Los rebeldes rechazan el diálogo y Gadafi amenaza con bombardear Zauiya
Libia
El objetivo del líder libio es recuperar el control de la ciudad, desde donde los opositores avanzan hacia Trípoli.
Tripoli/Los rebeldes que controlan el este de Libia rechazan el diálogo con Muamar al Gadafi, quien ha amenazado con bombardear la población de Zauiya, localidad al oeste del país que las fuerzas del régimen mantienen sitiada y cuyo control parece crucial para el desenlace del conflicto.
La dirigente de la coalición rebelde Salwa Bugaighis aseguró que ningún representante del líder libio se ha puesto en contacto con ellos para dialogar, pero subrayó que, en cualquier caso, "Gadafi ya habló en la calle", en referencia a la brutal represión de las protestas, con cientos de muertos y heridos.
Las declaraciones de Bugaighis se producen un día después de que Gadafi encargara al responsable de los servicios secretos exteriores, Buzid Durda, entablar un diálogo con los rebeldes del este del país, según el canal catarí Al Yazira.
Bugaighis, una de los 20 integrantes de la Coalición de la Revolución del 17 de febrero, confirmó que se reunirá hoy y que posiblemente ofrecerán una conferencia de prensa a lo largo del día.
La coalición, con sede en Bengasi, la segunda ciudad del país, se encarga de coordinar las actividades de los distintos consejos populares que administran las poblaciones bajo control rebelde.
Carente aún de un líder reconocible y de una organización definida, mantiene contactos para la formación de un Consejo Nacional temporal con representantes también de Trípoli, que se encargaría de la transición política hacia la creación de un Estado.
Mientras tanto, en Zauiya, en el otro extremo del país, se libra una cruenta batalla por el control de la ciudad, en manos de los rebeldes y que las fuerzas leales a Gadafi intentan recuperar.
El líder libio amenazó con bombardear desde el aire a los manifestantes en esa ciudad, a 50 kilómetros al oeste de la capital.
La amenaza fue transmitida a los líderes de la revuelta local por Mohamed Mektuf, quien actúa como mediador entre el régimen y los rebeldes de esa ciudad, dijo un residente a Al Yazira.
Hace tres días, Mektuf pidió a los habitantes de esa ciudad, por orden de Gadafi, que organizaran manifestaciones en su apoyo con motivo de la visita de un pequeño grupo de periodistas extranjeros, pero los residentes lo rechazaron.
Según el testigo, las fuerzas fieles a Gadafi, que sitian la ciudad, han comenzado a impedir desde hace dos días su aprovisionamiento en víveres y medicinas.
La ciudad, dijo, tiene reservas alimenticias sólo para unos diez días y sus habitantes temen una catástrofe humanitaria.
También en la frontera libio-tunecina, a cuyos alrededores parece concentrarse ahora la lucha por el control del territorio, la crisis humana es inminente, advirtió hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
"La situación está alcanzando un punto de crisis", dijo la portavoz del organismo, Melissa Fleming, al asegurar que unas 140.000 personas han huido desde Libia hacia Túnez y Egipto desde que comenzó la crisis.
Hoy, unos 6.000 refugiados, en su mayoría egipcios, se encuentran bloqueados en el paso de Ras el Jedir, en Túnez.
"La frontera no está cerrada, sino que se deja pasar a la gente poco a poco. Se ha tomado esta medida para evitar que la situación quede fuera de control", dijo un voluntario tunecino.
Mientras tanto, la comunidad internacional continúa barajando la posibilidad de una acción militar, que parece difícil, ya que los países ni siquiera se ponen de acuerdo sobre la creación de un espacio de exclusión aérea para los aviones libios, a la que hoy se opuso el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
En cualquier caso, el Pentágono ha desplazado unidades navales y de la Fuerza Aérea cerca de Libia, como parte de una "planificación de contingencia" y para tener "flexibilidad una vez que se tome alguna decisión en relación con Libia", dijo el portavoz de Defensa Dave Lapan.
Y hoy fuentes de la OTAN informaron de que su Fuerza Naval de Respuesta Inmediata realizará en los diez próximos días ejercicios en las costas del sureste español, en las que participarán 3.500 militares de once países y más de veinte buques de guerra, para estar lista para participar en una eventual situación de crisis.
También te puede interesar
Lo último