Eduardo Castro | Periodista
“Mi libro es un tributo al talento de las mujeres que forjaron la tradición flamenca”
-¿Cómo pasa agosto?
-En los ensayos de Raíces de Ébano con Manuela Carrasco que abre la Bienal. Me he ido a las heroínas griegas, a Ariadna, Antígona, Medea. Personajes de tierra.
-Ya es una clásica en la Bienal...
-Tengo dos Giraldillos. Soy directora de teatro, pero desde que hice Los zapatos rojos los flamencos me llaman todos los años.
-¿No la dejan hacer teatro?
-Ya no me queda ninguno. He trabajado con Carmen Linares, con Morente, con Miguel Poveda. Creo que aporto un hilván narrativo que ha sido una revolución en la escena, y viene en los libros. Y el humor que está en Los zapatos rojos y en Dime, con Diego Carrasco y Javier Barón. Yo hago un flamenco laico, no religioso.
-¿Qué le han dado las gitanas del Vacie con las que hizo La casa de Bernarda Alba?
-A los palacios subí, a las cabañas bajé... Con ellas he ido al Teatro Español, al Arriaga, vengo dos veces en el Financial Times y me llamaron del Parlamento Europeo para una charla en Bruselas. A la familia de Lorca le encantó. Laura García Lorca, su sobrina, me encargó para septiembre de 2013 en Nueva York una versión escenificada de Poeta en Nueva York.
-¿Son mujeres lorquianas?
-Para ellas, la obra no es una tragedia, porque están acostumbradas a que se les quemen las chabolas. En la casa de Bernarda Alba guardan un luto de ocho años y ellas tampoco salen del Vacie. Ahora, después de ser famosas, las dejan entrar en el Carrefour.
-¿Aplicó con ellas el método Stanislaski?
-Al contrario. Me invitaron al poblado chabolista para que las conociera mejor. ¿Al parque temático de la Miseria? Les dije que después, si nos hacíamos amigas.
-¿Cuál era el principal reto?
-Son mujeres que no sabían leer ni escribir ni siquiera hablar, porque casi todas tienen ascendencia portuguesa. Son las más desclasadas del mundo. No están en riesgo de exclusión social. Están excluidas totalmente.
-¿Y de la exclusión al éxito?
-Me llamó Mario Gas del Teatro Español para adelantar la gira porque se cayeron del cartel Peter Brook y Viggo Mortensen. El encuentro con el público fue impresionante. Y luego no las dejaban entrar en los bares. Cuando fueron a Castellón era la primera vez que se subían a un avión y a un ascensor. Que dormían en un hotel.
-¿Un elenco ingobernable?
-Muy disciplinadas y respetuosas. Siempre al borde de entrar en la cárcel, como le pasó a Karina, porque en España se puede robar un monte, pero no se puede robar una gallina.
-El mismo día que salía Michael Phelps en una piscina de Londres con su vigésima medalla, vimos una foto de Juan Ferreras de varios niños del Vacie bañándose en una piscina de plástico...
-Yo me he bañado con ellos. Me dicen que no fume. He llevado a seis niños del Vacie y de las Tres Mil al centro Paul MCartney a representar fragmentos de El sueño de una noche de verano.
-¿Vio al cantante de los Beatles?
-Estábamos en el mismo hotel, pero estaba pendiente de otras cosas. A uno de los niños se le había muerto una hermana.
-¿El cine andaluz le está ganando la partida al teatro andaluz?
-Es el refugio laboral en esta reducción al absurdo, no sé si de Ionesco o de Karl Valentin.
-Su pueblo, Arahal, era nido de integrantes del Grapo que secuestraron a Publio Cordón...
-Una vez se hizo independiente. Ha sido un pueblo muy anarquista. Muy suyo. El 6 de septiembre tengo que dar el pregón del Verdeo y estoy volviendo a las raíces.
-¿Y qué encuentra?
-Es como la película El Festín de Babette. Después de conocer a intelectuales de medio mundo, descubres que la gente de la que más aprendiste fue de los tuyos. Mi pueblo es un poco Macondo. Mi madre, Carmen Gamboa, la mujer de Juanito López, era una mujer bellísima que con su aspecto de señora bien de pueblo le gustaba el cine de Bergman y Pasolini y antes de morirse el primer día del 92 nos dijo que fuéramos a ver París-Texas. Que con el pretexto de comprarnos ropa, nos traía a Sevilla para comprarse libros.
-Otro ilustre paisano es Manolo Jiménez, mundialista y entrenador del Zaragoza...
-Del fútbol lo que me interesa es que contiene a las masas.
-Usted adaptó al flamenco La mujer y el pelele, de Pierre Louÿs. ¿Dónde hay más peleles, en la política o en la cultura?
-En los dos sitios, pero a la cultura la están asfixiando, aplastando.
-Al anterior consejero de Turismo lo hacen de Cultura y el nuevo titular de Turismo le retira el patrocinio a la Bienal...
-Es el acontecimiento del flamenco más importante del mundo y podía ser una especie de Avignon. Viene mucha gente de fuera.
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