"Es posible que la libertad sea una ficción del cerebro"

Francisco Correal

02 de octubre 2011 - 01:00

-En este hotel (Meliá Sevilla) se presentó el Mundial de ajedrez que en 1987 disputaron Karpov y Kasparov. ¿Es el ajedrez el deporte del cerebro?

-El Deep Blue de IBM le ganó a Kasparov. El ajedrez es un juego de lógica, pero el cerebro es más que lógico. En cuestiones matemáticas es más fácil que la máquina le gane al cerebro; en otros asuntos sería más difícil.

-Decía Pascal que hay razones del corazón que la razón no comprende. ¿Y las razones del cerebro?

-Le sobran. La inmensa mayoría del subconsciente. Se calcula que más o menos diez millones de bits (dígitos binarios) llegan al cerebro. ¿Sabe cuántos controla el consciente? Unos cuarenta. El cerebro toma decisiones mucho antes de ser consciente de que las toma. Es posible que la libertad sea una ficción cerebral.

-¿El cerebro, dueño o mayordomo de la persona?

-El cerebro tiene una parte consciente y otra inconsciente. La parte consciente se atribuye todas las funciones, pero es falso. ¿Sabe que en el inconsciente es donde almacenamos toda la memoria? Cuando dices que la libertad es una ficción la gente se rasga las vestiduras, pero no les llama la atención lo de la memoria, que es mucho más importante que la libertad.

-Uno de sus libros es El fantasma de la libertad, como la película de Buñuel.

-El título lo puso la editorial. No conocía la película.

-La gente hacía las necesidades en comunidad y comía en soledad...

-¿Eso no era en El discreto encanto de la burguesía? Hay una novela de Papini, Gog, rey de Magog, en la que se reúnen para satisfacer un instinto como es la comida y se esconden para satisfacerlo cuando lo expulsamos. Igual lo copió Buñuel.

-Su apellido, Rubia, y otro de sus libros, El sexo del cerebro, remiten a una frase de Philip Marlowe: "Hay rubias y rubias"...

-El sexo está en el hipocampo y en el hipotálamo, que por cierto es distinto en el hombre y en la mujer, contra lo que opinan algunas feministas. Una cosa es la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades, pero la igualdad biológica es inexistente.

-¿Por qué se dedicó al estudio del cerebro?

-Cuando estudiaba Medicina, me dio lástima la pérdida de control de los enfermos psiquiátricos. Quise hacer Psiquiatría, pero me desilusionó. Sólo creían en las camisas de fuerza y el electroshock. Pasé a Psicología, mucha teoría y ningún experimento. Todavía hay psicólogos y psiquiatras que piensan que se puede tratar a una persona sin saber nada de su cerebro. Es una barbaridad.

-¿Tiene mejor prensa el corazón que el cerebro?

-La gente cree que el corazón es la fuente de las emociones y no es así. Es el cerebro. Aristóteles no estaría de acuerdo, pero hace mucho tiempo que vivió. Cuando decimos tengo una corazonada, nos referimos a un impulso inconsciente que procede del cerebro.

-¿Qué pasa en el sueño?

-Es cuando desaparecen las contradicciones.

-¿Dónde hizo la carrera?

-Empecé en la Complutense y acabé en Düsseldorf. Accedí a la cátedra en 1976 y en 1983 volví a España. Ahora soy emérito, tres años que están acabando.

-¿No le parece una barbaridad?

-Tampoco le tengo mucho cariño a la institución. La moneda académica se devalúa a marchas forzadas. En Alemania un profesor es una autoridad. Aquí dentro de poco todos van a ser profesores. En mi departamento, hay personas que acceden a cátedra con un tribunal que lo nombran ellos.

-Se habla de daños cerebrales. ¿Existen los beneficios cerebrales?

-Decía Cajal que el cerebro es un músculo que si no se ejercita se atrofia. El aprendizaje es posible hasta el final de la vida. Las personas que lo ejercitan son menos propensas a enfermedades del tipo alzhéimer.

-En La piel que habito, la película de Almodóvar, su paisano Antonio Banderas realiza como médico un cambio de rostro. ¿Se puede cambiar el cerebro?

-Creo que Almodóvar es así desde pequeño. Prefiero las películas de suspense.

-¿Se siente malagueño con alma alemana?

-Pues sí. Allí pasé 24 años. La etapa más importante y activa de mi vida. Por eso no me acostumbro a mi país. Estoy casado con una alemana de Lübeck. Tengo dos hijas nacidas en Alemania, una en Düsseldorf, otra en Göttingen. Yo voy más a Alemania que ellas.

-¿Ejerce de malagueño?

-Tenemos un chalé en Estepona, cerca de Manilva. En la cuesta de Casares.

-La cuna de Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza.

-Me parece algo bastante artificial. Lo que en psicología se llama un constructo.

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