Patxi López vota insultado por varios independentistas radicales

El líder socialista vasco Patxi López, que en las elecciones autonómicas de hoy en el País Vasco tiene opciones de echar al nacionalismo del poder después de 30 años en esa región del norte de España, votó hoy en Bilbao entre gritos e insultos de la izquierda proetarra.

A la puerta de su colegio electoral lo esperaban a él y a su mujer, la concejala en el Ayuntamiento de Bilbao Begoña Gil, un grupo de radicales con carteles a favor de la autodeterminación.

Ya en el aula de su mesa electoral en el colegio Iruareta, López y Gil fueron increpados por una veintena de independentistas.

"Patxi fascista, zu zara terrorista" (Patxi fascista, tú eres el terrorista) fue una de las consignas que gritaron contra el candidato a la jefatura del gobierno vasco antes de ser desalojados por las fuerzas de seguridad.

El sufragio lo tuvo más fácil el actual "lehendakari", Juan José Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Junto a su mujer, Begoña Arregi, votó en la localidad de Llodio media hora después de la apertura de las urnas. Allí deseó un transcurso "con normalidad" de la jornada electoral e instó a los ciudadanos a votar.

"Vamos a participar para hacer este país entre todos, como lo hemos hecho hasta ahora. Que cada cual haga lo que crea oportuno, que vote a quien crea oportuno, pero tomemos parte. Creo que es bueno que de manera activa construyamos entre todos el futuro de esta sociedad", dijo.

Casi 1,8 millones de personas están llamadas a las urnas en el País Vasco en unas elecciones en las que por primera vez en 30 años los nacionalistas pueden ser desbancados del poder y sustituidos por los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero en esa región (PSE).

Según las encuestas, el actual gobierno tripartito con el PNV a la cabeza perderá la mayoría absoluta. Eso, unido a una fuerte subida de los socialistas y a un posible apoyo del PP a éstos, puede convertir a Patxi López en el nuevo "lehendakari", en sustitución de Ibarretxe.

Las de hoy son además las primeras elecciones en las que no concurre ninguna sigla del entorno político de ETA, después de que el Tribunal Supremo español anulase las candidaturas de Askatasuna y D3M.