Un grupo de militares asesina al presidente de Guinea Bissau
La muerte de Joao Bernardo Vieira tiene todos los visos de haberse producido como represalia por el atentado que mató horas antes al jefe del Estado Mayor del Ejército
Los asesinatos del presidente de Guinea Bissau, Joao Bernardo Vieira, y del jefe del Estado Mayor del Ejército, general Tagme Na Wai, han colocado al país, uno de los más inestables y pobres de África occidental, en una situación de confusión y un futuro aun más incierto.
Víctima de un atentado con bomba que derribó parcialmente la sede del Estado Mayor, el general Tagme Na Wai murió el domingo por la noche, mientras que Vieira fue asesinado ayer por un grupo de militares que lo tirotearon cuando intentaba huir de la residencia presidencial en Bissau, la capital del país.
Según los comentaristas, lo sucedido no ha sido más que el desenlace de una profunda rivalidad entre Vieira y Tagme Na Wai, que en los últimos meses habían mantenido unas relaciones muy tensas.
Na Wai denunció en enero pasado a la guardia del presidente de esta ex colonia portuguesa de haber atentado contra su vida al abrir fuego contra su vehículo en momentos en que pasaba frente al Palacio Presidencial.
Por su parte, el 23 de noviembre de 2008 un grupo de militares atacaron durante la noche la residencia de Vieira y en el incidente murieron dos personas.
La Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) condenaron enérgicamente los asesinatos.
En un comunicado emitido, el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, recalcó que "estas muertes violentas se producen en un momento de renovados esfuerzos por parte de la comunidad internacional para apoyar la construcción de la paz en Guinea Bissau y la consolidación de los avances en el proceso político del país tras las elecciones legislativas celebradas en noviembre de 2008".
Por su parte, el presidente de la Comisión de la Cedeao, Mohamed Ibn Chambas, afirmó desde Abuja, la capital federal de Nigeria y sede de la organización regional, que lo sucedido en Guinea Bissau "es el asesinato de la democracia" en el país.
El presidente de Nigeria y titular de turno de la Cedeao, Umaru Yar'Adua, describió a su vez los asesinatos como "aborrecibles actos que socavan la democracia, la paz y la estabilidad de Guinea Bissau", uno de los 15 miembros del organismo.
Entretanto, el Estado Mayor del Ejército guineano afirma desde Guinea Bissau que "las fuerzas armadas respetan la constitución vigente en el país", lo que supone el mantenimiento de las instituciones, incluyendo el actual Gobierno, y la convocatoria de nuevas elecciones en un plazo de tres meses.
Según las leyes de Guinea Bissau, el presidente del Senado, Raimundo Preira, asumirá interinamente la Presidencia hasta la celebración de elecciones.
Las autoridades militares de Guinea Bissau han ordenado el cierre de la frontera del país con Senegal y el refuerzo del dispositivo de seguridad en el marco de una alerta máxima decretada por las fuerzas armadas.
Según las emisoras de radio regionales, Bissau había recuperado hacia el mediodía la tranquilidad, aunque sus habitantes permanecen recluidos en sus casas, en cumplimiento de las órdenes de los militares.
El presidente Vieira ocupó durante casi 23 años el poder en Guinea Bissau, que recuperó en 2005 tras ganar las elecciones poco después de regresar de seis años de exilio en Portugal.
Dos años de guerra civil y un golpe de estado militar protagonizado por el entonces jefe del estado mayor, el ya fallecido general Ansoumana Mane, habían alejado a Vieira de la presidencia en 1999.
Desde su independencia de Portugal, en 1974, Guinea Bissau ha sufrido una serie de golpes de estado y enfrentamientos entre facciones rivales del Ejército, además, el país se ha convertido en centro de paso del tráfico de cocaína procedente de Sudamérica y con destino a Europa.
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