El PP urge al PSOE a aclararse ante la indecisión de la gestora socialista

El PP ha apremiado al PSOE a aclarar de una vez su postura sobre la investidura de Mariano Rajoy ante la falta de concreción de la nueva gestora del partido socialista, que sigue sin poner fecha al Comité Federal que, en teoría, debe decidir sobre una hipotética abstención de los socialistas.

Un Comité Federal que se va postergando en el tiempo y que aboca el debate de investidura en el Congreso a la última semana de octubre o, incluso, a los últimos días del mes, al límite máximo que expira el 31 de octubre. El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, ha reconocido que están intentado "conciliar el calendario institucional con los calendarios internos" y ha adelantado que ese cónclave no tiene por qué ser en fin de semana como suele ser lo habitual. En cualquier caso, Jiménez ya ha adelantado que la gestora no va a hacer ninguna propuesta de voto al Comité Federal.

"Nosotros no nos vamos a mojar con ninguna posición: abstención, no o sí", ha garantizado Jiménez, que ha reconocido que tampoco tiene una "bola de cristal" para saber cuál será el resultado de esa votación. Jiménez ha descartado que el cometido de la gestora sea "posicionar" al PSOE y ha hecho hincapié en que su función es, además de la "gestión del día a día" del partido, "generar las mejores condiciones para superar la tensión y la dificultades".

Una pista para la fecha de ese Comité Federal y del calendario de la investidura podría ser la decisión del Parlamento de Asturias de retrasar, a petición del presidente del Principado y de la gestora, Javier Fernández, el debate sobre el estado de la región previsto inicialmente para el 24, 25 y 27 de octubre. Compás de espera que el PP acoge con cierta inquietud ante la premura del calendario.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha garantizado que su partido respeta los procesos internos del PSOE pero le ha reclamado que tome pronto una decisión sobre la investidura de Rajoy para que ésta se pueda producir "cuanto antes". Casado ha insistido en que el PP "no pone ni condiciones ni exigencias para la abstención del PSOE" pero quiere empezar a gobernar "cuanto antes, mañana mejor que pasado".

Ha recordado que "la pelota sigue en el tejado" de los socialistas, a quienes ha trasladado el "respeto absoluto" del PP a sus discusiones internas como ha demostrado el propio Rajoy, quien ya ha mantenido "varias" conversaciones con Javier Fernández. Emplazamiento al PSOE que hace también Ciudadanos, partido que apoyaría con su voto esa segunda investidura del candidato del PP, al igual que hizo en la primera votación de finales de agosto.

Albert Rivera se ha comprometido a que su partido sea "un factor de estabilidad" si la legislatura echa a andar, aunque ha advertido a Rajoy de que la gobernabilidad se la tendrá que ganar "día a día". Rivera ha aclarado que su formación no entrará en "un pacto de gobierno" con el PP si es que se lo piden, porque es algo que ni se lo han planteado ni que hayan querido. Entretanto desde Podemos, su secretario Político, Íñigo Errejón, da por hecho que la actual gestora del PSOE ya está preparando el terreno para buscar alguna fórmula de "gran coalición" que conceda al PP "la abstención y algo más". Si se confirma, ha añadido, Podemos asumirá "el papel" que le toca en la oposición.

En una entrevista en La Sexta, ha reconocido que, para formar un gobierno alternativo al del PP, "el mayor problema no es el tiempo", sino "la voluntad política" del PSOE que ha quedado disipada con la crisis interna y la marcha de Pedro Sánchez. Tras calificar de "mala noticia" el cisma socialista, ha opinado que lo que "ha tensado las costuras" del PSOE ha sido precisamente la posibilidad de que hubiera un acuerdo con Podemos.

Una idea que ha replicado el portavoz de la gestora del PSOE, el socialista andaluz, Mario Jiménez, que ha acusado al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de tener como obsesión "volar los puentes" con el resto de formaciones de la izquierda española. Para Jiménez, fue Iglesias el que dinamitó la formación de un gobierno alternativo al del PP en la pasada legislatura.

"Lo único que buscaba como ambición desmedida era volar los puentes e intentar que no hubiera la posibilidad de diálogo aunque con ello se estuviese abriendo la puerta a una nueva victoria del PP en las elecciones", ha denunciado.