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Mikel Lejarza
Toulouse
Sondeo de Metroscopia
Lejos de mejorar o de estancarse, una amplia mayoría de los encuestados en este sondeo de Metroscopia opina que la situación política en Cataluña ha empeorado en el último año. Un 84% se muestra pesimista, y es una sensación compartida por todos con independencia de a quien voten. A finales de diciembre del año pasado se celebraron elecciones en Cataluña. Aunque el partido más votado fue Ciudadanos, los independentistas han logrado formar Gobierno. No hay artículo 155 aplicado, pero la situación está bloqueada y la tensión comienza a notarse en las calles.
A este respecto, una mayoría, un 57%, opina que la utilización de lazos amarillos en plazas, calles y playas de Cataluña es una apropiación del espacio Público. Sólo un 37% lo respalda como un ejercicio de libertad de expresión. Esta opinión es mayoritaria entre los votantes de PP, PSOE y Ciudadanos, pero el 67% de quienes dicen votar a Unidos Podemos lo considera como una expresión política más.
La colocación de lazos amarillos es el hecho que mayor tensión ha provocado en esta comunidad, ya que hay ciudadanos que han contestado a estas muestras de apoyo a favor de la libertad de los presos que lideraron el conato de independencia.
Una mayoría, el 54%, respalda las actuaciones del juez y de la Fiscalía en su acusación a estos dirigentes de un delito de rebelión. Es el principal delito del que se los acusa, contempla hasta 30 años de prisión, aunque es una acusación que no ha sido compartida por jueces belgas y alemanes. En estos dos países se ha solicitado la extradición del ex presidente Carles Puigdemont por un delito de rebelión, pero los magistrados belgas y alemanes consideran que no se produjo un alzamiento con violencia.
En España sí está claro. Los votantes del PP y de Ciudadanos creen, de modo mayoritario, con un 80%, que en Cataluña se produjo una rebelión encabezada por los líderes de la Generalitat. La mitad de los votantes socialistas también lo opina, pero sólo dos de cada 10 votantes de Unidos Podemos reclama esta tipificación.
Sin embargo, la mitad de quienes votan a los morados cree que sí se produjeron delitos graves, aunque no el de la rebelión.
El porcentaje de personas que considera que no hubo ningún delito es muy bajo, apenas el 14%.
Quizás por ello también hay una mayoría que defiende que los líderes encausados por el juez Llarena deben seguir en prisión preventiva. El 57% sostiene que esta medida cautelar del juez hasta que se celebre el juicio es necesaria. Como en el caso anterior, hay una gradación de apoyos desde los votantes del PP hasta los de Unidos Podemos, que de modo mayoritario entiende que no es necesario que estas personas sigan en prisión.
El juicio a estos políticos presos comenzará a finales de diciembre o principios de enero, y es posible que sigan en prisión hasta ese momento. No obstante, hay una presión por parte del Gobierno para que salgan a la calle si la instrucción se prolonga. Es una presión sólo realizada mediante declaraciones. Un 43% de los votantes socialistas prefiere que salgan a la calle.
Lo que sí se ha producido es un cambio respecto al papel que pueden jugar los líderes nacionales en Cataluña. Ahora, un 31% opina que es el presidente Pedro Sánchez quien tiene mayor capacidad negociadora en esta comunidad. Desde el barómetro del mes de julio, esta confianza se ha multiplicado por dos. Sánchez inició una política de apaciguamiento en Cataluña, y parece que una parte de los votantes aprecian este tipo de gestos. De hecho, a Sánchez se le cita más veces que a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos.
Hasta ahora era Rivera a quien se veía más capacitado para una negociación. En estos momentos sólo lo cita el 21% de los sondeados. Llama la atención que el líder del PP, Pablo Casado, apenas es citado cuando se aborda esta participación en Cataluña.
El pesimismo que se deja notar en esta encuesta en relación con esta comunidad se debe a la constatación de que Cataluña está partida por la mitad. Casi nueve de cada 10 personas opina que está partida en dos mitades, de ahí que no se vean señales de solución a medio plazo.
Los encuestados reflejan una división entre electores de izquierdas y de derechas a la hora de valorar si Pedro Sánchez debería convocar elecciones generales. La mayor parte de quienes votan al PP y a Ciudadanos (un 87% y un 11%, respectivamente) opina que el presidente tendría que convocar ya a los españoles a las urnas.
Sin embargo, los simpatizantes del PSOE y de Unidos Podemos sostienen que aún debe hacer esfuerzo por terminar la legislatura. Llegar hasta el año 2020.
En la actualidad, la convocatoria de las elecciones depende del acuerdo que están tratando de forjar Pablo Iglesias y Pedro Sánchez para sacar adelante los Presupuestos de 2019. Si fuese así, el presidente podría alargar la legislatura unos meses más, aunque el asunto catalán puede empeorar cuando se celebre el juicio a los políticos presos y se conozca la sentencia.
No obstante, hay un 37% de votantes socialistas que preferiría que Sánchez disolviese ya las Cámara para convocar comicios. Es un poco más alto que el porcentaje de electores de Unidos Podemos, del 33%.
En términos generales, quienes prefieren elecciones ahora es un poco más alto, del 54% frente al 44%.
Son porcentajes parecidos al respaldo que le dan al Gobierno. Hay un 54% que lo desaprueba frente a un 42% que lo aprueba. Pero en esta opinión también se nota una amplia división entre las derechas y las izquierdas. El 70% de los votantes socialista y el 61% de los de Unidos Podemos lo respaldan.
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