Sílvia Domènech se convierte en directora general de La Fageda
Josep Maria Bonmatí, vicepresidente del patronato, sustituye a Cristóbal Colón al frente de este órgano de La Fageda y el fundador se mantendrá como presidente de honor. La Fageda refuerza su apoyo a la diferencia
Sílvia Domènech se convierte en directora general de La Fageda y Josep Maria Bonmatí, vicepresidente del patronato, sustituye a Cristóbal Colón al frente de este órgano de La Fageda, pues el psicólogo Cristóbal Colón, de 75 años, deja la presidencia y dirección general del proyecto que ha liderado desde su creación en 1982. Con su decisión, Colón culmina el proceso estratégico que inició en 2013 para garantizar la perdurabilidad y sostenibilidad del proyecto.
El proceso contemplaba ejecutar una serie de acciones, entre las cuales destacan, por un lado, un plan de inversiones que ha permitido renovar y mejorar tanto las infraestructuras industriales como los servicios a las personas que atiende la organización, y por otro lado, la preparación del relevo generacional en la gobernanza y dirección de La Fageda.
Así, por un lado, el economista Josep Maria Bonmatí, hasta ahora vicepresidente del patronato y del cual es miembro desde hace unos quince años, se convierte en presidente del máximo órgano de gobernanza de la entidad. Por otro lado, la garrotxina Sílvia Domènech, se convierte en directora general, después que Colón la nombrase directora adjunta en 2019, y que se incorporase al proyecto como directora comercial en 2012.
Cristóbal Colón expresa su confianza en el futuro de la organización que creó cuando tenía 33 años: “Está en muy buenas manos, me siento muy tranquilo por el compromiso y la solvencia profesional de los patronos y directivos”. El fundador de La Fageda deja el mando de la organización satisfecho y convencido “que a lo largo de estos 42 años nuestro trabajo ha dado sentido a la vida de muchas personas. La suma del tiempo y esfuerzos dedicados al proyecto han valido la pena de una manera inmensa”. Colón agradece “la confianza y el esfuerzo de todas las personas, familias e instituciones que a lo largo de la historia de La Fageda nos han dado soporte. Sin todos ellos, La Fageda no sería lo que es”.
Proyecto social
En abril de 1982, acompañado por el psiquiatra Josep Torrell, llamó a la puerta del entonces alcalde de Olot, el empresario Joan Sala, para pedirle un local en el que montar una empresa que daría trabajo a una quincena de personas afectadas con enfermedades mentales.
Profundamente impactado por las vivencias en los hospitales psiquiátricos de Zaragoza, Martorell y Salt, y convencido del poder transformador del trabajo y de su capacidad para dar sentido a las vidas de las personas que perdían su dignidad en aquellos entornos, concibió el sueño de impulsar una empresa social con la clara misión de mejorar la vida de estas personas.
Naturaleza no lucrativa
El alcalde le transmitió su confianza para llevar a cabo aquella “locura”, y aquello que empezó en un pequeño local del antiguo convento del Carme de Olot, es hoy una organización que reúne a más de 500 personas, que ha posicionado en el mercado una marca de calidad muy querida, que mantiene inalterable su misión y naturaleza no lucrativa.
La trayectoria que ha seguido La Fageda bajo su liderazgo, acompañado por su mujer, la terapeuta Carme Jordà, lo ha convertido en un proyecto destacado de la economía social que compite en el mercado con grandes multinacionales. El modelo socio empresarial de La Fageda es un ejemplo de integración social y laboral de personas con discapacidad intelectual y trastorno mental.
Cristóbal Colón ha recibido varios reconocimientos por el impacto social y económico del proyecto que ha creado. El próximo sábado 9 de marzo, el Ayuntamiento de Olot le entregará la medalla de la ciudad.
La directora general de La Fageda, Sílvia Domènech, valora el reconocimiento como “un elogio al esfuerzo, al coraje, a la perseverancia y a la lucha ante las adversidades, que han sido muchas durante estos cuarenta y dos años. Cristóbal tiene la capacidad de convertir en posible lo improbable”.
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