Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
El líder de CiU, Artur Mas, ha tomado este lunes posesión como presidente de la Generalitat en un acto solemne en el que ha pedido al Estado que no ponga "rejas" al "derecho a decidir" de Cataluña y ha anunciado que su Gobierno catalán será una "evolución" del anterior y se reunirá el 27 de diciembre. Así lo ha indicado en su primer discurso como "president" poco después de prometer el cargo "con plena fidelidad al pueblo de Cataluña" ante la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, quien, en el acto en el Salón Sant Jordi de la Generalitat, le ha impuesto la medalla que le distingue como presidente de la Generalitat.
Mas ha subrayado que su Gobierno catalán, fruto del pacto con ERC y que se reunirá por primera vez el 27 de diciembre, "no será de ruptura sino una evolución del anterior" y, en este sentido, ha agradecido a los consellers en funciones presentes la labor realizada. En un discurso de unos 20 minutos, el presidente catalán ha pedido que el Estado español "intente no poner rejas en lo que es expresión de la voluntad de un pueblo" y ha subrayado que Cataluña es "un país que se considera nación desde hace muchos siglos".
El 129 presidente de la Generalitat ha fijado entre sus objetivos de gobierno mantener la cohesión social, recuperar la economía y garantizar que el pueblo catalán "pueda decidir su futuro", porque, según ha dicho, "Cataluña tiene una historia milenaria, no nace de la Constitución ni de una derivada estatutaria". Mas ha admitido que con este "cambio de rumbo" existe el peligro de "colisión entre dos barcos", algo que él querría evitar, pero ha considerado que "no hacer nada y quedar impasibles" llevaría a Cataluña "a la deriva".
Dirigiéndose al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ha acudido a la toma de posesión como representante del Gobierno central, junto con la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, Mas ha recordado que siglos atrás, en sus inicios, la Generalitat tenía como principal función el recaudar los impuestos para entregarlos, de forma pactada, al Rey.
En su discurso, ha destacado asimismo la "normalidad" con la que finalmente se ha cerrado el proceso de investidura y toma de posesión, en plazos de tiempo similares a los de hace dos años -cuando tuvieron lugar los anteriores comicios catalanes-, pese a que "el resultado de las elecciones podía dejar entrever que podía haber más dificultades para cumplir con el calendario normal".
El presidente catalán ha asegurado que el pacto de legislatura con ERC, aunque pueda suscitar "todo tipo de reacciones", es "estable" y nace "con la voluntad de apertura" a los otros partidos políticos y a la sociedad en general. "Los acuerdos se deberían juzgar en función de los resultados que se vayan produciendo y no por prejuicios que se tengan de antemano", ha apostillado.
El acto, celebrado en el Palau de la Generalitat, se ha iniciado con la lectura del decreto de nombramiento de Artur Mas como presidente de la Generalitat por parte de Gispert, que le ha preguntado si prometía el cargo por el Rey, a la Constitución y al Estatut, a lo que Mas ha respondido que prometía el cargo "con plena fidelidad al pueblo de Cataluña". Entre las numerosas personalidades, han asistido los ex presidentes de la Generalitat Jordi Pujol y José Montilla, los consejeros en funciones, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, así como la mayoría de los líderes de los grupos del Parlamento catalán, Oriol Junqueras (ERC), Pere Navarro (PSC), Alicia Sánchez-Camacho (PP) y Joan Herrera (ICV-EUiA).
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