Mueren dos soldados en un ataque contra una base militar en Irlanda del Norte

Se desconoce la autoría del ataque y ningún grupo disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesto al proceso de paz norirlandés se ha atribuido el atentado

Efe

08 de marzo 2009 - 10:11

Belfast (R.Unido)/Dos soldados han muerto en un ataque con armas de fuego perpetrado la noche del sábado contra una base del Ejército británico en Irlanda del Norte, confirmó la Policía de la provincia (PSNI).

Otros dos militares y dos civiles resultaron heridos en el atentado, cometido a las 21.40 horas, hora local, en la base de Massereene, radicada en el condado de Antrim y a unos 25 kilómetros al norte de Belfast, precisaron las fuerzas del orden.

Los cuatro heridos, todos varones y cuyo estado reviste gravedad, han sido trasladados a un hospital cercano, mientras se ha puesto en marcha una amplia operación de seguridad en la zona que rodea a los barracones, que son sede del 38 Regimiento de Ingenieros.

De momento, se desconoce la autoría del ataque y ningún grupo disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesto al proceso de paz norirlandés se ha atribuido el atentado.

Desde el Ministerio de Defensa del Reino Unido, un portavoz explicó que el tiroteo fue efectuado por desconocidos que se aproximaron a la base en un automóvil y se dieron a la fuga.

Según los medios británicos, testigos oculares indicaron que los terroristas se hicieron pasar por repartidores de pizzas que accedieron hasta la puerta principal de la base militar y dispararon cuando los soldados cayeron en la emboscada.

El ministro británico para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, condenó el tiroteo al calificarlo como "acto de barbarismo criminal", al tiempo que manifestó su apoyo a las familias de "aquellos muertos y heridos en este ataque mortífero".

"El contraste entre quienes sirven a la comunidad y quienes la destruirían no pueden ser más claro. La gente que hizo esto será perseguida y nunca detendrá el proceso político en Irlanda del Norte", subrayó Woorward.

En un comunicado, Downing Street, oficina del primer ministro británico, Gordon Brown, señaló que se hará todo lo posible para llevar ante la Justicia a los autores del "terrible suceso".

Por su parte, el ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista Peter Robinson, ofreció su apoyo a los familiares de las víctimas y adelantó que pospondrá un viaje que tenía previsto a Estados Unidos para hacerse cargo de la situación.

Robinson, líder del Partido Democrático Unionista, manifestó que el ataque es un "terrible recordatorio de hechos del pasado".

"Estos asesinatos fueron un acto inútil de quienes no tienen ni apoyo de los ciudadanos ni perspectivas de éxito en su campaña", agregó el jefe del Gobierno autónomo norirlandés.

El ataque ocurrió un día después de que el PSNI informara de que ha solicitado la intervención de los servicios secretos (el MI5) y las Fuerzas Armadas británicas para afrontar la creciente amenaza de facciones disidentes del IRA.

El jefe del PSNI, Hugh Orde, advirtió el pasado viernes de que el riesgo de ataques de paramilitares disidentes se sitúa en su nivel más alto desde que accediese a este cargo hace siete años.

De hecho, un coche-bomba con más de 130 kilos de explosivos fue desactivado a finales del pasado enero cerca de una escuela de enseñanza primaria en la localidad de Castlewellan (sureste de Irlanda del Norte).

Las Policía fue avisada entonces de una llamada hecha a un periódico alertando de la colocación de la bomba y asegurando que el vehículo iba a ser aparcado en las proximidades de la base del Ejército británico en la vecina localidad de Ballykinler, aunque finalmente abandonaron el coche cerca de la escuela.

El Ejército puso fin en agosto de 2007 a sus operaciones en la provincia, donde llegó en 1969 para apoyar a la Policía debido al aumento de la violencia por los enfrentamientos entre católicos y protestantes, una situación que duró más de treinta años.

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