El fotógrafo desaparecido en Libia contacta con su familia

El fotógrafo español retenido en Libia, Manuel Varela de Seijas, conocido como Manuel Brabo, ha podido hablar con su familia este sábado en una conversación telefónica en la que ha comunicado a sus familiares que está "físicamente bien" y que "no ha sufrido ningún maltrato". El fotógrafo se encuentra detenido junto a otros periodistas en una prisión militar en Trípoli.

El padre del fotógrafo, Manuel Varela, ha explicado este domingo, en declaraciones a Europa Press, que Brabo "nos llamó ayer, a las nueve de la noche y estaba un poco preocupado por su situación de aislamiento y porque ignoraba como estaríamos nosotros".

Durante la conversación, "le explicamos que no había ningún problema, intentamos animarle y cargarle las pilas", ha indicado Varela, al señalar que su hijo "nos dijo que estaba físicamente bien, que no había sufrido maltratos y que estaba en compañía de otros periodistas detenidos en una prisión militar en Trípoli".

Sobre su liberación, "no saben nada", ha lamentado Manuel Varela, al manifestar que hijo pudo realizar esta llamada "para tener constancia de en poder de quién estaba y de que estaba bien", pero no pudo ofrecer ninguna otra información.

"Fue una conversación de tipo personal que nos abrió la esperanza de poderlo tener aquí algún día", ha remarcado el padre de Brabo, al tiempo que ha destacado que esta llamada de teléfono ha mejorado el ánimo de la familia. "Es un pasito, no es el resultado final, pero nos ha llenado de alegría poder hablar con él y saber que está bien".

Tras su conversación telefónica con Brabo, la familia se puso en contacto "inmediatamente" con el Ministerio de Asuntos Exteriores español para que tuvieran conocimiento de lo ocurrido. En este sentido, Manuel Varela ha reiterado su "plena confianza" en el trabajo de las autoridades españolas para liberar a su hijo.

Manuel Brabo fue arrestado a principios de este mes de abril por fuerzas del mandatario libio en el este del país, junto a otros periodistas. El fotógrafo nació en la capital aragonesa, pero con tres meses de edad se trasladó a Gijón con su familia, que reside allí desde hace cuarenta años.