Alexandra de Hannover se destapa
La hija de Carolina de Mónaco asegura que aspira a llevar una "vida normal".
Estudió Política y Filosofía, pero le gusta leer, escribir y la moda.
Los tiempos también han cambiado para la princesa con más títulos nobiliarios de la casa Grimaldi. Días antes de que estalle el estado de alarma por el coronavirus, en París, Alexandra de Hannover (Austria, 1999), concedió una entrevista a la revista Telva que se ha convertido en su debut mediático tras nacer a la sombra de su madre, Carolina de Mónaco, y crecer a la sombra de su hermana, Carlota, y de sus cuñadas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo. Princesa de Hannover, duquesa de Brunswick y Luneburgo, y princesa de Gran Bretaña e Irlanda. De los once nietos que tuvieron Rainiero y Grace Kelly, sólo tres tienen títulos reales: los hijos de Alberto y Charlebe, Jacques y Gabriella, y ella, aunque en su caso se debe a su padre, Ernesto de Hannover, no a su progenitora.
El cuarto vástago de la princesa Carolina de Mónaco es la más discreta, quizás por la elevada exposición mediática que han tenido siempre los Casiraghi o quizás porque debido a su edad (20 años) todavía no le ha dado mucho tiempo. Sin embargo, según ha ido creciendo ha ido adquiriendo protagonismo más allá de salir al balcón del Palacio Grimaldi a saludar en el Día Nacional de Mónaco.
De todos modos, ha extrañado que se haya atrevido a dar una entrevista, una charla con Telva en la que habló de cuestiones personales aunque sin ofrecer detalles sobre la vida de su regia familia paterna ni materna. La princesa de Hannover, a la que algunos ven parecido físicamente con Romy Schneider o Elle Fanning, asegura que le da muchas vueltas a las cosas, que sabe que tiene sentido del humor aunque no sabe muy bien cómo es, y que nunca pierde la curiosidad por las cosas.
Se define como una persona sensible e introvertida con capacidad para esforzarse. Recuerda cuando a los diez años probó a patinar sobre hielo tras haber esquiado y montado a caballo. Le gustó tanto que lo practicó hasta que lo aparcó un año antes de acabar el bachillerato debido a que quería centrarse en preparar su acceso a la universidad: "Admiro esa mezcla que tiene de componente artístico y de disciplina atlética. Su nivel de exigencia. Y tenía algo mejor: saber que nadie podía hacerlo por mí. Al deporte le da igual quién seas o de dónde procedas".
Estudia Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad de Nueva York, "pero más con el deseo de nutrirme intelectualmente que con una visión laboral", reconoce, para luego explicar que también le encanta la moda. "Creo que sería una gran personal shopper. Compraría para los demás, así que disfrutaría de ese placer pero en un segundo plano, sin sentirme culpable", sostiene.
Más allá de la moda y el deporte, asegura que escribe y que le encanta leer. A los 14 años cayó en sus manos El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, y tuvo "tal impacto" en ella que lo ha leído muchas veces más porque "cada vez es mejor". También siente predilección por Franny y Zooey, y por La insoportable levedad del ser de Milan Kundera. Adora la década de los 50 y 60 en cuanto a moda y música, y siempre ha querido hacer una fiesta temática inspirada en Mad Men.
Finalmente la hija de Carolina de Mónaco afirma que no ha pesando mucho sobre la posibilidad de tener una voz que sirva para mejorar el mundo, y que lo que quiere es una vida normal: "No soy aún del todo consciente de que yo pueda tener una voz. Tampoco de mi condición de princesa, trato de no pensar en ello sin dejar de agradecer, por supuesto, lo privilegiada que he sido. Pero quiero una vida normal".
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