Los altos cargos del PP dan por zanjada la polémica en la celebración del 2 de mayo

Madrid/La celebración del Bicentenario del levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses en 1808, tal día como hoy 2 de mayo, sirvió esta mañana para que los altos cargos del PP aplacaran los ánimos y dieran por zanjada la polémica de las pasadas semanas sobre el futuro del partido y de sus líderes.

A pesar de la "preocupación" expresada hoy por el ex presidente José María Aznar por el estado de la formación en los últimos meses desde el fracaso electoral, el presidente del PP, Mariano Rajoy; la presidenta regional, Esperanza Aguirre; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, los portavoces del Grupo popular en el Congreso y en el Senado, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero, respectivamente, e incluso el presidente honorífico del PP, Manuel Fraga, optaron hoy por evitar cualquier acusación o malentendido.

Rajoy, que finalmente acudió a la recepción organizada por Aguirre en la Real Casa de Correos para disipar cualquier duda, saludó con dos besos a su compañera de partido y mantuvo con ella unas breves palabras sobre su asistencia el próximo 25 de mayo, en San Sebastián de los Reyes, a un acto de celebración del aniversario de la victoria popular. Era la primera vez que coincidían después del discurso de Elche, en el que Rajoy invitó a irse al partido liberal o conservador al que así lo quisiera. Previamente, también Gallardón le había saludado con un efusivo "¡Presidente!", respondido por un escueto "Alberto".

Ya en declaraciones a la prensa, y tras la parada militar que reunió a varios miles de madrileños y visitantes en la Puerta del Sol, Rajoy reconoció que en estos momentos el Partido Popular está pasando por "momentos de dificultad", ante los que tiene previsto que "dé la talla y esté a la altura de las circunstancias". "A pesar del ruido que hay, nos vamos a presentar como un partido unido", aseguró Rajoy. En referencia a una "posible polémica" con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo que está "absolutamente zanjada en el supuesto de que hubiera existido".

En este sentido, confirmó que dará oportunidad a "quien lo merece y tiene ganas de trabajar", pero aseguró que "no se ganan amigos por la vía de la sustitución sino por la vía de la ampliación". "Las cosas están mucho mejor que hacer quince días, y dentro de quince días estarán mejor de lo que puedan estar ahora", declaró el líder del Partido Popular.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad habló sobre el "preocupadísimo" ex presidente del Gobierno, José María Aznar, que según publica hoy ABC se ha puesto en contacto con los veteranos del partido para que se constituyan en "elemento de estabilidad". "Aznar me debe considerar una pipiola porque no me ha llamado", respondió Aguirre con una sonrisa.

"Creo que el 2 de mayo es una fiesta importantísima, de verdad, lo que tenemos que hacer este año que, además se celebra el Bicentenario, es poner en valor que, mientras duran las fiestas, no puede haber discordias ni puede haber peleas", sentenció por su parte Gallardón. "Lo que tiene que haber es un aire festivo, y que todos nos llevemos bien: Los políticos con los periodistas, los políticos de un partido con los políticos de otro, e incluso, ¿por qué no? Los políticos de un partido con los políticos del mismo partido. Felices fiestas a todos", declaró también el alcalde.

Primarias, avales y voto por compromisario

La oportunidad, o no, de someter al Partido Popular a un proceso de primarias para la elección de cargos y candidato a la Presidencia fue la estrella de las conversaciones en la fiesta de hoy. En un recinto que se quedó pequeño para los más de 2.000 asistentes a la celebración del día grande de la Comunidad, la mayoría de los políticos, populares o no, discutían sobre las iniciativas de los militantes de los distritos de Salamanca y Chamberí, y en especial, sobre los peligros de un sistema que en el PSOE no dio los resultados esperados.

Para los más recelosos, la reforma debería centrarse en reducir el número de avales para poder presentar una candidatura a la presidencia del partido (por debajo de los 600 actuales), pero también permitir que cada compromisario pueda avalar a más de un candidato.

Preguntado por la prensa, Rajoy ofreció un "debate abierto", y recordó que en pocas fechas se presentarán los proyectos de ponencia para el congreso de junio. "Será el momento en que cada militante pueda opinar lo que estime oportuno", declaró. A su juicio, de este congreso del PP en junio debe salir un partido "más unido y fuerte" y que cumpla su función de oposición.

En este sentido, el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, indicó que "las primarias, como las conocemos, no son el mejor sistema", aunque admitió que "se pueden hacer modificaciones a los estatutos para dar mayor participación a la militancia".

A su juicio, el modelo de primarias tal y como se conoce hasta hoy en España significa modificar toda la estructura del partido y "sería una pena" que todo el debate del Congreso se centrara en cómo elegir a los líderes en vez de centrarse en las ideas. "El debate no debe ser cómo se elige el líder, si no cómo se gana al PSOE con ideas o estrategias", opinó, al tiempo que recordó que al PP de Madrid no le corresponde presentar enmiendas, tarea de los compromisarios de manera individual.

Por su parte, Sáenz de Santamaría, no dio más importancia al tema y se limitó a decir que se presentarán las enmiendas por parte de los militantes "como en cualquier congreso y a cualquier ponencia". Asimismo, el vicepresidente del Gobierno regional y mano derecha de Aguirre, Ignacio González, dijo desconocer el texto exacto de la enmienda que preparan los militantes del barrio de Salamanca, pero consideró "muy respetable" cualquier propuesta que sirva para una mayor participación de los afiliados. "Siempre he dicho que, si la propuesta se formula en los términos en los que conocemos que se celebraron primarias en el PSOE y que fue un fracaso, no la comparto", dijo González.