'Paquirri': su herencia, y mucho más
El periodista sevillano Alfredo Sánchez es el autor de la biografía 'Paquirri, en primera persona. La historia de una herencia', en el que se desgrana la vida y los detalles del testamento del torero, fallecido hace 36 años
Paquirri, en primera persona. La historia de una herencia es el primer libro que se publica sobre el torero en los últimos 35 años. Francisco Rivera Paquirri fue uno de los personajes más conocidos y mediáticos de la España de los años 70 y el primer lustro de los 80.
Escrito por el periodista sevillano Alfredo Sánchez y publicado por Sevillapress, recoge desde su nacimiento en una choza sin luz ni agua en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes, en Barbate, hasta sus múltiples triunfos como torero así como la historia del reparto de su polémica herencia que, 36 años después de su muerte, tanto da que hablar.
Según el autor, "es la historia de Paquirri sin allegados, como se diría ahora, resaltando la gran persona y el gran torero que fue que partiendo de la nada dejó una herencia millonaria a sus hijos, tanto en España como en América". "Este libro ve la luz a los 36 años de la muerte del torero que falleció también con 36 años, por lo que en la actualidad habría cumplido 72", señala el autor. Es la biografía de un torero al que, curiosamente, "le cogió el toro en su primera corrida como matador de toros el dia que iba a tomar la alternativa en Barcelona y tuvo que suspenderse y en la última de su vida en Pozoblanco".
El libro, que cuenta con más de 150 fotografías, la mayoría de ellas inéditas, es un auténtico álbum de la vida de Paquirri. Desde esta semana, se encuentra a la venta en todas las librerías de España, así como en Amazon, libros.cc o en el correo electrónico paquirrienprimerapersona@gmail.com.
En los 20 capítulos y dos apéndices de los que consta, se recuerda al padre y la madre de Paquirri con una de las escasas fotos que existen de ambos, la mili del diestro como marinero en San Fernando o su firma en el libro de su primer vuelo junto a su apoderado Manolo Camará. También hay capítulos dedicados al doctor Vila, a la querida de Paco, a su despedida de soltero y a la última llamada telefónica desde un hotel de Pozoblanco el mismo día de su trágico fallecimiento.
El autor, Alfredo Sánchez, tuvo la oportunidad de vivir de cerca, como periodista, capítulos importantes de la vida de Francisco Rivera como la separación de Carmina Ordóñez, su noviazgo con Isabel Pantoja, la boda con la cantante y su último cumpleaños en su casa de la sevillana avenida Ramón de Carranza, en el que estuvo acompañado por Maribel, un pequeño Kiko Rivera de tres meses y los dos hijos de su primer matrimonio, Fran y Cayetano, una celebración que se produjo después de un día de entrenamiento en solitario en su finca Cantora.
Sánchez fue uno de los dos periodistas que ofrecieron en exclusiva el contenido del testamento y años después, también en exclusiva, la firma del reparto de la herencia de Paquirri, que tuvo lugar a falta tan solo de dos días para que se cumpliera el plazo de tres años para no acabar en los tribunales. La firma fue en la sede central de lo que entonces era el Banco Español de Crédito, en plena Plaza Nueva de Sevilla. El otro periodista que estuvo allí, Alberto Matey, falleció desgraciadamente en accidente de tráfico cuando regresaba de Jerez de hacer un reportaje.
Estos y otros muchos momentos vividos personalmente convierten a Alfredo Sánchez en la persona más documentada para escribir este libro. El autor ha sido testigo directo de pasajes de la vida del torero de los que hoy se sigue hablando con mayor o menor precisión, pero con audiencias millonarias.
Gran interés tienen los capítulos dedicados a la trágica tarde de Pozoblanco con referencia a Pepe Toscano, el periodista taurino cordobés que estuvo presente y escribió un libro sobre Paquirri, o el multitudinario entierro en Sevilla del que se recogen los fragmentos más significativos de la crónica del periodista Alfredo Relaño, entonces delegado de El País en Andalucía. La referida edición de El País fue la más vendida de la historia del diario hasta la Guerra del Golfo y aún hoy sigue ocupando un lugar de privilegio entre los más vendidos.
Francisco Rivera Pérez Paquirri nació en Zahara de los Atunes (Cádiz) el 5 de marzo de 1948. Fue hijo de Agustina Pérez Núñez y el ex novillero Antonio Rivera Alvarado, encargado del matadero municipal de Barbate, donde Paquirri y su hermano, el también matador José Rivera Riverita, comenzaron a torear.
Se crió en Barbate, donde debutó con 14 años el 16 de agosto de 1962 enfrentándose a reses de la ganadería de Núñez Polavieja. En 1964, con 16 años, participó en su primera novillada en la plaza de toros de Cádiz. En Sevilla, el primero de mayo de 1966, con 18 años, cortó tres orejas en una novillada en la que le acompañaron Pepe Luis Segura y Manolo Sanlúcar.
Le cogió el toro con el que iba a tomar la alternativa en la Plaza Monumental de Barcelona el 17 de julio de 1966, por lo que la misma hubo de aplazarse hasta el 11 de agosto de 1966 en la misma plaza actuando como padrino Paco Camino y El Viti como testigo. La confirmación se celebró en Madrid el 18 de mayo de 1967, también con Paco Camino como padrino y José Fuertes como testigo.
Se casó el 16 de febrero de 1973 con Carmen Ordóñez, hija del torero Antonio Ordóñez, en la basílica de San Francisco el Grande de Madrid, tuvieron dos hijos toreros, Francisco y Cayetano y acabaron separándose en 1979.
La década de los 70 marca la plenitud profesional de Paquirri, que el 24 de mayo de 1979 alcanzaría en Madrid su consagración definitiva como gran maestro del toreo cuajando de cabo a rabo al célebre toro Buenasuerte, marcado con el hierro de Torrestrella, su ganadería predilecta. El diestro cubrió aquel año la mejor temporada de su vida. El 28 de abril de 1981 salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla. Cortó tres orejas, arrasó con todos los premios... Pero dos días después y en esa misma feria sufrió una brutal voltereta al recibir a portagayola a otro ejemplar de Torrestrella que iba a quebrar para siempre su regularidad.
El 30 de abril de 1983 se volvió a casar, en esta ocasión con la cantante Isabel Pantoja, en la basílica de Jesús del Gran Poder de Sevilla. De este matrimonio solo tuvo un hijo, Francisco José Rivera Pantoja que tenía tan solo nueve meses cuando murió su padre.
El 26 de septiembre de 1984, en la plaza de Pozoblanco, compartiendo cartel con El Yiyo y El Soro, sufrió una cornada de un toro a raíz de la cual se le rompieron las venas ilíaca y safena y la arteria femoral, lo que le produjo la muerte.
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