Katz toma posesión como ministro de Defensa tras la destitución de Gallant

El hasta ahora ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, tomó posesión este viernes de su cargo como ministro de Defensa en sustitución de Yoav Gallant, a quien el primer ministro, Benjamin Netanyahu, destituyó por sus discrepancias sobre la guerra en Gaza el 5 de octubre.

Gallant aseguró el jueves a los familiares de los rehenes que todavía permanecen en la Franja de Gaza que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, está manteniendo a las tropas en el enclave sin motivo, según varios medios israelíes.

En una reunión con las familias de los secuestrados, Gallant aseguró que "no queda nada que hacer en Gaza. Los grandes objetivos han sido alcanzados", recoge el canal 12 de noticias israelí.

El responsable, cuya destitución se hace efectiva esta misma tarde, dijo además que el mandatario tiene la última palabra en las negociaciones para un intercambio de rehenes con Hamas, y que tanto él como los responsables militares ya en julio creían que el momento era óptimo para lograr un acuerdo, según el periódico israelí Haaretz.

Netanyahu anunció el despido de Gallant en la noche del martes, después de meses de rumores sobre su intención de librarse de uno de los ministros con mayor poder y que más le han llevado la contraria en asuntos como la gestión de la guerra en Gaza, las negociaciones para liberar a los rehenes o la exención militar para los judíos ultraortodoxos.

A la ceremonia, celebrada en el Ministerio de Defensa en Tel Aviv, acudieron, además de Gallant, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi; y el director general del Ministerio, Eyal Zamir.

"A lo largo de esta etapa se han tomado las decisiones correctas y no hay ninguna duda sobre la capacidad del Ejército y de las fuerzas de seguridad para ejecutar su misión de manera impecable", aseguró Katz en su discurso, marcado por la moderación tras la polémica que supuso la destitución de Gallant.

En un largo comunicado, Netanyahu afirmó el martes que existen "brechas significativas" entre Gallant y él en la gestión de la campaña militar en Gaza y que "estas brechas fueron acompañadas de declaraciones y acciones que contradicen las decisiones del Gobierno y las decisiones del Gabinete".

En su discurso de despedida, Gallant confirmó esta brecha: "Me despidieron por un desacuerdo sobre tres cuestiones: mi postura firme sobre el reclutamiento universal (también de judíos ultraortodoxos), el compromiso de devolver a los rehenes y la necesidad de una comisión estatal de investigación sobre el 7 de octubre".

En la toma de posesión, Katz ha reafirmado su intención de trabajar "unido" con el primer ministro, así como con el Gobierno y los sistemas civiles.

"Este es un momento especial para mí, como nacido en un moshav (una comunidad rural cooperativa israelí) e hijo de supervivientes del Holocausto que soportaron los peores horrores de la humanidad, junto con muchos otros que emigraron de todos los rincones del mundo y transformaron su sufrimiento en fortaleza, y con esta fortaleza crecemos", añadió en la ceremonia, "es un momento especial para mí ser nombrado Ministro de Defensa de Israel".

El ministro entrante insistió en la "obligación moral" de Israel de recuperar a los 101 rehenes que continúan en Gaza, de los cuales 97 fueron secuestrados en el ataque de los milicianos de Hamás del 7 de octubre de 2023. El Ejército estima que al menos una treintena están muertos.

Como titular de Exteriores, Katz, se dedicó desde su plataforma en X a replicar los mensajes orquestados directamente desde la oficina de Netanyahu, e incluso a atacar -con escaso tacto o diplomacia- a líderes internacionales que han criticado Israel por la dura campaña en Gaza y el alto número de víctimas civiles.

Uno de sus objetivos en los últimos meses fue el presidente de España, Pedro Sánchez, tras su decisión de reconocer unilateralmente el Estado palestino el pasado 28 de mayo; o la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que en un discurso con motivo de esa decisión clamó el lema "desde el río hasta el mar".

Katz apenas viajó en su año en el puesto en el contexto de la guerra, más allá de acudir como invitado colateral a la cumbre de la OTAN el pasado julio en Washington, y su labor se concentró en la guerra discursiva en las redes sociales.