El fiscal general reclama ante el Rey más medios contra la corrupción
Felipe VI preside la apertura del Año Judicial, que pivotó sobre el desafío soberanista y las carencias del tercer poder
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, aprovechó ayer su discurso de apertura del Año Judicial, ante el rey Felipe VI, para reclamar más medios en la lucha contra la corrupción pública, política y financiera, ya que la respuesta judicial es "en exceso lenta y a veces desigual".
Aunque sin mencionar el debate soberanista catalán, también abogó por la Constitución como el marco de convivencia de todos los españoles, mientras que el presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, defendió la unidad de la nación y la lealtad a "las reglas del juego" constitucionales.
Corrupción y Cataluña fueron, por tanto, las dos grandes cuestiones que la cúspide de la justicia española abordó en la primera apertura del Año Judicial que preside Felipe VI como Rey, tras el relevo en la Corona, que consolida la monarquía parlamentaria y "fortalece la unidad" de España, en palabras de Torres-Dulce.
El acto institucional contó, como todo los años, con la asistencia de los responsables de las principales instituciones del Estado, como los presidentes del Tribunal Constitucional, del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas, y, además de la alcaldesa de Madrid y del presidente de la Comunidad, por primera vez asistió también el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez.
El discurso del fiscal general del Estado fue crítico con algunas reformas judiciales del Gobierno y reivindicativo en la lucha contra la corrupción, ya que, además de la necesidad de disponer de más medios para combatirla, planteó la conveniencia de atajarla en su origen, en el uso y control de los fondos públicos de las instituciones, partidos y sindicatos. Aunque ha lanzado el mensaje positivo de que "el frente judicial contra la corrupción empieza a rendir frutos", Torres-Dulce aseguró que la respuesta de la justicia sigue siendo "en exceso lenta y a veces desigual". Por ello, su lucha, dijo el fiscal general, exige "profundas reformas" en la Administración Pública y en el sistema de control de los fondos públicos y del sistema financiero.
El fiscal general destacó que la corrupción pública "daña seriamente la imagen en la función pública y su erario", pero la corrupción política "mina la credibilidad del sistema democrático".
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