Los servicios secretos de EEUU espiaron también a 38 embajadas de países aliados
Francia, Italia, Grecia, México y Japón se unen a Alemania, la UE o la ONU Bruselas alerta del daño en los lazos con Washington y pone en duda la negociación comercial
Los servicios secretos de estados Unidos espían a la misión de la UE en Nueva York y a 38 embajadas, entre ellas las de Francia, Italia y Grecia y de países de Oriente Próximo, según unos documentos filtrados por Edward Snowden al diario The Guardian.
El periódico británico, que ya publicó numerosas revelaciones del espionaje de Estados Unidos facilitadas por Snowden, señaló ayer que la información procede de unos documentos secretos de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA).
Uno de los documentos contiene una lista de 38 embajadas y misiones, calificadas como "objetivos", y detalla la diversidad de métodos de espionaje utilizados contra cada uno de ellos, como aparatos instalados en cables de comunicaciones.
Además de países considerados como adversarios ideológicos de Oriente Próximo, en la lista de objetivos a espiar hay misiones de la Unión Europea (UE) en Washington y Nueva York y las embajadas francesa, italiana y griega, así como aliados de Estados Unidos, entre ellos Japón, México, Corea del Sur, India y Turquía, dice el diario. En la lista que lleva fecha de 2010 no se menciona al Reino Unido, Alemania u otros países europeos occidentales.
Los documentos, agrega el diario, sugieren que el objetivo del espionaje contra la embajada de la UE en Washington es conocer los desacuerdos políticos internos sobre asuntos globales y otras diferencias entre los países miembros.
Esta información sale a la luz después de que la publicación alemana Der Spiegel revelase el fin de semana de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos espió a la UE y la ONU. No se trató de escuchas o espionaje a través de micrófonos en el edificio, sino de su red informática interna, apunta el semanario, que asegura que tuvo acceso a esos documentos de Snowden. Con ese sistema, los servicios secretos de Estados Unidos accedieron tanto a contenidos de conversaciones confidenciales como a correos electrónicos y archivos de los ordenadores de la UE.
Bruselas expresó ayer su indignación por el supuesto espionaje de Estados Unidos a representaciones comunitarias y a embajadas, advirtiendo de posibles consecuencias para los lazos políticos y las negociaciones comerciales con el Gobierno de Barack Obama.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, fue la encargada de trasladar al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, la gran preocupación de las capitales europeas y de las instituciones comunitarias presuntamente espiadas por la NSA estadounidense por lo que consideran, de confirmarse, una actuación "inaceptable" de uno de sus aliados.
Kerry, sin embargo, restó importancia a las acusaciones tras entrevistarse en Brunei con Ashton en el marco de las reuniones ministeriales de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), al afirmar que "todos los países del mundo que participan en los asuntos internacionales adoptan muchas medidas para proteger la seguridad nacional" y "no es algo inusual para muchas naciones".
Pese a los intentos de Washington por calmar los ánimos, la polémica ante las revelaciones del semanario alemán, se acrecentó en el seno de los veintiocho socios de la UE. En Europa, el presidente francés, François Hollande, fue quizás el líder más contundente, al condicionar cualquier negociación con Estados Unidos a que la administración Obama ofrezca garantías del cese del supuesto espionaje, en referencia a las conversaciones sobre el tratado de libre comercio que la UE prevé abrir en una semana con Washington.
Socialistas y liberales en la Eurocámara consideraron en esta línea que el supuesto espionaje estadounidense amenaza las negociaciones sobre ese tratado con Estados Unidos. También Italia fue tajante en su valoración al asegurar que "las relaciones quedarán muy dañadas".
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