Una ventana para descubrir Los Patios
PATIOS DE CÓRDOBA 2024
Raquel Montenegro, Directora de el Día de Córdoba
Hace 20 años, El Día de Córdoba decidió embarcarse en una apuesta necesaria: recopilar en una publicación la información más relevante de los Patios que participaban en el concurso municipal, un itinerario que aportase datos básicos, curiosidades y una forma de mirar a aquellas personas que se acercaban a unos espacios que ya eran un importante foco de atracción turística. La primera Guía de Patios de la ciudad, que después se vio ampliada con la información de los Patios, Rincones y Rejas de una provincia llena de belleza.
Hoy son muchísimos los visitantes que, no solo en mayo, quieren conocer esa parte del alma de Córdoba que se muestra en sus Patios. Esta guía que tiene en sus manos es un intento (hasta cierto punto, utópico) de condensar en unas páginas parte de su magia, aun siendo conscientes de que es algo casi imposible de transformar en palabras: su historia, sus particularidades, sus habitantes y cuidadores, y sobre todo, ese valor de lo colectivo que se torna físico en estos recintos, convertidos en espacio de convivencia generación tras generación hasta dar paso a una forma de vida en la que lo comunitario trasciende lo particular. En la que la historia familiar, y con ella parte del devenir de la de la ciudad, se desarrolla y concentra entre macetas. Una simbiosis que es la que llevó a la Unesco a conceder la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la Fiesta de los Patios.
Óscar y Elena cuentan en estas páginas como empezaron a vestir su patio con regalos de familiares, amigos y vecinos; María adorna el suyo con tiestos azules en honor de su abuela Josefa, como Ani recuerda su niñez pintando junto a su abuela con azulillo; mientras, Ricardo confiesa cuál es su rincón favorito para leer. Hay fuentes que recuerdan a personas que ya no están y otras que son un regalo entre hermanos. Vivencias íntimas de los cuidadores que estos, con generosidad, comparten con el visitante cuando abren las puertas de sus casas para darles paso a unos Patios cuidados con esmero para que gitanillas, geranios, helechos o buganvillas luzcan en todo su esplendor. El esfuerzo y sacrificio de todo un año que estalla en mayo para enamorar a visitantes de cualquier procedencia, porque el lenguaje de la flor, de la naturaleza, es universal.
Enamórese de esa belleza natural, pero no olvide dedicar parte de su visita a sentir lo más importante de los Patios, su patrimonio humano, sus historias de vida. Y anímese a conocer los muchos rincones de ensueño que le esperan en la provincia. Ojalá esta guía le sirva como punto de partida para ese viaje sin retorno hacia la esencia de Córdoba.
No hay comentarios