Muere Oswaldo Payá, líder de la oposición en Cuba
El disidente falleció en un accidente de tráfico al este de Cuba. Fue el primero en intentar reformar el sistema de Fidel Castro a través de una iniciativa legal que fue rechazada por el Gobierno.
Oswaldo Payá fue uno de los disidentes cubanos más conocidos de la década pasada, pese a que su nombre no se oía tanto en los últimos tiempos. El activista católico fue el primero en intentar reformar el sistema de Fidel Castro a través de una iniciativa legal.
Payá, quien ha muerto a los 60 años en un accidente de tráfico al este de Cuba, lanzó en 1998 una iniciativa ciudadana para pedir cambios constitucionales en la isla a través de un referéndum. El Proyecto Varela pedía libertades civiles como la de libre asociación y expresión, apoyándose en el derecho a propuesta que otorga la Constitución cubana a toda iniciativa que consiga reunir 10.000 firmas. Payá presentó al Parlamento 11.020 firmas en 2002, a las que sumó otras 14.000 dos años más tarde. El gobierno, sin embargo, rechazó la propuesta, a la que calificó como "parte de la estrategia de subversión contra Cuba". Poco antes, el castrismo había lanzado su propia consulta popular para anclar el carácter "irreversible" del socialismo en la Constitución cubana.
"Él era sin duda el opositor más revelante que teníamos en Cuba", dijo el disidente Elizardo Sánchez, que ha calificado su muerte como una "pérdida irreparable" para el movimiento opositor de la isla. "Logró llevar a buen puerto el Proyecto Varela con la solicitud al gobierno de Cuba de hacer cambios en las leyes", recordó Sánchez, líder de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Payá recibió en 2002 el Premio Sájarov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo por su activismo político y fue nominado en varias ocasiones al Nobel de la Paz. En 2003 lanzó junto con otros activistas la iniciativa Diálogo Nacional, en la que participaron miles de cubanos de dentro y fuera de la isla. En 2006 presentaron al público el Programa Todos Cubanos como conclusión.
Nacido en 1952 en La Habana e ingeniero eléctrico de profesión, Payá se había distanciado de la cúpula católica en la isla, por su posición de diálogo con el gobierno de Raúl Castro. El católico practicante acusaba sobre todo al Arzobispado de La Habana de arrogarse la representación de la Iglesia excluyendo a la oposición en su acercamiento al castrismo.
A diferencia de otros opositores, Payá no criticó a la visita del papa Benedicto XVI a la isla a finales de marzo. Muchos disidentes criticaron a Joseph Ratzinger por "legitimar" al gobierno con su visita. Otros exigieron al pontífice que pidiese cambios políticos durante su estancia en la isla. "No es misión del papa. Creo que es una misión nuestra", dijo entonces Payá a la agencia dpa. El activista fue uno de los pocos opositores que pudo asistir a la misa de Benedicto en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Grupos cercanos a la cúpula eclesiástica lamentaron hoy su muerte. "No obstante, las diferencias en relación con los objetivos y metodologías acerca del devenir nacional, deseamos resaltar que siempre lo consideramos una persona honesta, un ejemplar padre de familia, un católico integro, un buen cubano y un político que actuó de acuerdo a su conciencia y supo conservar su autonomía", señaló la revista Espacio Laical.
Según las autoridades, Payá murió a primera hora de la tarde de este domingo después de que el vehículo en el que viajaba se estrellara contra un árbol en una localidad cercana a Bayamo, en la provincia de Granma. En el accidente murió también otro activista opositor y resultaron heridos un ciudadano español y uno sueco, que viajaban con ellos en el automóvil.
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