Dos muertos en Yemen mientras Bahrein libera a 23 presos políticos
Las acciones de los regímenes de ambos países fortalecen la determinación de los opositores que exigen reformas y buscan acabar con la represión existente
La muerte de dos manifestantes en Yemen, en un ataque de partidarios del presidente Ali Abdala Saleh contra una sentada en Sanáa, reforzó todavía más la determinación de los opositores al régimen, que ayer seguían movilizados en la capital del país.
El Congreso General del Pueblo (CGP), el partido en el poder, aplazó una contramanifestación prevista a causa de la muerte de los dos manifestantes en la noche del martes, mientras que ocho diputados del CGP dimitieron para protestar contra la violenta represión a la oposición. "He presentado mi dimisión al CGP para protestar contra los métodos empleados para reprimir las protestas", dijo el diputado Abdo Bichr.
En Adén, la mayor ciudad del sur del país donde siguen las manifestaciones pidiendo la renuncia del presidente Saleh, en el poder desde hace 32 años, un joven murió como consecuencia de sus heridas, lo que lleva a 13 el total de víctimas en esa ciudad en una semana. El 18 de febrero otro manifestante murió en un ataque con granada en Taez, en el suroeste. En total 16 personas han muerto en el país desde que empezó el movimiento de protesta, según fuentes médicas.
En la mañana de ayer miles de manifestantes volvieron a participar en una sentada delante de la Universidad de Sanáa con gritos que denunciaban al "criminal que ataca durante la noche". "La sentada seguirá hasta la caída del régimen", coreaban los manifestantes, en su mayoría estudiantes. En la noche del martes, un ataque contra este campamento de partidarios del régimen dejó dos muertos y 23 heridos.
En Bahrein, por su parte, la presión de las protestas políticas logró ayer la liberación de 23 opositores chiíes detenidos en septiembre acusados de terrorismo, después de que el monarca Hamad ben Isa al Jalifa emitiera la víspera un perdón real.
Los presos fueron puestos en libertad la medianoche del ayer y ahora se encuentran en sus hogares, confirmó el presidente de la Asociación de la Juventud Bahreiní para los Derechos Humanos, Mohamed al Maskati.
Esta liberación se produjo horas después de que el rey bahreiní ordenara la liberación de "un número de condenados y suspender las demandas judiciales contra esas personas", después de diez días de protestas en Bahrein para exigir reformas políticas.
La detención de estos opositores chiíes levantó una gran polémica al producirse un mes antes de las elecciones parlamentarias, que se celebraron el pasado 23 de octubre. En este sentido, varias ONG árabes denunciaron que los arrestos eran parte de una campaña de las autoridades bahreiníes para reprimir a la oposición antes de los comicios.
Los chiíes, que representan un 70% de la población de Bahrein, exigen una mayor reforma democrática y un papel más representativo en el reino, gobernado por una monarquía suní.
Los 23 opositores fueron acusados de instigar a la comisión de actos terroristas y de intentar derrocar a la familia real, aunque el fiscal retiró este último cargo antes del comienzo del juicio.
"Es el caso reciente más importante", dijo Al Maskati en referencia al juicio de estos opositores, que alegaron haber sido torturados. No obstante, el responsable de la ONG señaló que los prisioneros tienen buen estado de salud, aunque lamentó que sólo se haya liberado a una parte de los 450 presos políticos existentes.
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