Del lento trote al rápido galope

David Lozano espera, como cada día, la llegada de coches de caballos y de amazonas y jinetes a lomos de equinos a la Feria de Córdoba. Es el técnico encargado “de revisar que los caballos vienen con su seguro, que estén en condiciones, que los jinetes vengan vestidos adecuadamente, que los coches también vengan adecuadamente, vengan limpios, vengan correctos”, cuenta. Cumple su tercera Feria en honor a Nuestra Señora de la Salud ejerciendo esa función. “Este año llevamos a estas alturas de Feria un 30% más de asistencias de coches de caballos y jinetes que el año pasado; además, con mejor presentación”, insiste.

El horario oficial para el Paseo de Caballos y Enganches en la Feria es de 13:00 a 20:00 y, a partir de las 19:00 se impide el acceso de los mismos a El Arenal. El paseo discurre en un único sentido, comenzando en el puesto de control en el que está David Lozano, en la calle Guadalquivir, y se puede optar por dos circuitos. El circuito A discurre por las calles Guadalquivir, Medina Azahara, Enmedio y Mezquita –dentro de este circuito los caballos solo pueden transitar desde la calle Enmedio por las calles transversales –Tendillas, Los Patios, Alcázar y Puente Romano dirección a calle Guadalquivir–. El circuito B es el compuesto por las calles Guadalquivir, Medina Azahara, Potro y Mezquita. Mientras que los enganches y carruajes no pueden transitar en ningún caso por esas calles transversales, debiendo hacerlo por las calles anchas de ambos circuitos –Guadalquivir, Medina Azahara, Potro, Mezquita y Enmedio–.

Por los circuitos han transitado ya jinetes, amazonas y coches de caballos procedentes “de todos lados; este año hemos tenido gente de Murcia, de Antequera, de Huelva, de Lepe, de Écija... en fin de todas partes de Andalucía, de Albacete, de Extremadura...”, puntualiza David. La frecuencia de llegada “es muy distinta según el día; hay días, por ejemplo, en los que entre las dos y las dos y media de la tarde suele venir mucha gente y luego después de comer, a partir de entre las cuatro y las cuatro y media”, detalla. “En cuanto a la afluencia, el primer sábado de Feria creo que batimos récords, con en torno a unos 160 coches de caballos y unos 103 caballos montados por jinetes y amazonas”, añade el técnico.

En concreto, el primer sábado de Feria entraron en el recinto “21 amazonas, 82 jinetes, 52 limoneras, 70 troncos, siete cuartas y 13 carruajes de distinto tipo; mientras que el domingo esas cifras bajaron un poquito con 51 jinetes, tres amazonas, 22 limoneras, 43 troncos, seis cuartas, una potencia y un tresillo”, relata. El lunes “fue más flojito, tuvimos 12 jinetes, una amazona, 13 limoneras, 31 troncos y tres cuartas; el martes se animó un poquito la cosa y tuvimos 39 jinetes, ocho amazonas, 20 limoneras, 41 troncos, cuatro cuartas y un carruaje en potencia”, explica.

Para detallar que “el miércoles tuvimos 13 jinetes, en un día en el que no hubo amazonas y sí 12 limoneras, 45 troncos, cuatro cuartas, un tresillo y una potencia”. Finalmente, el jueves, “que fue el día del concurso, por lo que estuvo muy animada la cosa, creo que batimos récords, vinieron 136 jinetes, 15 amazonas, 27 limoneras, 48 troncos y cinco cuartas, más la gente que no quiso participar, que fue bastante; insisto en que creo que las cifras son un 30% mayores que las del año pasado en lo que respecta a la afluencia, bastante buenas”, apunta.

David, acompañado de un veterinario, comprueba que los caballistas y cocheros llegan a El Arenal con el documento de identificación equina y el correspondiente recibo original o la copia autentificada del seguro de responsabilidad civil obligatorio. Este seguro debe tener una cobertura mínima de 300.000 euros en el caso de enganches y de 150.000 en el caso de caballistas –jinetes o amazonas–. Además, todos los caballos deben tener insertado su correspondiente microchip, algo que ambos también comprueban con su correspondiente lector. David lleva ya una hora de trabajo y la afluencia equina en viernes de Feria no está resultando muy significativa, “de momento”, puntualiza, “ya que en poco tiempo se puede animar”, aclara.

“No obstante, ha coincidido con que ayer, jueves, partió la Hermandad del Rocío de Córdoba hacia la romería de la Blanca Paloma, en Almonte, y eso quizás haya supuesto que haya menos movimiento, pero vamos, eso no se sabe”, defiende el técnico. Como ocurre con el paseo de caballos, tras un comienzo de jornada algo tímido, a diferencia de los inicios de los días precedentes, va in crescendo desde las dos de la tarde la llegada de gente a El Arenal para cumplir con esa profecía de que el viernes de Feria es uno de los días grandes de la última cita del Mayo Festivo.

Hay quien decide poner estos días tierra de por medio –muchos son los que optan por alejarse de Córdoba y disfrutar de unas pequeñas vacaciones en la cercana Málaga y sus bendecidas playas o en cualquier otro punto del país–, pero también hay quien aprovecha el descanso laboral para disfrutar de todo lo que ofrece El Arenal. Con las recepciones oficiales de 2019 pasadas a mejor vida, las comidas y las copas en familia y entre amigos son el pan nuestro de cada día en viernes de Feria. Entre rebujitos, cervezas y rumbas y sevillanas, El Arenal va recibiendo poco a poco a miles de personas conforme avanzaba la tarde.