Sánchez e Iglesias llegan a un acuerdo de Gobierno, en el que es necesario ERC
Los líderes del PSOE y de Unidas Podemos firman un documento, a la espera de los apoyos de otros partidos
Iglesias se perfila como vicepresidente, aunque los nombramientos se guardan para después de la investidura
El pacto incluye una mención a restablecer el diálogo en Cataluña, pero dentro de la Constitución
Lo que no pudo ser antes de este verano, lo es ahora. Para eso han servido las elecciones generales de este domingo, para que el estado de necesidad impere en las complicadas relaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El líder del PSOE y de Unidas Podemos han alcanzado un preacuerdo para formar un Gobierno de coalición de izquierdas: Sánchez será presidente e Iglesias, su vicepresidente, una fórmula que el primero había rechazado. Durante la pasada campaña, el socialista llegó a decir en una entrevista que tener ministros de Unidas Podemos le habría quitado el sueño, a él y a los españoles, subrayó: ahora prepara un Gobierno de insomnio.
Tanto el nombramiento de Iglesias como del resto de los ministros se guarda para después de la posible investidura, ya que corresponde en exclusiva al presidente. No obstante, el plateamiento podemita es de el de contar con un ministro por cada cinco carteras socialistas, proporción exacta a la relación entre votos obtenidos el 10 de noviembre. Fuentes socialistas han explicado que Nadia Calviño será la vicepresidenta económica, tal como anunció Sánchez en la campaña. si El Gobierno tuviese más de 10 ministros, habría tres de Unidas Podemos, contando al vicepresidente.
Sin embargo, el acuerdo de estos dos partidos con el resto de los grupos de izquierdas en el Congreso es insuficiente. En el caso de que concilien al PNV, Teruel Existe, Más País, BNG y al regionalista cántabro, Pedro Sánchez necesita que le apoye o Ciudadanos o ERC. Esto complica mucho la operación, tan difícil como que durante el verano pasado, cuando desde el PSOE se mantenía que el problema con los podemitas era que no sumaban. En las siguientes semanas, y una vez que hayan negociado con los demás, se conocerá la composición. Todas las izquierdas, a excepción de Bildu y los independentistas catalanes, suman 169 o 170 escaños, horquilla que resolverán los dos diputados canarios, cada uno de un partido.
Aunque Ciudadanos está en plena crisis, Inés Arrimadas ya ha declarado que no le gusta una alianza de Gobierno con Unidas Podemos. No puede descartar aún el apoyo, pero es casi seguro que no lo respaldará. Es posible que Sánchez prefiera ser investido por Ciudadanos a por ERC, pero Iglesias lleva dos años empeñado en la estrategia de aproximación a los republicanos para alcanzar un acuerdo con el Estado sobre el asunto catalán. El único marco que le pone el acuerdo es el de la Constitución.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han comparecido a las 14:24 horas en un salón del Congreso que se reserva para la grandes ocasiones. Ambos han firmado el documento del preacuerdo en una mesa de caoba, de modo simultáneo. "El Gobierno combina la experiencia del PSOE con la valentía de Unidas Podemos (...), para hacer frente a la extrema derecha", ha indicado Iglesias. "El acuerdo no fue posible en anteriores elecciones, somos conscientes de la decepción que supuso para los votantes progresistas", ha reconocido Sánchez. El socialista ha dicho que lo único que no cabrá será el "odio y la confrontación entre españoles".
La rapidez en anunciar esta alianza es fruto de la debilidad de Iglesias y de Sánchez. De hecho, el líder de Unidas Podemos no había reunido ni a su dirección. Desde el lunes negocia con el socialista. Las urnas castigaron el domingo pasado a PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos. El líder de este último partido, Albert Rivera, ha dimitido. Los otros dos se han puesto a negociar para marcar la agenda.
El acuerdo nace con idea de ser para toda la legislatura, no se trata de una investidura únicamente, ni está cerrado a PSOE y a Unidas Podemos. El texto incluye una mención a Cataluña: los partidos se comprometen a "garantizar la convivencia en Cataluña: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución. También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles". Queda claro que el nuevo Gobierno, si se consolida, abrirá una vía de diálogo con ERC. Y es esto, precisamente, lo que puede hacer que Ciudadanos no se sume al acuerdo.
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