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La Unión Europea concluye una legislatura marcada por múltiples crisis: las secuelas de la recesión económica, la pandemia de Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha puesto en jaque la seguridad del continente y ha impulsado una de las transformaciones más significativas del proyecto europeo hacia una mayor integración y rearme. Y lo hace con unas elecciones al Parlamento Europeo consideradas las más determinantes de su historia. Los comicios, que se celebrarán del 6 al 9 de junio en los 27 Estados miembros, serán un referéndum sobre el futuro de una UE amenazada externa e internamente por los populismos, el tradicional euroescepticismo, los extremismos, la desigualdad entre regiones y las crisis económicas, como la de la inflación, o sociales, como la migratoria o la de la vivienda.
Esta guía pretende poner en contexto unos comicios que, para Andalucía, una región receptora de más de 40.000 millones de euros en fondos de cohesión desde que España es país miembro de la UE, no son cuestión baladí, pues el Parlamento resultante decidirá cómo se asignarán fondos como los NextGeneretion o las ayudas de la PAC, junto a asuntos de envergadura tales como las sanciones a Rusia o las medidas para frenar el cambio climático y la inmigración. Todas estas son razones más que suficientes para acudir a depositar el voto a las urnas el domingo. Y el lema de la campaña institucional es claro y rotundo al respecto: "Usa tu voto".
Los votantes en cada uno de sus países seleccionan cada cinco años a los eurodiputados de sus partidos nacionales, que se integran, posteriormente, en grupos políticos transnacionales según su ideología. El Partido Popular Europeo y los Socialistas y Demócratas de centro izquierda son actualmente los grupos más numerosos.
Actualmente existen siete grupos políticos dónde se encuadran los partidos españoles. En el caso de los populares o los socialistas, que tradicionalmente han tenido la mayoría, la correlación es sencilla: ambas fuerzas se integran en el Partido Popular Europeo (EPP) y en la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), respectivamente. Pero otros grupos del Parlamento aglutinan a partidos nacionales casi incompatibles.
PSOE. La cabeza de lista del PSOE es Teresa Ribera. Se inscribe en el Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), en el que también se encuentra el SPD alemán, del actual canciller Olaf Scholz, y el Partido Socialista portugués. Su candidato principal es Nicolas Schmit (Luxemburgo).
PP. Su cabeza de lista en España es Dolors Montserrat. Pertenece al Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), cuya candidata principal es la alemana Ursula von der Leyen, hasta ahora presidenta de la Comisión Europea. Su formación nacional, la CDU, y Forza Italia se integran en este grupo.
AHORA REPÚBLICAS. Su cabeza de lista es Diana Riba (ERC). Esta coalición aglutina a ERC, EH Bildu, BNG y Ara Més (partido balear). Los nacionalistas catalanes y gallegos se integran en el Grupo de Los Verdes/ALE, que incluye a miembros de movimientos verdes, eurodiputados piratas e independientes y que representa a naciones, regiones y minorías sin estado y/o que defienden el derecho a la autodeterminación. Sus candidatos principales son Terry Reintke (Alemania) y Bas Eickhout (Países Bajos) por el Partido Verde Europeo, y Raül Romeva (España) y Maylis Roßberg (Alemania) por ALE.
VOX. Su cabeza de lista es Jorge Buxadé. Se integra en el Grupo de los Conservadores y Reformistas, donde se encuentran partidos de ultraderecha como Hermanos de Italia, de la primera ministra Georgia Meloni, o el polaco Ley y Justicia (PiS). El grupo no ha designado oficialmente a un candidato oficial.
PODEMOS. Irene Montero lidera la candidatura de Podemos. Se integra en el Grupo de La Izquierda – GUE/NGL, junto al griego Syriza o el Sinn Fein irlandés. Su candidato principal será Walter Baier (Austria). En este grupo es probable que se integre también Sumar, cuya cabeza de lista en España es Estrella Galán.
CIUDADANOS. Su candidato en España es Jordi Cañas y se integra en el Grupo Renovar Europa (Renew Europe). El Movimento Reformador del hasta ahora presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, y Renacimiento, del presidente francés Emmanuel Macron, también pertenecen a este grupo. Marie-Agnes Strack-Zimmermann (Alemania), Sandro Gozi (Italia) y Valérie Hayer (Francia) serán sus candidatos. En este grupo de la Eurocámara se integran también Coalición por una Europa Solidaria (CEUS), donde se encuentran partidos como el PNV, formación de su cabeza de lista, Oihane Agirregoitia, y Coalición Canaria.
OTROS. La lista de Junts, encabezada por Toni Comín, está en el Grupo de No Inscritos. Existe un último grupo en la Eurocámara, Identidad y Democracia, de extrema derecha, donde se encuentran partidos como Agrupación Nacional, de la francesa Marine Le Pen, y la italiana Liga para Salvini (antes Liga Norte). Tampoco ha designado oficialmente a un candidato principal.
Los ciudadanos europeos elegirán el nuevo Parlamento entre el 6 y el 9 de junio. Los holandeses serán los primeros en votar, seguidos de los habitantes de República Checa, que lo harán el viernes 7. Nuestro turno coincidirá en fecha con la mayoría de países y los resultados no podrán conocerse hasta que no cierre el último de los colegios electorales el domingo 9. No habrá una imagen clara del nuevo Parlamento hasta el amanecer del 10 de junio.
En esta convocatoria se elige a un total de 720 eurodiputados, distribuidos por países según su población. El número de escaños asignados a cada país de la UE se acuerda antes de cada convocatoria electoral y se basa en el principio de proporcionalidad decreciente, según el cual cada eurodiputado de un país grande representa a más personas que un eurodiputado de un país pequeño.
El número mínimo por país es de seis representantes (Chipre, Malta y Luxemburgo) y el máximo, de 96 (Alemania, que es el de mayor población, seguida de Francia, con 81). Los españoles elegimos esta vez a 61 representantes, dos más de los que tenía tras el Brexit (en los comicios de 2019 nos correspondieron 54 y, tras el reajuste por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ascendieron a 59).
Si algo caracteriza a las elecciones europeas es su baja participación, que en ninguna convocatoria ha llegado a superar el 62%. Desde 1979, el porcentaje de votantes ha ido en descenso progresivo hasta tocar su suelo en los comicios de 2009, con un 42,61% de votantes. La convocatoria de 2019 registró, no obstante, un leve repunte, cuando votó algo más de la mitad del electorado.
España elige a sus representantes en el Parlamento Europeo desde 1986, cuando se incorporó como Estado miembro de pleno derecho. Desde entonces ha estado presente en un total de ocho convocatorias electorales, con una participación media durante todo este tiempo del 55%. Las cifras de participación más elevadas en nuestro país obedecen a la concurrencia de elecciones europeas con las municipales, como sucedió en 2019, cuando el país registró uno de los porcentajes de participación más altos de toda Europa. En esta ocasión no se produce tal concurrencia.
Para las encuestas europeas, el Partido Popular Europeo (PPE) lidera la intención de voto, que continuaría siendo, como ahora, la fuerza más votada, seguida de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D). También prevén una gran subida para el grupo de extrema derecha Identidad y Democracia, que lograría una cifra récord: de 82 a 85 escaños.
En nuestro país, las principales encuestas publicadas hasta el momento Sigma Dos, Sociométrica o NC Report, también dan la victoria al Partido Popular, seguido de cerca del PSOE de Pedro Sánchez. Se desmarca de estos pronósticos el CIS, que el pasado 23 de mayo publicó un resultado completamente diferente al de estos sondeos, situando al PSOE como primera fuerza en España, que mantendría los resultados obtenidos en 2019.
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