Botella urge a prohibir las protestas en el centro de Madrid tras los disturbios del 22-M

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quiere "ordenar" la autorización de manifestaciones en el centro de la ciudad, un objetivo que formuló ayer tras explicar que las Marchas de la Dignidad del sábado causaron al Ayuntamiento un gasto de 655.000 euros.

Botella anunció que va a solicitar formalmente a la Delegación del Gobierno en Madrid una reunión para acordar "una serie de espacios que deberían ser especialmente protegidos" frente a las manifestaciones, una propuesta que apoya la Comunidad de Madrid.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, invitó por su parte a la alcaldesa a formular su propuesta "por su cauce" y aseguró que, en todo caso, ella está siempre disponible por teléfono para atenderla.

Al tiempo, más de 600 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, se concentraban ayer ante el complejo policial de Moratalaz en Madrid para pedir que se asuman y se depuren responsabilidades por los incidentes del sábado, que dejaron 67 policías heridos.

Arropados por los sindicatos SUP, CEP, UFP y SIPE, los agentes expresaron su apoyo a los heridos, condenaron la violencia y remarcaron la profesionalidad de una unidad de elite de la Policía.

El dispositivo para las Marchas de la Dignidad estuvo integrado por 1.750 agentes, el mayor en una convocatoria de estas características, pero fallos en la coordinación del mismo, según denuncian los agentes, provocaron el aislamiento de un subgrupo de la UIP en las cercanías del Paseo del Recoletos, que fue rodeado por numerosos manifestantes sin que llegaran refuerzos. A la concentración de ayer acudieron algunos de los agentes heridos, ayudados por muletas y con señales evidentes de las lesiones sufridas, tapadas con vendajes.

Los agentes piden la dimisión del comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, del comisario jefe de la UIP de toda España, José Miguel Ruiz Iguzquiza, y del máximo responsable de esta unidad en Madrid, Javier Virsea.