"Lo más angustioso fue buscar a mi mujer, la situación era de caos"

La imagen que ilustra esta información refleja la ilusión en las caras de Rafa Vega y su esposa, la sevillana Nuria Lama, minutos antes de comenzar la Maratón de Boston, una de las más antiguas del mundo, con más de 25.000 participantes. Nada hacía presagiar que horas después la tragedia se iba a cernir sobre ellos con la explosión de dos artefactos que causaron tres muertes y 170 heridos, además de sembrar el pánico entre los corredores y el público. "Es una carrera legendaria, la más antigua que existe, y tenía mucha ilusión de correr en una mataron así. Sin embargo, todo acabó de esta manera y estoy por una parte triste, pero por otra sintiendo la gran fortuna de que podemos contarlo", explicó ayer Rafa Vega a este periódico.

Este joven, que es periodista de Canal Sur siempre ha estado vinculado al mundo del deporte. En el momento de la explosión se encontraba a solo 600 metros de la meta, pero las piernas le fallaron: "Estaba casi llegando, si hubiera tenido un buen día habría alcanzado la meta en el momento de la explosión. Lo que en un día normal es una frustración por no conseguir una buena marca, el lunes fue motivo de alegría", remarcó.

También, por fortuna, su mujer se encontraba esperándolo en las gradas justo enfrente de donde explotaron los artefactosy según su relato, uno de los peores momentos fue buscarla. "Fue muy angustioso, no tenía teléfono para llamarla, no la encontraba y en esos momentos tan trágicos empiezas a pensar en lo peor". Finalmente se produjo el esperado reencuentro.

Mientras tanto, en España no fueron pocos los familiares y amigos que, preocupados por ellos, intentaron contactar, sobre todo a través deFacebook yTwitter. "Sentí agobio al no poder responderle a la gente en ese momento porque no tenía teléfono, aquello era un caos". Poco después su madre lanzó un mensaje tranquilizador a Facebook: "Soy la madre de Rafa Vega, lo hemos localizado y nos dice que están bien".

Pasado el susto, Rafa Vega explicó ayer que ahora se quedará en Nueva York hasta dentro de dos semanas pues está terminando una tesis doctoral y el libro que está escribiendo. Y, aunque ha vivido en primera persona esta tragedia ayer subrayó que, pese a lo sucedido, lejos de abandonar este deporte ahora es el mejor momento para correr y "demostrar la fuerza del mundo", y el rechazo contra este tipo de violencia.