Andalucía reduce un 9,5% las emisiones de gases por habitante
Andalucía ha bajado las emisiones totales un 6,5% en solo tres años. El objetivo a largo plazo es la reducción del 41% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030

Andalucía aspira a consolidarse como referente en acción climática y economía circular. La comunidad autónoma ha logrado una reducción del 9,5% en las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita entre 2019 y 2022, una cifra que supera la media nacional (7,5%) y la europea (4,8%), según datos del Inventario Nacional de Emisiones presentados por la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, durante un desayuno informativo de Executive Forum España en Sevilla.
“O el futuro es sostenible o no será futuro”, ha afirmado la consejera, quien ha subrayado la necesidad de adoptar decisiones responsables en el presente. García ha detallado que Andalucía ha reducido un 6,5% las emisiones totales en solo tres años, bajando de 45,9 millones de toneladas en 2019 a 42,9 millones en 2022.
Además, la emisión per cápita en la región se sitúa 1,13 puntos por debajo de la media nacional, lo que refuerza la posición de Andalucía como territorio de vanguardia en sostenibilidad y gestión ambiental.
No obstante, conviene recordar que Andalucía continúa siendo una de las comunidades con mayores emisiones totales del país debido a su tamaño y peso económico. La mejora per cápita es relevante, pero en términos absolutos el impacto climático sigue siendo considerable, lo que obliga a mantener el foco en las emisiones totales, no solo relativas.
Una hoja de ruta frente al cambio climático
La política climática de la Junta de Andalucía se estructura en torno al Plan Andaluz de Acción por el Clima 2030 (PAAC), el primer instrumento global para coordinar las acciones contra el cambio climático en la región. Desde su aprobación, ya se han implementado 231 medidas con una inversión de más de 2.600 millones de euros.
Entre los objetivos destacados figura una ambiciosa reducción del 41% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, superior a la meta nacional del 39,5%. También se persigue que el 75% de la energía eléctrica producida en Andalucía sea de origen renovable antes de que finalice la década.
Un dato destacado es la propia implicación de la administración: la Consejería de Sostenibilidad ha reducido un 86% su huella de carbono desde 2019.
El efecto de la pandemia en los datos
Parte de esta reducción de emisiones podría estar influida por factores coyunturales, como la pandemia de COVID-19, que provocó una fuerte caída de la actividad económica y la movilidad en toda España. En 2020, el país registró una reducción del 18,8% de emisiones de CO₂, la más alta entre los grandes emisores europeos, según un estudio publicado en Environmental Research Letters. Por tanto, es necesario interpretar con cautela las reducciones logradas entre 2019 y 2022, y distinguir cuánto de ellas se deben a políticas estructurales y cuánto a factores extraordinarios.
Innovación en compensación de emisiones y proyectos de absorción
Andalucía ha puesto en marcha el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones, una herramienta que permite a empresas y entidades compensar su huella de carbono mediante proyectos de absorción de CO₂, como reforestaciones o restauración de ecosistemas.
Entre 2023 y 2024, el sistema ha experimentado un notable crecimiento, con un 40% más de huellas registradas y un 37% más de organizaciones inscritas, alcanzando las 272 organizaciones y 494 huellas.
El Catálogo Andaluz de Proyectos de Absorción incluye actualmente 27 iniciativas activas en 2.396 hectáreas, muchas en montes públicos, destacando también la apuesta por el carbono azul mediante la restauración de marismas y praderas submarinas.
Comparación con otras comunidades autónomas
La evolución de Andalucía debe contextualizarse dentro del conjunto autonómico. Comunidades como Navarra y Asturias también han mostrado una fuerte ambición climática, y han incorporado en sus planes regionales objetivos compatibles con el Acuerdo de París. Sin embargo, según un análisis de Greenpeace, la desigual ambición autonómica en materia de reducción de emisiones limita el potencial nacional para cumplir con sus compromisos europeos. Este contexto sugiere que, aunque los avances andaluces son notables, aún queda margen para mejorar en comparación con otras regiones líderes.
Economía circular como motor de transformación
La consejera ha recordado que Andalucía fue la primera comunidad autónoma en aprobar una Ley de Economía Circular, en vigor desde 2023, que impulsa un modelo productivo más eficiente. Esta ley promueve la transformación de residuos en recursos, reduce cargas administrativas y fomenta el empleo verde.
La Junta también ha iniciado la Estrategia Andaluza de Economía Circular, que incluye una plataforma de simbiosis industrial para promover el intercambio sostenible entre empresas.
Además, se están desarrollando programas como el Plan de Puntos Limpios (7 millones de euros, 12 municipios beneficiados) y el Plan de Estaciones de Transferencia de Biorresiduos (4 millones de euros), junto a 102 millones en ayudas para tratamiento de residuos, con 16 millones destinados a la provincia de Sevilla.
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