Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
"Sus reticencias desaparecerán". Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, invita a los miembros de su formación que ven con cautela o rechazo la reforma constitucional que incluye límites al déficit a que lean el texto final, fruto del acuerdo entre el partido de Ferraz y el PP. Los 'populares' aseguran que no han tenido contacto alguno con el ex vicepresidente y que han sido José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del Ejecutivo, y Mariano Rajoy, líder de la oposición, quienes han llevado las riendas del consenso y quienes "han cerrado" el documento.
Algunos dirigentes socialistas han mostrado cierto rechazo a la reforma que incluye en la Constitución límites al déficit. Rubalcaba les pide que lean el texto final, el fruto del acuerdo entre PP y PSOE. Entonces, "sus reticencias desaparecerán", asevera el candidato a la Presidencia del Gobierno.
Los dos partidos mayoritarios quieren que los cambios se lleven a cabo con el mayor "consenso político" posible. Por eso, el ex ministro de Interior ofrece "cierta flexibilidad" a los minoritarios, aunque con algunos "límites", para no "desnaturalizar el acuerdo". En su opinión, el hecho de que la Carta Magna no vaya a recoger cifras concretas puede facilitar la adhesión de los partidos.
El texto constitucional incluye sólo los principios de este consenso. Las cifras quedarán especificadas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, de modo que el Gobierno de turno tenga margen de actuación en situaciones puntuales de crisis económica o de catástrofe y pueda gestionar con libertad las políticas sociales.
IU, UPyD, BNG y CiU, entre otros, han anunciado que apoyarán la convocatoria de referéndum impulsada por los izquierdistas. Rubalcaba recuerda que la propia Carta Magna establece diferentes mecanismos para su reforma y que sólo hay que acudir a la consulta popular cuando las novedades afecten a los derechos fundamentales.
De hecho, él no piensa que, con esta modificación, el PSOE haya cedido a los "axiomas del liberalismo", porque, "cuando hay que pagar tantos intereses de la deuda, no existen diferencias" entre la política económica de izquierdas y la de derechas: "Pido a los compañeros que hagan una reflexión porque no hay nada peor para la izquierda política que tener una deuda excesiva".
Rubalcaba recuerda que el origen de la crisis en España y otros países reside en "un sobreendeudamiento excesivo", fundamentalmente de carácter privado. La reforma impedirá que algo así se repita. Además, el candidato considera que, después de un verano "de gran inestabilidad financiera", hay que enviar un mensaje de confianza y presentar al ibérico como "un país serio, que paga sus deudas".
Así, el texto servirá para "que no se gaste más dinero del que razonablemente se puede pagar" y para evitar que se cree un déficit acumulado que obligue a dedicar todos los recursos a pagar los intereses de la deuda. "No hay nada peor que hipotecar el futuro de los gobiernos sucesivos y el futuro de los españoles", ratifica el dirigente del PSOE.
El aspirante a Moncloa no quiere concretar cuál ha sido su papel en la consecución del acuerdo. A lo largo de su vida ha participado en "muchísimas" negociaciones y "lo último" que le ha importado es quién "manejaba el timón". "Quería un acuerdo para la economía española y ese acuerdo está conseguido", sentencia.
Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso, fue más clara y subrayó que su partido no ha mantenido estos días "ninguna reunión" ni conversación telefónica con Rubalcaba. Es más, aseveró que Rajoy y Zapatero han llevado las riendas y han tomado "las grandes decisiones" del consenso, que se cerró en torno a las 01.00 horas de este viernes.
La dirigente agradeció a su homólogo en el PSOE, José Antonio Alonso, "el ambiente y la lealtad" con la que ha "encabezado" las conversaciones, en una situación "fluida y ágil". La negociación ha transcurrido "con lealtad, con respeto y con buen entendimiento". Santamaría también destacó la labor de Francisco Fernández Marugán y Txiki Benegas, los otros dos representantes socialistas.
En el 'bando' contrario, acompañaron a la portavoz Cristóbal Montoro, responsable de Economía del PP, José Luis Ayllón, secretario general del Grupo Popular, y el diputado Álvaro Nadal. Todos ellos consiguieron un pacto "bueno desde el punto de vista económico", en opinión de Sáenz de Santamaría.
La parlamentaria explicó que el texto "contribuye a mejorar la confianza que tanto necesita reforzar la economía española" y asegura mayor transparencia de gobierno; evita que se traslade a generaciones futuras las consecuencias de "los excesos" presupuestarios. También convierte a España en un actor de estabilidad de la Eurozona, a la "vanguardia de la nueva política económica europea".
Además, facilita el crédito y la financiación, al "dar solvencia a las cuentas públicas". Sáenz de Santamaría considera que éste es un punto clave "para el crecimiento y el empleo". Los partidos han acordado fijar un límite máximo de deuda pública del conjunto de las administraciones públicas. Éste coincidirá con el valor de referencia contemplado en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (UE), es decir, el 60 por ciento del PIB.
La portavoz del Grupo Popular aseveró que la reforma también beneficiará al plano social porque "garantiza el Estado del Bienestar y las políticas sociales, frente al descontrol en las cuentas públicas que siempre lleva a recortes sociales". Así, "permite el mantenimiento de los servicios públicos".
Según sostuvo, para poder garantizarlos, hay que tener unas "cuentas saneadas". De este modo, "se mantiene el nivel de las prestaciones sociales y los servicios públicos esenciales". En lo político, "marca un consenso clave en una de las principales reformas estructurales que necesita la economía española".
Blanco niega que el BCE haya exigido la reforma
De forma "clara y rotundamente", José Blanco, responsable de Fomento y portavoz del Gobierno, niega que la reforma haya partido de una exigencia del Banco Central Europeo (BCE). Según explicó en la rueda de prensas de después del Consejo de Ministros, él no tiene constancia de que el organismo internacional haya enviado ninguna carta al Ejecutivo español.
Su equipo habla permanentemente con el BCE y con los dirigentes europeos sobre la necesidad de realizar reformas y avanzar hacia la gobernanza económica de la UE, mantuvo Blanco. El ministro destacó sobre el acuerdo que España ya contaba con un techo de déficit, recogido en la Ley de Estabilidad Presupuestaria; lo que se ha hecho ahora es añadirlo la Constitución.
De acuerdo con sus palabras, las fuerzas políticas del Congreso de los Diputados han orquestado el consenso, "por voluntad expresa del presidente del Gobierno". En cuanto a Rubalcaba, como "líder del PSOE", ha fijado "la orientación y el contenido" de la posición socialista. Al final, "la voluntad del Gobierno ha quedado expresada" en un texto con el que ambos partidos están muy satisfechos.
Ahora, Blanco espera el apoyo del resto de los grupos parlamentarios. El portavoz gubernamental aseguró que Zapatero ha estado "en contacto" con los líderes de otros partidos que el Ejecutivo cree que "se deben sumar al acuerdo alcanzado". No obstante, el socialista evitó dar nombres concretos.
El ministro deja las negociaciones con los minoritarios en manos de los líderes parlamentarios del PP y del PSOE, que deberán trabajar en la ampliación de ese consenso y en medir los cambios que se puedan introducir para añadir a la reforma la firma de otras formaciones.
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