Llega la hora de la verdad
Elecciones municipales Córdoba 2019
PP y PSOE llegan prácticamente empatados a la cita con las urnas y confiando en lograr una amplia mayoría
El resto de partidos será determinante para conformar posibles pactos
Más de 650.000 cordobeses están llamados hoy a las urnas en una jornada electoral que será una de las más reñidas de la historia de la democracia en Córdoba. El PSOE se juega recuperar la hegemonía en la provincia y seguir la ola socialista generada a nivel nacional con Pedro Sánchez, mientras que el PP intentará mantener sus 11 alcaldías y amortiguar la caída del partido tras la llegada de Pablo Casado.
En la capital, con un empate técnico entre PP y PSOE –según todas las encuestas– y la fragmentación del voto tanto en el bloque de la derecha como en el de la izquierda a día de hoy es más que complicado aventurar quién será el próximo alcalde o alcaldesa de la ciudad. Los socialistas llegan muy confiados a la cita con las urnas y los populares convencidos de la remontada. Ganar será fundamental para cualquiera de los dos, y hacerlo con una mayoría que anule la posibilidad de acuerdos en uno y otro bando.
Córdoba tiene que elegir a 29 concejales y el reparto de los ediles entre las fuerzas políticas será clave para ver si el Pleno del Ayuntamiento sigue el modelo del Palacio de la Moncloa o el de la Junta de Andalucía. Precisamente este argumento lo han utilizado tanto la candidata del PSOE, Isabel Ambrosio, como el aspirante del PP, José María Bellido.
En el primer caso, la alcaldesa ha avalado la mayoría progresista para “frenar a la derecha” mientras que los populares defienden el modelo de gobierno con Cs que ha permitido ejecutar medidas en estos primeros meses como la bajada de impuestos o el plan de choque en sanidad. No es casualidad que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, estuviera en Córdoba apoyando a Bellido –y no el líder nacional, Pablo Casado–, mientras que Pedro Sánchez sí arropó a Isabel Ambrosio.
La Alcaldía, por tanto, es cosa de dos, pero el resultado del resto de fuerzas políticas que concurren a las elecciones también será clave. Todas las miradas apuntan a Cs, el partido que más está creciendo y que ha tenido en su candidata, Isabel Albás, un revulsivo tras una etapa más bien discreta del actual grupo municipal. La formación naranja puede ser la clave ya que podría dar la mayoría absoluta a PP o PSOE. El problema es que Cs no ha desvelado cuál sería su preferencia en ese caso, si se decantaría por la lista más votada o si quiere replicar el pacto andaluz.
IU será otra de las claves a la hora de formar alianzas. El candidato de la federación de izquierdas, Pedro García, se ha situado como el único voto útil de la izquierda y su gran objetivo será mantener los cuatro ediles que logró en 2015. En esa cita electoral compitió con Ganemos Córdoba, que este año ya se sabe que no se ha podido presentar, por lo que habrá que ver adonde van a parar los más de 18.000 votos que logró la agrupación de electores.
La composición que resulte del Pleno, sea cual sea, cambiará considerablemente con respecto a la que ha habido estos cuatro años. En primer lugar porque los partidos tradicionales han cambiado muchas caras en sus respectivos equipos y, en segundo, porque hay formaciones que no repiten y otras que pueden irrumpir por primera vez en la política local. En el primer grupo están UCOR y Ganemos –que no se presentan las elecciones, cada una por motivos complemente distintos– y, en el segundo, Podemos y Vox.
La formación morada, que en Córdoba encabeza la lista Cristina Pedrajas, apenas tiene implantación ni estructura en la ciudad y gran parte de sus integrantes están enfrentados. Las opciones pueden venir precisamente por la decisión que tomen los votantes de Ganemos.
Vox también irrumpirá con toda probabilidad en el Pleno, aunque con menos fuerza de la que demostraron en las elecciones autonómicas y en las generales.
Todo puede pasar. Lo que está claro es que llega la hora de la verdad.
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