Pablo y Marie-Chantal: una historia de amor y poder
El príncipe sin reino y la multimillonaria acaban de celebrar sus bodas de plata, 25 años de un enlace con toda la pompa real.
Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller están de enhorabuena. El príncipe heredero griego y la millonaria acaban de celebrar sus bodas de plata, 25 años de aquella espectacular boda en Londres y de aquel recatado y recordado vestido de novia de Valentino, una fecha muy especial que han recordado con un posado simbólico en el que hacen varios guiños a su historia de amor.
"Hace 25 años que me casé con esta joya de persona. He amado cada segundo de mi vida a tu lado", ha confesado en las redes sociales Marie-Chantal junto a las imágenes que rememoran un enlace que congregó a buena parte de la realeza europea, entre ellos a los entonces Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía. El ahora Rey Felipe VI, primo del novio, ejerció de padrino. Isabel II, quien no suele asistir a este tipo de eventos, también estuvo presente aquel 1 de julio de 1995 en la catedral de Santa Sofía en la unión del primogénito de los reyes Constantino y Ana María de Grecia y la heredera del imperio de los Duty Free.
Marie-Chantal y Pablo de Grecia conmemoran 28 años de amor (pues se conocieron tres años antes de su enlace), y lo hacen convertidos en una de las parejas más solidas y estables de la realeza, sin que haya habido –que sepamos– ninguna crisis conocida en este tiempo, ni rumores de separación, algo que sí ha existido en otras casas reales europeas. Sus cinco hijos son uno de los resultados de este tándem casi perfecto tanto en cuestiones sentimentales como empresariales, ya que sus respectivas familias también salieron beneficiadas de su matrimonio. En lugar de los futuros reyes helenos, hoy son dos empresarios con mucho éxito en sus respectivos negocios y proyectos.
La pareja se conoció en 1992, gracias a la mediación de un 'celestino', el famoso banquero neoyorquino Alecko Papamarkou, muy amigo de la familia real griega. Veía a Marie-Chantal perfecta para el príncipe Pablo y vio la oportunidad perfecta para que se conocieran en la fiesta que el naviero Stavros Niarchos le había preparado a su hijo por su 40 cumpleaños. Se las ingenió para que se sentaran juntos y todo salió perfecto: "Fue amor a primera vista", ha declarado la pareja en alguna ocasión.
El Rey Felipe fue testigo de los primeros meses de este noviazgo pues por aquel entonces convivía con Pabloen Georgetown, donde ambos estudiaban. Al poco de salir juntos, Marie-Chantal se mudó a Washington, muy cerca del campus universitario de su entonces novio.
Pablo de Grecia fue uno de los primeros príncipes herederos de su generación en casarse con una plebeya, tendencia que luego siguieron prácticamente todos sus homólogos.
Al no seguir la tradición, en su caso, salió ganando. Robert Miller, padre de Marie-Chantal, aportó una dote de unos 177 millones de euros, la misma que a sus hermanas en su momento, Pía y Alexandra. También asumió los gastos de la lujosa boda y la recepción posterior, a la que asistieron 1.300 invitados. Sólo el vestido de Valentino de la novia estaba valorado en unos 199.000 euros.
No sólo las casas reales europeas estuvieron presentes en el enlace de Pablo y Marie-Chantal; también las grandes fortunas estadounidenses y las más importantes familias navieras griegas.
Para poder casarse, e incluso durante su matrimonio, Marie-Chantal ha tenido que hacer numerosas renuncias. Para empezar, se convirtió al cristianismo ortodoxo para poder contraer matrimonio con el príncipe Pablo. Además, en 2006 la familia se mudó de Nueva York, donde habían residido hasta entonces, a Londres, fundamentalmente para poder estar más cerca de la familia de él. A Marie-Chantal, quien nació en Inglaterra, creció en Hong Kong y estudió en un internado suizo, le pareció bien este cambio de vida también por el futuro educativo de sus cinco hijos. Además, estos llevan nombres muy vinculados a la cultura griega: Olympia, Achileas-Andreas, Constantine-Alexios, Odysseas-Kimon y Aristidis-Stavros.
El patrimonio, sólo de ella, asciende a más de 2.000 millones de euros. La pareja posee mansiones y lujosas casas en diferentes países: una casa en los Cotswolds, una de las zonas más exclusivas de Reino Unido; una espectacular vivienda en el barrio de Chelsea; una finca en Yorkshire, también en territorio británico; el piso familiar de Nueva York –ciudad a la que volvieron a vivir hace unos años–; la casa que poseen en Bahamas o la mansión que adquirían en los Hamptons hace unos meses. Eso de ‘contigo pan y cebolla’, no tiene nada que ver en este caso.
También te puede interesar
Lo último