Nueva operación contra el yihadismo en Bruselas
La Policía belga arresta a tres personas vinculadas al presunto terrorista detenido en París. Otros seis sospechosos han sido detenidos durante la noche en la investigación del 22-M. Interior admite negligencias en el caso de El Bakraoui.
Tres hombres fueron detenidos este viernes en Bruselas en relación con la operación antiterrorista en la que en la noche del jueves fue arrestado un sospechoso en las afueras de París, informó la Fiscalía federal belga, que avanzó la identidad de dos de ellos.
Esta mañana en la calle de Belgrade del distrito de Forest de Bruselas fue capturado Tawfik A., herido en la pierna por la Policía, y en la calle de Mérode del barrio de Saint Gilles fue detenido Salah A., precisó la Fiscalía en un comunicado. Por la tarde, en el barrio de Schaerbeek, también fue herido de bala en una pierna otro sospechoso en la avenida Rogier, junto a la parada del tranvía de la plaza Meiser, del que todavía no se conocía la identidad. Nada más ser capturado, algunas informaciones apuntaban a que podía ser el belga Mohamed Abrini, buscado como uno de los cómplices de Salah Abdeslam -detenido el pasado viernes- en los preparativos de los atentados de París del 13 de noviembre. Sin embargo, la Fiscalía federal salió al paso para desmentirlo, sin decir quién es.
El Ministerio Público belga vinculó estos tres arrestos de este viernes con la captura ayer en las afueras de París de Reda Kriket, de nacionalidad francesa y 34 años, condenado en Bruselas en julio del año pasado en rebeldía a diez años de prisión por terrorismo, lo que dio lugar a una euroorden lanzada el 17 de octubre. En ese proceso en rebeldía contra Kriket también fue sentenciado el belga Abdelhamid Abaaoud, abatido por la policía francesa el 18 de noviembre pasado, cinco días después de los ataques yihadistas en la capital francesa -que causaron 130 muertos y varios cientos de heridos-, en los que fue una pieza clave. La detención de Kriket en Boulogne-Billancourt y el hallazgo en su apartamento de Argenteuil (también en la periferia de París) horas después de armas pesadas y explosivos hacen pensar a los investigadores en que se había planeado un atentado inminente.
Por otro lado, anoche fueron arrestadas seis personas en Bruselas en el marco de las pesquisas por los atentados del martes pasado en la ciudad, en los que murieron 31 personas y otras 300 resultaron heridas. De los seis -precisó la Fiscalía federal belga- tres quedaron en libertad -Khalid A., Mariam A. y Ali E.- y otros tres siguen detenidos.
Se trata de uno de los que fueron capturados delante del edificio de la propia Fiscalía, Fayçal Cheffou, y de otros dos individuos capturados cuando su vehículo salía de la autopista de circunvalación de Bruselas en dirección a Jette. Uno de ellos es Abou A. Del otro, no se ha dado a conocer el nombre.
Se confirma que segundo terrorista suicida del aeropuerto es Laachraoui
La Fiscalía federal belga confirmó que el segundo terrorista suicida del aeropuerto internacional de Zaventem, en Bruselas, era Najim Laachraoui, vinculado también a los atentados del 13-N. Laachraoui era el sospechoso que aparecía a la izquierda en la fotografía en la que se veía a tres supuestos autores de los atentados del martes pasado en el aeropuerto, difundida por la Policía belga.
La Fiscalía precisó que su identidad se ha podido establecer tras las pruebas de ADN y las tareas de investigación de las últimas horas. Laachraoui, nacido el 18 mayo de 1991, también era investigado por el Ministerio Público en relación con los atentados de noviembre en París, con 130 muertos.
En el marco de ese dossier, recordó la Fiscalía, el pasado 4 de diciembre se difundió una notificación de búsqueda sobre Salah Abdeslam, presunto cerebro del aparato logístico de los ataques de París detenido hace una semana, que se trasladó en dos ocasiones a Budapest en septiembre del año pasado en un vehículo alquilado. El 9 de septiembre Abdeslam fue objeto de un control policial en la frontera entre Hungría y Austria a bordo de un vehículo Mercedes, en compañía de dos personas, que utilizaban falsas identidades belgas a nombre de Samir Bouzid y Soufiane Kayal.
La investigación llevada a cabo ha permitido determinar que la falsa identidad de Kayal correspondía en realidad a Laachraoui, que viajó a Siria en febrero de 2013 y que alquiló una vivienda en Auvelais (sur de Bélgica) objeto de un registro policial el 26 de noviembre pasado. La Policía encontró trazas de ADN de Laachraoui en la casa de Auvelais y en el apartamento de la calle Henri Bergé, en el distrito bruselense de Schaerbeek, que habría sido utilizado por el grupo terrorista. También encontró esas trazas en el chaleco explosivo y en un trozo de tejido utilizado en la sala de espectáculos parisina Bataclan y en una bomba en el Estadio de Francia, señaló la Fiscalía.
Interior admite que hubo negligencia con El Bakraoui
El ministro belga del Interior, Jan Jambon, admitió este viernes que hubo negligencia en la gestión del caso de Ibrahim El Bakraoui, uno de los presuntos autores de los atentados de Bruselas, y consideró "inaceptable" que no se hiciese "nada esencial" entre su detención en Turquía y su deportación a Holanda. "Tras una reunión con la Policía federal, solo he podido concluir que alguien ha sido negligente, no ha sido suficientemente proactivo, ni comprometido con un dossier donde desde el principio podíamos notar que se trataba de terrorismo", dijo Jambon en una comparecencia ante el Parlamento belga.
El ministro, que este jueves presentó su renuncia que no fue aceptada por el primer ministro belga, Charles Michel, dijo este viernes que, como responsable de la Policía, debe asumir "la responsabilidad política", aunque recalcó que no tiene "nada que ver con la culpabilidad". Incidió en que "no hace falta ser superactivo" para comprender que "hay un riesgo muy elevado" de que alguien con el perfil de El Bakraoui -condenado a diez años, encarcelado durante varios años, que parte a Siria y que es atrapado en la frontera turcosiria- puede ser un combatiente extranjero. "Desde el 26 de junio, el momento en el que se nos informó, y el 20 de julio -el momento en el que El Bakraoui fue trasladado en avión a Holanda-, el oficial de enlace no hizo nada esencial", continuó. "La manera en la que se ha producido es inaceptable y asumo las consecuencias", añadió.
El Bakraoui fue interceptado el 11 de junio de 2015 en Turquía cerca de la frontera con Siria y el 26 de junio la policía turca informó de su detención al funcionario de enlace belga, el representante de la Policía belga en el país, explicó Jambon. Tres días más tarde, el 29 de junio, este oficial comunicó esta información al servicio de la Policía judicial en Bélgica, que a su vez informa al funcionario en Turquía de que El Bakraoui tiene un pasado judicial y que fue condenado a diez años por robo a mano armada.
El 14 de julio a las 10:14 Turquía envía una "nota verbal" en turco al portal electrónico de la embajada belga para informar de que El Bakraoui va a abandonar el país hacia Holanda en un vuelo que parte a las 10:40 ese mismo día. Ese mismo día, a las 14:30, Ankara también envió un fax a la embajada belga que informa al enlace belga dos horas más tarde. Al día siguiente, el funcionario policial en una reunión con la policía turca es informado de que El Bakraoui había sido detenido en Turquía por terrorismo y de que si quería más información sobre el caso debe solicitarlo por escrito. Esa misma tarde el funcionario informa a la embajada belga y ésta avisa a las autoridades holandesas.
La información adicional que Bélgica tuvo que solicitar por escrito llegó al funcionario policial en Turquía seis meses más tarde de su deportación, en enero de 2016, y confirmaba que El Bakraoui había sido arrestado por Ankara por "vínculos con la zona de conflicto".
El ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, quien también intervino este viernes ante la comisión parlamentaria conjunta de Interior, Justicia y Exteriores, subrayó que el método utilizado por Turquía para comunicar la expulsión de El Bakraoui no es el habitual. "El método habitual de trabajo es que los servicios de policía turcos se pongan en contacto con los funcionarios de enlace cuando hay una extradición en el orden del día", sostuvo.
Desde mayo de 2013 ha habido seis comunicaciones de este tipo entre Turquía y Bélgica, cinco de las cuales se realizaron a nivel policial y la única remitida al portal electrónico de la embajada fue ésta, según el jefe de la diplomacia belga. El ministro de Justicia belga, Koen Geens, admitió que "por supuesto habrá que verificar si el conjunto de informaciones fueron tratados y comunicados correctamente". Consideró además "imperativo" que la policía y los diferentes servicios de seguridad implicados en la lucha antiterrorista compartan información para prevenir atentados.
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