"La pandemia nos va a dejar huella durante mucho tiempo"
Entrevista a Susana Rodríguez, médico y triatleta
La doctora gallega fue reconocida por la revista 'Time' por su labor sanitaria y deportiva. Forma parte del documental 'Somos únicxs' contra el 'bullying'
A la doctora Susana Rodríguez Gacio (Vigo, 1988) se le quedan cortos todos los calificativos de superación que quisieran expresarse. Oro paralímpico en Tokio, fue la primera española con graves problemas de visión en ser médica tras licenciarse en la Universidad de Santiago y después de licenciarse en fisioterapia en Vigo. Además del oro fue quinto puesto en 1.500 metros en los juegos del pasado año y en mundiales de triatlón, desde 2012, suma cuatro oros, dos platas y dos bronces. Lo de ser portada en 'Time' es lo mínimo que la humanidad podía reconocer a esta médica en primera fila del covid y campeona indiscutible ante la vida, que aparece en el documental Somos unicxs.
-Usted ha sido portada de la revista Time ¿cómo se encaja algo así, a la altura de grandes personajes históricos?
-Me habían hecho un reportaje que yo sabía que iba a salir en la revista Time, pero jamás pensé que iba a salir mi foto en la portada. Y me enteré por twitter, como nos enteramos ahora de todas estas cosas sorprendentes, por las redes sociales. Llegaba de entrenar, a tope, y no me esperaban tantos comentarios, tantas llamadas. Esa foto fue una sorpresa para mí y para todos.
-¿Qué le decían en esos días?
-Me decían que esa portada me iba a cambiar la vida. Yo, que soy tan ingenua, le quitaba importancia. "Sólo es una foto", pensaba. Pero sí, es verdad, me ha cambiado la vida. Fue un boom. Me ha conocido mucha más gente, se ha reconocido más la labor de los paralímpicos.
-¿Y quién tuvo esa magnífica idea de localizarla, de hacernos saber de su historia?
-La revista quería hacer un reportaje que hablara de personas que se estuvieran preparando unos juegos tan especiales como los de Tokio, buscaban a deportistas en todo el mundo que fueran a competir y que también hubiesen estado trabajando entre los sanitarios en la pandemia. En esa búsqueda apareció mi nombre, ya que salí en otros medios aquí en España y así me localizaron.
-Al haber vivido tan de cerca la pandemia ¿qué sensación le dejan estos años tan difíciles para el conjunto de la humanidad?
-Ha sido duro y recordaremos el desafío que fue para todos y de qué manera lo pudimos ir superando. Yo creo que lo más duro fue al principio de todo. Era una situación totalmente desconocida e imprevista. Cuando te enfrentas siempre a algo parecido, algo que no conoces, es normal que surja la incertidumbre. Las consecuencias fueron terribles en aquellas primeras semanas. La situación sigue siendo preocupante y la pandemia nos va a dejar huella durante mucho tiempo, pero lo más grave, por desconocimiento fue al principio.
-¿Cómo lo vivieron en el hospital?
-Desbordados. Sólo sabíamos que esta amenaza había nacido en un sitio llamado Wuhan, que nadie podía dar respuestas. Y te enfrentas a algo así, con enfermos. Fue muy complicado.
-Usted forma parte del documental Somos unicxs: las caras del bullying ¿cómo ha sido su experiencia personal ante el acoso?
-Vivimos en una sociedad en la que desde edades muy tempranas nos acostumbramos a señalar a los demás, por cualquier motivo por el que los veamos diferentes. El bullying, el acoso escolar es algo de lo que ahora se habla, pero que ha afectado a mucha gente, a muchos niños y adolescentes. Ha habido muchos más casos de buillying de los que se registran porque habrá habido menores que nunca quisieron contarlo. En mi caso, por mi condición genética de albinismo, era muy frecuente escuchar comentarios despectivos. Sabes que físicamente era distinta y eso te hacer ser susceptible de recibir palabras hirientes. Es una situación incómoda que se maneja según tu entorno y la protección de tu familia. Cuando supe de este proyecto de Buendía Studios y la Fundación Cola Cao, con un grupo de deportistas, como es mi caso, es bueno que compartamos nuestros testimonios como ayuda a los niños, las familias, los maestros. Cuantos menos niños lo sufran, mejor.
-¿Dónde se produce más el bullying, en los colegios, en el entorno de los vecinos, en la calle en general?
-Yo creo que se produce más en los colegios. Pasas muchísimas horas de tus primeros años y es un lugar donde se producen situaciones sin el control de los adultos, eso hace que se originen momentos de agresiones a lo que se suman determinadas 'armas tecnológicas' por llamarlas de alguna manera que pueden hacer mucho daño a los vulnerables.
-En su caso ¿quién le ayudó para que las garras tóxicas del bullying no le dejaran secuelas mayores?
-Para mí, por supuesto, fue fundamental la ayuda de mi entorno familiar. Desde muy pequeña me facilitaron mucho compartir lo que me pasaba. Me costaba, pero estaban siempre a mi lado para apoyarme en el día a día. Estaban pendientes cada día de cómo me había ido en el colegio, en los deportes. Me preguntaban con quién había estado en el patio, con quién jugaba. Eso permitió que cuando tuviera cualquier problema, lo compartiera. El principio de la solución al bullying es compartir lo que te pasa. No me puedo imaginar qué puede ser de esos niños que no tienen a nadie para compartirlo.
-Su hermana, que ha sido su mayor compañera de juegos sería también muy importante.
-Mi hermana fue consciente siempre de mi discapacidad, de mis condiciones diferentes. Ella si veía alguna circunstancia tensa contra mí venía a echarme una mano. Debes sentir que hay siempre alguien para ayudarte cuando notas sospechas de acoso.
-Sin entrar en detalles innecesarios ¿había quiénes pretendían burlarse de usted por sus problemas de visión?
-No, era más sobre el albinismo. Tengo una apariencia física muy particular.
-¿Los niños que acosan a otros tendrían un retrato concreto?
-No lo he analizado a fondo para hallar factores detonantes. En resumen no puedo entender que haya niños que quieran agredir, presionar a otros niños por su aspecto, sus condicionantes.
-Pero ¿qué deberíamos hacer los mayores para proteger y para prevenir?
-En primer lugar escuchar a los niños, permitir que cuenten sus vivencias, lo que piensan, lo que sufren. En eso los adultos pueden facilitar que surjan las preocupaciones.
-Usted de pequeña jugaba con su hermana a participar en los Juegos Olímpicos. Ha cumplido su sueño con creces ¿por qué país participaba?
-Por España. A mí me gustaba España y yo soñaba con participar por mi país.
-Se pintaba las banderas en la ropa ¿qué país ponía en la camiseta?
-Pintaba la bandera española, que es la mía. Mi hermana sí que ponía otras banderas más pintorescas, pero más por los colores, por raras.
-Cuando lleva tantas horas nadando, corriendo, ¿qué se le viene a la cabeza?
-Pienso siempre que hay que seguir trabajando, que merece la pena levantarte todos los días para ayudar a los demás en el hospital y también cumplir tus sueños de deportistas. Lo pienso constantemente, pero es algo que va conmigo.
-¿El futuro siempre tiene forma de medalla?
-Es un regalo, un reconocimiento. Como en el triatlón, lo emocionante es siempre el camino y superarte.
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