"Nos ha parecido ver un hombre con una pistola, hay mucha sangre"
Tiroteo mortal en Francia
La periodista granadina María Alonso relata en primera persona lo sucedido en el atentado de Estrasburgo que ha dejado al menos cuatro muertos y once heridos
Estrasburgo/Estrasburgo, 11 de diciembre. Ninguna fecha del calendario parece poder librarse de la violencia de los atentados. Hoy, un día más el terrorismo tiñe de negro Francia. Neudorf está en silencio. Un silencio que solo se rompe por el sonido de los helicópteros y algunas sirenas. Parece una escena propia de otra época y de otro lugar, desde luego lejos de Europa. Son las once de una noche en la que Estrasburgo debería estar lleno de gente por las calles, gente bebiendo vino caliente -vin chaud- y paseando por el Marché de Noel.
Eran las 20:00 de la tarde y algunos salíamos del Parlamento Europeo. En la parada del tranvía nos enteramos de que al parecer en la Place Kleber hay una persona sangrando en el suelo. "Nos ha parecido ver un hombre con una pistola, hay mucha sangre". El aviso inunda los grupos de WhastApp y las redes sociales. Muchos diputados y demás personas deciden volver al hemiciclo.
Al coger el tranvía más tarde nos siguen llegando noticias. Son las 19:50 y nos comunican que nos alejemos del centro. Las cifras ascienden a 2 muertos y 8 heridos, y parece que cada vez hay más heridos. "Han declarado el código rojo. A los médicos nos están obligando a ir a los hospitales", comentan algunos compañeros. "Estamos en la biblioteca y no nos dejan salir", alertan.
A partir de entonces todo comienza a ir demasiado rápido, y poco a poco comienza a llegar más información: tanto el centro de la ciudad como las instituciones europeas están cerradas, y desde las autoridades dicen que nos refugiemos y no estemos en las calles de ninguna parte de la ciudad.
El tranvía y los autobuses no funcionan, y mucha gente se ha quedado en mitad de la ciudad sin saber dónde ir. "Estamos muchas personas en la parada del tranvía. Nos han dejado salir de la Casa del Parlamento pero no tenemos cómo volver a casa", dice preocupado un amigo. Algunos entran a hoteles, otros se refugian en los bares y los más afortunados consiguen coger un taxi.
Sobre las 21:30 comunican que han identificado al atacante gracias a las cámaras de seguridad, pero que aún no está localizado. A continuación nos van llegando diferentes avisos a los barrios, donde probablemente se encuentre. Sobre las 22:00 llega al barrio de Neudorf -donde vivo-, el vecindario más cercano a la frontera con Alemania. Al parecer el atacante se ha refugiado en esta zona. Escuchamos algunos disparos, pero ninguna autoridad confirma nada al respecto.
Ahora es casi medianoche en Estrasburgo y solo se escucha el silencio. DAESH acaba de reclamar la autoría del atentado.
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