El Ejecutivo vasco intentó reunir a dos víctimas del atentado de Hipercor con reclusos de ETA
Roberto Manrique no aceptó al estar pendiente de que uno de los autores le pida perdón por carta
La Dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco contactó con dos víctimas del atentado de Hipercor de Barcelona para proponerles la posibilidad de participar en un programa de mediación entre víctimas y presos de ETA.
Se trata de Roberto Manrique y de Rafael Güell, dos víctimas del atentado de la banda el 19 de junio de 1987 en el centro comercial Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona, con quienes contactaron este verano, meses antes de que la banda decidiera anunciar el cese definitivo de la lucha armada tras 43 años, tal y como anunció el 20 de octubre a través de un comunicado.
Manrique era carnicero en el supermercado y la mujer de Güell, Milagros, murió en el aparcamiento por la explosión de la bomba, y ninguno de los dos han aceptado iniciar este programa.
Manrique no quiso participar porque está a la espera de que culmine otro proceso en paralelo: que uno de los autores de Hipercor le mande una segunda misiva en la que le pida perdón directamente.
El día 4 de mayo recibió en su buzón una carta con el membrete de Lokarri dirigida a él de parte del etarra Rafael Caride Simón, miembro del comando Barcelona, condenado por su participación en el atentado de Hipercor.
La carta tiene fecha del 27 de enero de 2011 y contiene fragmentos como éste: "Reconozco el daño y sufrimiento que causaron en personas como usted las acciones llevadas a cabo durante nuestra militancia en ETA. No soy insensible al dolor que las mismas generaron; de ahí mi compromiso sincero en tratar de ayudar a cerrar esas heridas y en que nadie más sufra lo que ustedes han sufrido".
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