Los tres anuncios de Albert Rivera: dimite de Cs, renuncia a su escaño y deja la política
Ciudadanos tras el batacazo electoral
"La vida sigue. He sido feliz estos años pero quiero seguir siéndolo alejado de la política. Quiero ser mejor padre, mejor hijo, mejor pareja, mejor amigo"
Coherencia y valores. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha asumido en primera persona los pésimos resultados electorales de la jornada electoral del 10-N y sin medias tintas: dimite como presidente del partido, renuncia a su acta como diputado y deja la política.
En apenas seis meses, la formación naranja ha perdido 2,3 millones de votos y 47 escaños. A las 10 de la mañana, la Ejecutiva de Cs estaba reunida en Madrid para analizar el batacazo de un partido que ha coqueteado con el 'sorpasso' al PP y un líder que se ha visto sentado en La Moncloa para naufragar en la insignificancia. Con sólo 10 escaños, con menos de un 7% de los votos y como sexta fuerza política en el arco parlamentario. Ya en ese momento saltaba la noticia que ha volado por las redes sociales en cuestión de minutos: Rivera se va.
A las doce del mediodía, con puntualidad británica, Rivera comparecía ante su Ejecutiva y los medios de comunicación para comunicar tres importantes anuncios. No ha buscado refugio ni "nómina" alguna en la que ahogar su derrota. Llegó de la sociedad civil y allí volverá: a "trabajar". La vida sigue, ha sido muy "feliz" estos cuatro años como diputado, pero ahora toca "seguir siendo feliz alejado de la política". "Quiero ser mejor padre, mejor hijo, mejor pareja, mejor amigo".
Un líder "tiene que dar la cara" y así lo ha hecho. Sin esquivar la autocrítica. En el partido, será la militancia quien elija el rumbo de Cs en un Congreso extraordinario en el que Inés Arrimadas ya está en primera posición de todas las quinielas. Respecto a su acta como congresista, ha confesado que hasta se "pellizcaba" cuando entraba en el hemiciclo por el "honor", "responsabilidad y "sentido de Estado" que para él ha significado representar este país y defender la unidad de España en unos momentos tan convulsos.
Justo por ese motivo, ha considerado que debe ser otro compañero el que se entregue, "al 120%" como él ha hecho, ocupando su acta y representado a su partido.
En este sentido, ha recordado a Barack Obama cuando decía que, si para ganar tienes que dividir a la gente, el resultado no será otro que un "país ingobernable". En este contexto, reafirmándose como "moderado, liberal y constitucionalista", ha reiterado la preocupación con que vive el conflicto en Cataluña y ha vuelto a insistir en uno de los mensajes que más ha enfatizado como líder de Cs: que España no se puede permitir volver a ser un país de rojos y azules. "Hoy más que nunca es momento de remar en la misma dirección y buscar lo que nos une, no lo que nos separa".
El tercer anuncio ha sido el más inesperado. Ningún paso al lado; una renuncia completa. Asume sus aciertos y sus errores pero "hay vida más allá de la política" y quiere seguir "soñando" y "siendo feliz".
"Ha llegado el momento de servir a otra gente, a mis padres (que dejen de sufrir); a mi hija, a la que he dedicado menos horas de las que debería; a mi pareja, que ha estado a mi lado aguantándolo todo; a mis amigos, que me veían por la tele; a todos vosotros". Un aplauso rotundo de todo su equipo, de quienes se han mantenido a su lado en los años de las victorias y alegrías electorales pero también cuando el partido se ha resentido a nivel interno con división de opiniones y controvertidos abandonos, refrendaba sus palabras en el cierre de la intervención.
Albert Rivera segura que se va sin mirar atrás y sin rencor. Que seguirá pendiente de la vida pública, pero desde la barrera.
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