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Broncano
Mayo Festivo
Vestidas con sus mejores galas, acompañadas por música flamenca, bailes de sevillana y muchas jarras de rebujito, las Cruces de Mayo han arrancado este jueves para brindar a los cordobeses una de las fiestas más emblemáticas y esperadas del año. Desde las 12:00, algunas todavía ultimando los preparativos, la música ha empezado a sonar en las 51 cruces que hay repartidas por toda Córdoba este 2023 para engalanar a la ciudad con color, flores y mucha alegría.
"Otro año más lo afrontamos con mucha ilusión, después de mucho trabajo para que la gente se lo pase muy bien", comentan José María Moreno y Juan Luis Gómez, miembros de la junta de gobierno de la hermandad de la Buena Muerte, que lleva más de 50 años siendo partícipe de esta tradición cordobesa. En su cruz, roja adornada con 160 claveles este año y situada en la plaza San Ignacio de Loyola, han vivido un arranque muy deseado que, como espera José María, "por la noche será incluso mejor porque la temperatura es más agradable que por el día".
Y es que, para los organizadores de las cruces de la ciudad, las altas temperaturas que está viviendo Córdoba durante esta última semana de abril van a "animar más a la gente". Eso será, sin duda, "una de las cosas buenas que tiene el buen tiempo", como explica Rafael Ortiz, el hermano mayor de la Santa Faz, que ha montado su cruz en la Plaza de la Compañía como lleva haciendo desde hace más de dos décadas. "Las personas se van a animar a consumir más, aunque es malo para los trabajadores y para la decoración de la cruz, pues las flores sufren por el calor", lamenta.
Además de tener una primera jornada de Cruces de Mayo marcada por las altas temperaturas, la inflación, como en todo ahora mismo, también se ha podido notar en este estreno tan esperado. De hecho, los precios de las bebidas y la comida han subido en torno a un 10% en la mayoría de las cruces. En la cruz de la Plaza de la Compañía, por ejemplo, el rebujito ha pasado de ocho a nueve euros, la comida ha subido 50 céntimos, aunque otros productos como la cerveza no han variado, porque han querido ser "conservadores para que no le afecta a la gente", como comenta la organización.
El montaje, el coste de los materiales, la subida de las materias primas y los productos alimenticios, los impuestos al plástico y al alcohol... todo suma para que este año la inflación también pese hasta en las tradiciones más longevas. Algunas como la cruz de la hermandad de La Sentencia, ubicada en la plaza de San Nicolás, han visto incrementados sus precios hasta en un 33%: la cerveza ha pasado de 1,5 euros a dos, y la jarra de rebujito, de siete euros a 11.
Sin embargo, esta subida obligada por las circunstancias actuales no ha impedido que las Cruces de Mayo se celebren como es debido. En la cruz de La Sentencia, que este año homenajea a Julio Romero de Torres entre una gran vegetación y pinturas de la Mujer Cordobesa donadas por el joven hermano Rafa Castejón, lo importante de esta fiesta es "la satisfacción de crear hermandad" y "el disfrute de los cordobeses y visitantes", como destaca Pedro Romero, artífice de toda la organización.
Claro ejemplo de ello ha sido la presencia del grupo formado por la cordobesa asentada en Tenerife, María Luque y sus amigas chicharreras, Sara Rodríguez y María Mora. Las tres han aprovechado sus días de descanso para estar desde primera hora disfrutando del Mayo Cordobés: "Solollevamos un rato de cruces y nos está encantado el ambiente y el rebujito, que no lo habíamos probado nunca", comentan las insulares, a quienes guía por su ciudad María, que por fin vuelve a celebrar esta fiesta "tras tres años sin haberla disfrutado".
Y es que, todavía hay quienes, por culpa del coronavirus, no han podido recordar en persona la que para muchos cordobeses es la fiesta por excelencia junto a la Feria de Nuestra Señora de la Salud. En la cruz del recinto del Triunfo de San Rafael, organizada por la hermandad del Santo Sepulcro, el hermano Luis Salazar recuerda que "ya sí que ha pasado de verdad el miedo al Covid", y por eso está en este primer día de cruces "todo lleno hasta la bandera".
Sentados en la cruz del Santo Sepulcro, un grupo de cinco jóvenes de 20 años compuesto por madrileños, jienenses y por supuesto, cordobeses, lo han tenido bastante claro para estar desde primera hora allí: "Hemos venido a disfrutar, a bailar sevillanas y a probar el rebujito. El calor no nos importa, tan solo hace falta mucha bebida y abanico en mano para soportarlo", añaden sonrientes los adolescentes en una cruz que, como afirma Salazar, también ha tenido que subir los precios cerca de un 10% con respecto a 2022.
Entre bailes de sevillana, cientos de fotos a las radiantes cruces que visten a Córdoba de primavera, han sido muchos los turistas nacionales e internacionales que se han acercado a la ciudad atraídos por la tradición, platos de comida y bebidas de todo tipo pasando de mesa en mesa. Porque ni el calor ni la inflación han podido frenar las que para muchos van a ser las Cruces de Mayo más calurosas de la historia, pero también las más esperadas y mejor recibidas.
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