Bélgica rebaja la alerta antiterrorista en ausencia de "amenazas inminentes"
El primer ministro belga rechaza las dimisiones de sus titulares de Interior y Justicia, que habían presentado sus renuncias porque Turquía les había pasado información sobre la expulsión del país de uno de los terroristas suicidas.
El ministro belga de Interior, Jan Jambon, anunció este jueves que su Gobierno ha decidido rebajar en un grado la alerta antiterrorista, que estaba en su nivel máximo, porque "no hay amenazas inminentes" de atentados.
Jambon explicó, en declaraciones al canal "RTL", que el Consejo Nacional de Seguridad se había reunido esta tarde y el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (OCAM) había "decidido reducir el nivel de amenaza a 3", de una escala de 4. La razón es que "no hay una amenaza inminente. Quiere decir que hay una gran probabilidad de que se estén preparando acciones, pero no tiene un carácter inminente". Bélgica había subido su nivel de alerta hasta el máximo el martes pasado, tras los atentados que causaron 31 muertos y 300 heridos en el aeropuerto de Bruselas y en una estación del metro a pocos cientos de metros de las instituciones europeas en la capital belga.
El director del OCAM, Paul Van Tieghem, hizo notar en rueda de prensa que, en cualquier caso, el nivel 3 sigue siendo "excepcional" y que la amenaza "es grave, verosímil y posible", pero también que con las informaciones disponibles -y que dijo no poder detallar- es menor y que "el elemento de inminencia ya no existe". Se van a tomar una serie de medidas de protección que se traducirán en "controles aleatorios" a las entradas de todas las grandes estaciones de trenes del país". Las líneas del metro de la capital abrirán progresivamente con presencia militar en los accesos y policial tanto en la superficie como en el interior, y controles aleatorios de los pasajeros. En los aeropuertos, también habrá controles en los accesos con presencia de perros especializados en la detección de explosivos.
El titular de Interior confirmó, por otro lado, que tanto él como su colega de Justicia, Koen Geens, habían presentado esta mañana su dimisión al primer ministro, Charles Michel, tras las revelaciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que Ankara había comunicado el verano pasado informaciones a las autoridades belgas sobre uno de los terroristas suicidas del martes pasado en Bruselas. Erdogan reveló ayer que Turquía había detenido junto a la frontera siria a uno de esos terroristas, que no citó explícitamente, que era Ibrahim El Bakraoui, quien se hizo saltar por los aires en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem.
Ibrahim El Bakraoui fue expulsado a Holanda por Turquía, que avisó a Bélgica de que era un combatiente extranjero, pero Bruselas no lo relacionó con ninguna amenaza terrorista, según Erdogan.
Jambon contó que tras las declaraciones del presidente turco, se había hecho "una reconstrucción de los hechos" y admitió que "nos podemos poner de preguntas sobre el funcionamiento" de la justicia y de la policía. "Los datos -añadió- no se trataron muy bien" y por eso, teniendo en cuenta "lo que ocurrió en Bruselas el pasado martes, asumí mis responsabilidades presentando mi dimisión al primer ministro".
Michel no aceptó la dimisión de sus ministros. Jambon dijo que el primer ministro le había convencido de continuar en el cargo porque "la guerra todavía continúa y (en esas circunstancias) no se abandona". En cualquier caso, el ministro de Interior subrayó su voluntad de explicarse ante la comisión parlamentaria que se acaba de crear para esclarecer todo lo relativo con los atentados: "en unas circunstancias como las actuales hay que ser transparente", y "no tengo nada qué esconder".
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