Unos cien inmigrantes entran en Melilla tras un nuevo asalto a la valla

Medio millar de personas han intentado cruzar la frontera de forma "muy violenta", lo que ha obligado a las fuerzas de seguridad marroquíes a refugiarse.

Unos cien inmigrantes entran en Melilla tras un nuevo asalto a la valla
Efe

24 de febrero 2014 - 10:05

Unos cien inmigrantes de origen subsahariano han conseguido entrar a Melilla tras un asalto violento a la valla fronteriza, protagonizado por unas 500 personas, que supone la cuarta entrada masiva de este año, la segunda en una semana. Según ha informado la Guardia Civil, el asalto se ha producido sobre las 07:50 por dos puntos muy concretos del perímetro fronterizo: Vaguada Linares y Río Nano.

El grupo de 500 personas había sido divisado desde primeras horas de la madrugada cobijado en la masa forestal de Mariguari, en Marruecos, pero ha esperado a las primeras luces del día para protagonizar el asalto. Los inmigrantes han llegado hasta el vallado arrojando piedras y portando palos, con los que amenazaban a las fuerzas de seguridad de Marruecos. Ante esta actitud, las autoridades marroquíes han pedido a la Guardia Civil que se abriesen las puertas del vallado para poder refugiarse en el espacio comprendido entre las dos vallas, "dada la violencia del acometimiento y como medida de protección para evitar ser arrollados y lesionados".

Pese a todo, la mayor parte del grupo, unos 400 subsaharianos, han podido ser contenidos y dispersados hacia el interior de Marruecos. Los cien que aproximadamente han conseguido tocar suelo español se han dirigido en primer lugar hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde se les ha dado comida y ropa, al tiempo que se ha atendido a una treintena de heridas y contusiones. Quince de los inmigrantes atendidos han requerido puntos de sutura por heridas en distintas partes del cuerpo, fundamentalmente manos y pies, aunque sólo en cuatro casos se trataba de heridas "más profundas". Por su parte, Marruecos ha informado de que se han registrado 27 personas heridas en su territorio tras el asalto, 14 de ellos inmigrantes y el resto agentes de las fuerzas del orden marroquíes

Desde el CETI, los subsaharianos se han dirigido hasta la Jefatura Superior de Policía, donde, según establece la ley de extranjería se les incoa un expediente de expulsión que en muchas ocasiones no llega a cumplirse. Entre los que hacían cola, se encontraba Ibrahim, Ire como le gusta que le llamen, un joven de Mali licenciado en Derecho que dejó en su país a sus padres y hermana en busca del sueño europeo. El joven maliense pasará, junto a muchos de sus compatriotas y compañeros, su primera noche en el CETI, que alberga a unos 1.100 inmigrantes, una cifra que se va acercando al triple de su capacidad idónea, que es de 480. Ello ha obligado al Ejército a ceder dos nuevas tiendas modulares y literas para que puedan dormir unas cien personas.

La presión migratoria que vive Melilla es similar e incluso superior a la de 2005, según fuentes policiales, aunque el número de inmigrantes que consigue acceder a territorio español es aún menor que hace ocho años. Los motivos principales de que sean más los que lo intentan, pero menos los que lo logran, son el refuerzo de efectivos, la mejora del vallado y, sobre todo, la colaboración que está prestando Marruecos.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha advertido de que las redes criminales que trafican con seres humanos "están muy atentas a lo que está sucediendo en estos momentos en España", en alusión a la polémica suscitada tras la tragedia de Ceuta en la que murieron quince subsaharianos. Fernández Díaz ha aprovechado un acto de entrega de diplomas a comisarios principales de la Policía Nacional para volver a reconocer el trabajo que llevan a cabo las fuerzas de seguridad en Ceuta y Melilla "en circunstancias tan difíciles".

Por su parte, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, ha apostado por abordar el fenómeno de la inmigración ilegal en origen, combatiendo la miseria que afecta a millones de personas en África y el "saqueo" que sufren por parte de los países ricos porque, a su juicio, "no se pueden poner puertas al campo". Tras el asalto registrado en Melilla y por el testimonio de algunos subsaharianos, la Guardia Civil y la Policía Nacional han efectuado una vigilancia especial en la frontera de Ceuta con Marruecos por la posibilidad de nuevas avalanchas de inmigrantes.

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