin duda el mejor. Defensa Nacional está diciendo que el apoyo a todas las fuerzas que tenemos repartidas se va a centralizar en una base. Evidentemente, son decisiones que tienen mucho razonamiento detrás.
Ha anunciado en campaña el futuro desarrollo de nuevas viviendas y barriadas pero al mismo tiempo un 20% de los inmuebles de la ciudad están sin uso, hay barrios que se están vaciando. ¿No es una contradicción?
Tenemos que actuar en dos vertientes. Córdoba tiene un grandísimo plan general del año 2001, muy bien pensado y seguimos teniendo potencial de crecimiento, hay barrios que están todavía por desarrollarse. Eso ha hecho que en los últimos cuatro años hayan sido 5.000 nuevas viviendas las que se hayan autorizado, se han construido o se están construyendo, mil de VPO. Eso ha permitido que Córdoba crezca de forma ordenada y que los precios de la vivienda hayan estado mucho más moderados que en otras capitales de provincia. Nosotros queremos que siga creciendo y que lo haga también en zonas verdes y equipamientos. Y al mismo tiempo tenemos que actuar en lo que se denomina la ciudad consolidada, es decir, lo que ya existe. Hay dos planes de vivienda uno en el Figueroa y otro en Ciudad Jardín para rehabilitar edificios, fundamentalmente para ahorro energético y mejoras de fachadas y cubiertas. Tenemos que mejorar otras viviendas que no tienen ascensores, como en Fuensanta, Santuario, Levante y luego, de forma diseminada, por muchas zonas de nuestra ciudad. Y en tercer lugar, tenemos que actuar en el casco, que es la zona más delicada. Ahí sí tenemos que modificar el plan, que es muy garantista y tenemos que flexibilizarlo, para que los propietarios de viviendas tengan menos rigidez a la hora de rehabilitarlas, para facilitar que tengan acceso a energías limpias. Tienen que tener las mismas comodidades para vivir que las que tenemos en el resto de barrios.
Un problema enquistado en la ciudad es la situación de pobreza de varios barrios. En el ranking de los 15 más pobres de España están persistentemente cuatro/cinco de Córdoba.
Tenemos que combatirlo desde la globalidad. La mejor forma de que en esos barrios haya futuro es con el empleo. Tenemos que seguir haciendo proyectos como el desarrollo logístico y del turismo para que haya más oportunidades. También hay un problema de concepción del diseño de ciudad. No podemos concentrar la masa de vivienda social sólo en determinadas zonas. Lógicamente, se ha ligado esa vivienda social a personas en situación de pobreza, de paro, de desigualdad. Y por eso las estadísticas siguen así. ¿Qué podemos hacer? Intentar que esas personas encuentren un trabajo. Me parece mucho más inteligente el diseño que se hizo luego en el Plan General, que en cada barrio que se construya en la ciudad tenga que haber un 30% viviendas de protección oficial. Eso es una forma de integrar.
Arrancó la campaña anunciando una nueva bajada de impuestos, plurianual. ¿Hasta dónde va a llevar esa rebaja?
Yo quiero llegar al top ten de las ciudades de más de 100.000 habitantes de España en competitividad fiscal. Córdoba era un infierno fiscal, igual que pasaba en Andalucía. En los ayuntamientos tenemos un margen que marca la Ley de Haciendas Locales para los tributos locales, que marca un tipo máximo y un tipo mínimo donde no podemos salir. Córdoba estaba al máximo en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, en vehículos, en plusvalías y muy alta en el IBI de Rústicas. Hemos bajado los impuestos que estaban al máximo, tampoco nos hemos vuelto locos.
¿Pero quiere llegar al mínimo?
No, yo quiero llegar a top ten. Nosotros hemos avanzado en competitividad fiscal. De 141 ciudades estamos en el puesto 51, en competitividad fiscal si le sumamos el esfuerzo fiscal estamos en el índice 106, cuando la media es 100. Quiero que seamos de los mejores y ese es el camino. Haremos también rebajas selectivas a familias numerosas, por placas solares, vehículos eléctricos. Y este año quiero bajar el Impuesto de Actividades Económicas.
¿Y cómo se compensará la caída de ingresos?
Pero es que no están cayendo los ingresos. Al final esas 5.000 nuevas viviendas que hemos construido son 5.000 nuevos recibos de impuesto de bienes inmuebles que entran en las arcas.
Y 5.000 viviendas en nuevos barrios a las que prestar servicios públicos.
También es cierto, pero por ahora el equilibrio lo tenemos. Nosotros tenemos un superávit en el último año de casi 30 millones de euros, un remanente, es decir, un ahorro de caja de 40 millones. Y la deuda, lo que le debemos a los bancos sigue bajando. Está ya por debajo del 50% de nuestros ingresos anuales. Cuando yo llegué en 2011 a la Delegación de Hacienda, estaba en 115 de nuestro ingreso anual. Ahora mismo hay margen para seguir bajando.
¿Prevé un aumento de la plantilla municipal?
Sí. En los últimos cuatro años se han incorporado más de 500 personas a la plantilla municipal. Creo recordar que en el anterior mandato no llegaban a 200.
Con un estricto límite a la contratación.
Yo hablo de lo que yo puedo hacer y nosotros, donde hemos podido, hemos llegado a los máximos que permite la legislación y a lo máximo que podemos abarcar. Por ejemplo: ahora hay una oposición de administrativo. Para 83 plazas se han presentado 6.000 personas aproximadamente. Hemos reforzado mucho la Policía, los bomberos. Ahora necesitamos más personal en Sadeco. Tengo el compromiso de destinar al menos unas 200 personas, necesarias para lograr la plantilla que se ha ido perdiendo. Tenemos que seguir incorporando barrenderos, limpiadores, personas que recojan la basura. Y policías, bomberos, en atención ciudadana. Ese es el compromiso que tengo.
¿Se marca una cifra objetivo?
No sé decir una cifra global, dependemos de los límites que nos pongan también las leyes estatales.
Precisamente la limpieza es una de las quejas generalizadas en la ciudad.
Sí, ahí hemos tenido un problema más que con la limpieza en sí, con el tratamiento de la maleza, de las malas hierbas, que dan muy mala sensación. El problema arranca de dejar de usar un pesticida, el glifosato. Empiezo por pedir disculpas a quienes no hayan estado cómodos con la situación que se ha dado, pero había que dejarla crecer para cortarla. Se han quitado de 3 millones de kilos de malas hierbas en el término municipal. Son más de 50.000 alcorques, 250 solares y ahora mismo ya sí está todo bien, es decir, siempre quedarán cosas por hacer pero se ha normalizado la situación. ¿Qué tenemos que hacer en el futuro? Incrementar la plantilla, porque hasta ahora la respuesta que se estaba dando, además del químico, era con contratos externos, es decir, se sacaba un contrato para recoger la naranja, otro para limpiar la mala hierba. Tenemos que incorporarlo como algo estructural de la plantilla, que se repartan las tareas entre Sadeco y la Delegación de Infraestructuras.
Hace unos días anunció a la creación de la figura de un CEO cultural, que parece tener ya un adjudicatario. ¿En qué consiste esta figura o en qué se diferencia respecto a la dirección cultural que había hasta ahora?
Queremos aunar competencias. Nosotros somos, sobre todo, una ciudad patrimonial, con cuatro patrimonios de la humanidad. Ese es nuestro principal legado que tenemos que cuidar. Pero además, Córdoba quiere ser una ciudad cultural y lo cultural tiene un impacto turístico. Si nosotros hacemos exposiciones como la del Mediterráneo Cristiano, Flora, eventos musicales, viene gente a verlo. ¿Qué ocurre? Hasta ahora la Delegación de Turismo, la Delegación de Cultura, la Delegación de Promoción, tangencialmente la Delegación de Deporte o delegaciones como Juventud o Participación Ciudadana, hacen programaciones cada uno por su cuenta. Y con esta figura quiero sobre todo coordinar. Primero el contenido, pero también ordenarlo en el tiempo, que tengamos una agenda única de actividades de manera que no nos pisemos unos a otros. Tiene que haber un coordinador, que además es una figura muy reclamada por el sector empresarial. Y es cierto que tengo pensado quién pueda hacerlo, pero soy muy respetuoso y la propuesta organizativa y los nombres saldrán si los cordobeses me dan su confianza.
¿El proyecto de José María Bellido es para cuatro años o más tiempo?
Mi vocación es ser alcalde de Córdoba y yo ahora me presento con toda la ilusión para cuatro años, que es lo que marca la ley. A partir de ahí se tienen que seguir dando varias condiciones. Primero, que yo tenga fuerza, tenga ilusión, tenga ánimo, tenga ganas, me vea con proyecto, me vea con cosas que aportar a mi ciudad. Segundo lugar, tiene que querer mi partido. No dejo de ser un militante más del Partido Popular, que por ahora me da la confianza para seguir presentándome en Córdoba. Y en tercer lugar, y lo más importante de todo, yo tengo que notar que los cordobeses quieren y eso uno lo sabe por las sensaciones en la calle, por los comentarios, por los datos que también manejamos.
¿Se ve dando el salto a la política andaluza o nacional?
Ahora mismo, no. En este horizonte además está claro que no, en política andaluza acaba de haber una renovación y las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. Yo ahora me presento para ser alcalde.
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