Pedro Fernández, 6: el patio de Córdoba que es una isla dentro de la ciudad

Los Patios de Córdoba en tiempos de crisis

Ana Balbuena viste de forma espectacular un recinto que pertenece a una casa de aproximadamente 1910 y que es un remanso de paz dentro de la ruidosa capital

Las fotos de Pedro Fernández, 6 en tiempos de crisis

Pedro Fernández, 6: el patio de Córdoba que es una isla dentro de la ciudad

"La pandemia la estamos viviendo personalmente con tristeza por todo lo que va suponiendo, pero la vida continúa y, tú, cuando tienes un patio, ves que todo va floreciendo en él, lo que significa que todo va a ir a mejor", sentencia Ana Balbuena sobre Pedro Fernández, 6, ubicado muy cerca de la iglesia de San Andrés.

La familia Gómez Balbuena ha convertido a Pedro Fernández, 6 en una especie de isla tranquila dentro de la ruidosa intranquilidad de la capital. Marcial Gómez y Ana Balbuena, junto a sus hijos Marcial y Carmen Rosa, se sienten dichosos de vivir en un inmueble que es un “remanso de paz” ubicado en el centro de Córdoba. Y es que con esa paz y tranquilidad rebosante en el ambiente, Pedro Fernández, 6 parece una gran casa solariega de pueblo trasplantada a la ciudad. Una casa de aproximadamente 1910 que era de un labrador, que compraron y a la que se mudaron en 2001 desde el piso de la zona de Colón en el que residían.

"Este año el patio está muy bonito, primero porque las personas que lo cuidamos hemos estado los dos últimos meses muy pendientes de él y también porque la primavera ha ayudado, ya que ha llovido, durante la pandemia ha llovido bastantes días, lo que ha provocado que el patio esté espectacular". Ana insiste en que el patio tiene este año la virtud de que tiene un gran "fondo de armario" en lo que a plantas se refiere. "Son las mismas que tenía el año pasado y en años anteriores, no he tenido que comprar ninguna", apunta.

Tras la adquisición, los Gómez Balbuena llevaron a cabo una reforma del inmueble en el que mantuvieron, entre otros elementos originales, el chino cordobés del suelo; unos azulejos en tonos azules, “que pueden ser de los 60”; y los muros, “que son muy anchos y mantienen la casa húmeda”. En el recinto destacan además, aparte de sus arcos y ocho ventanas, unas piedras romanas “que encontramos cuando se reabrió el pozo”, explica.

Sobre esas piedras romanas, que estaban dentro del pozo y que "no formaban parte del brocal del mismo", como cuenta, tiene unas espectaculares camelias. "La camelia es una planta que aquí en Andalucía no se da mucho, se da en Galicia, por el frío, y florece por el mes de febrero; no obstante, por el clima de aquí, yo tengo aún tres capullos que tienen que abrir", destaca.

Quienes hayan tenido la oportunidad de visitar el patio y ver cómo lo tiene vestido Ana, además de las rejas y balcones de la fachada, se han dado cuenta de que es una enamorada de las plantas. “Mis flores son mi tesoro; sobre todo, me gustan las plantas verdes”, resalta. También, esas personas han sentido el embriagador aroma de la dama de noche, el de las gardenias en junio o el que impregna toda la casa procedentes de sus jazmines, amén del que destilan rosas, geranios y gitanillas.

Este año "también tengo una hortensia muy grande con un montón de moñas que abrirán en el mes de junio; y luego tengo un limonero, un olivo y un laurel, con lo que en el patio están representadas todas las culturas de Córdoba: la árabe, la cristiana y la romana", puntualiza sobre un recinto que prácticamente sale a premio por año. "Se trata de un patio que ha sido muy premiado en el concurso municipal", insiste. "En 2015 nos dieron el primer premio y luego durante seis años nos dieron otros seis, y eso que solamente llevamos presentándolo ocho años", relata.

Ana insiste en que tiene un patio "muy particular", y en esa particularidad también influye la vegetación que atesora. "Además, de las plantas que antes he reseñado y de los muchos geranios y gitanillas que tiene, también tiene muchas begonias, muchas alegrías de la casa, las crasas y, sobre todo, las amarilis... y eso se nota. Creo que este año también está preparado para premio, aunque no va a haber concurso por la pandemia del coronavirus", puntualiza.

En este sentido, Ana espera "que todo se vaya solucionando" y que en octubre "podamos abrir los patios, aunque solo sea en modo exposición y que la gente vea lo que tenemos, este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", destaca esta mujer que ha conseguido la paz, tranquilidad y convivencia familiar de un pueblo en pleno centro de la ciudad.

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