El miedo reina en Argel tras el doble atentado y las amenazas de Al Qaeda
Los habitantes de Argel, conmocionados tras el doble atentado de ayer en el centro de la capital argelina. Al Qaeda ha amenazado con multiplicar las acciones de este tipo
ARGEL/Según la última cifra oficial, facilitada hoy por el ministro de Exteriores, 31 personas murieron por la explosión de los dos coches bomba junto al Tribunal Supremo y el Consejo Constitucional y a una sede de la ONU en los elegantes barrios de El Biar e Hydra, aunque fuentes médicas afirman que los muertos superan los 60.
Cinco de los fallecidos eran extranjeros (un danés y un senegalés empleados de la ONU y tres asiáticos aún no identificados), mientras que los heridos son 177, en su mayoría mujeres, niños y estudiantes, de los cuales 28 continúan hospitalizados.
Las labores para rescatar a los que quedaron atrapados en los escombros continúan hoy, tras una noche de intenso trabajo. Al menos seis personas, heridas pero vivas, han conseguido salir de entre los amasijos de hierro y cemento en los que ha quedado convertida la sede argelina de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según la ONU, han perdido la vida once de sus trabajadores. El primer ministro, Abdelaziz Belkhadem, ha insistido en que la cifra de muertos revelada por las autoridades y todavía provisional es la real, tras la polémica generada por las diferencias sobre el número de fallecidos. "Argelia no tiene interés alguno en silenciar el número de víctimas y es inhumano competir en amplificar las cifras cuando se trata de vidas humanas", dijo.
A primera hora de hoy, las calles de Argel ofrecían un panorama poco habitual, con peatones que apretaban el paso y el tráfico, normalmente muy denso, mucho más fluido que de costumbre. "Es incontestable que hay psicosis entre la población, en especial la de la capital. La gente ha entendido que los atentados pueden pasar en cualquier momento y en cualquier lugar y que nadie está a salvo. No es fácil vivir con ese temor", dijo hoy a Efe un vendedor de periódicos de la comercial calle de Larbi Ben M'hidi.
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